En México el crédito alcanzó ayer un nivel no visto desde mayo de 2001, tras el aumento del Banco de México a 10% la tasa de interés interbancaria, considerado un máximo histórico, y que entra en vigor desde este día.
Ayer la Junta de Gobierno determinó aumentar en 75 puntos base su principal tasa de interés al señalar que la inflación mundial se mantiene elevada y siguen riesgos al alza pese a que han dado señales de una eventual baja en las presiones sobre los precios de bienes primarios.
Ante esta situación, el Presidente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST) Íñigo Fernández Bárcena, consideró que aunque la estrategia responde al intento de controlar la inflación, el planteamiento no está funcionando.
“Es una política monetaria más restrictiva en el sentido de encarecer el costo del dinero, esto tratando de controlar de alguna forma la alta inflación que persiste durante los últimos meses y que de esta manera hace ver como el plan antiinflacionario del Gobierno Federal no está teniendo el resultado previsto, tan es así que seguimos viendo que los productos de la canasta básica continúan con alzas y ha obligado al banco de México a subir a interés”.
Dijo que esta medida implica que el costo del dinero hoy día es más alto “eso lo que implica es que el financiamiento se encarece, ya sea a las empresas de financiamiento y a las inversiones o también el financiamiento al consumo, esto es una política económica restrictiva que busca contener la inflación”.
En este mismo sentido, el Doctor en Economía, Jorge Alberto Pérez Cruz dijo que esta decisión vuelve más caro el dinero porque el Banco Central busca “quitar dinero” a la economía y eso dispara en automático el costo de los créditos.
“Esa es la decisión que va detrás de aumentar las tasas, menos dinero en la economía y por eso el dinero se vuelve más caro, por eso hay interés para aumentarlo, por ejemplo en el sector automotriz es muy claro, comparando la tasa para los créditos del año pasado con la de ahorita, vas a ver que han aumentado un 6% u 8%, es el impacto número uno que la población se va enfrentar, es un aumento directo en las tasas de créditos, en el caso de los créditos de vivienda se mueven en un sentido más lento, no son tan bruscos como en activos como el automóvil y el consumo general”, afirmó.
El investigador de la UAT señaló que esta medida desincentiva el gasto y quienes busquen comprar a crédito enfrentarán tasas mucho más altas, lo que importaría negativamente en su economía, sin embargo, lo más grave será que eventualmente podría frenar la generación de empleos.
“Estamos hablando de una tasa interés de dos dígitos, lo que representa para el ciudadano común es que va a ser caro aspirar a comprar algo a través del crédito con una tasa de interés, pero el otro tema es que representa un desincentivo a la creación de negocios y eso en términos sociales implica menos empleo, por el lado del efecto macroeconómico sería ese, en lugar de invertir en un negocio que me va a dar una ganancia del 17%, y lleva implícito el riesgo, pues mejor junto ese dinero y compro Cetes y voy a tener una ganancia del 10% anual sin riesgos”.
Fernández Bárcena coincidió en que es uno de los riesgos, el enfrentar la pérdida de empleo, aunque esa siempre sería la última medida a la que buscarían recurrir los empresarios.
“Es una posibilidad en el sentido de tener que controlar los costos de producción, sí es una posibilidad, pero es algo que normalmente para el empresariado es la última instancia a la cual recurre, yo creo que la solución como ya lo hemos señalado en otras ocasiones, está en el tema de ser más eficientes y de ser innovadores en los procesos de producción para poder controlar o mitigar los costos, el aumento de costos de producción y de las materias primas”.
El Doctor en Economía, refirió que lo primero que va a pasar con esta medida del Banco de México, es que se va a disminuir la inversión y eso es un componente para el tema de crecimiento económico, además podría enfrentar una baja en sus exportaciones y eventualmente una reducción tributaria.
“El tema de haber apreciado el tipo de cambio tienen efecto también de contracción para la economía, porque con la tasa interés como la que está, va a afectar la economía mexicana, porque las ventas de productos mexicanos hacia el exterior son más caras, tenemos menos inversión y no vamos a vender tanto al exterior, el gasto del gobierno al no haber inversión y disminuir la exportación, se va a disminuir la capacidad tributaria, (…) para mí va a tener dificultades en el tema recaudatorio y el otro tema es que haya una contracción en la economía”, estimó.
ES UN FRACASO
El Presidente del CIEST fue claro al advertir que la estrategia planteada por el Gobierno Federal para frenar el encarecimiento de productos y servicios no ha funcionado, por lo que planteó urgente un análisis para cambiar el rumbo de las decisiones impuestas.
“El plan antiinflacionario me parece que no está cumpliendo los objetivos trazados y se tendrá que hacer un replanteamiento de estos recursos que está haciendo el Gobierno Federal por controlar la inflación, dicho sea de paso, es algo positivo que esté preocupado por ello, sin embargo, no están teniendo los resultados esperados”.
El empresario hotelero advirtió que el panorama implica cierto nivel de nerviosismo para los inversionistas ante el riesgo de que la economía mexicana caiga en una “espiral inflacionaria”.
“Hay un riesgo de caer en una desaceleración económica y con ello con riesgo de que el dinamismo económico tenga una restricción en su circulación, eso conlleva a que el mayor nerviosismo que tenemos como empresarios es el tema de que haya una espiral inflacionaria en la cual no se actúe de forma adecuada y provoque incrementos constantes y persistentes y que no podamos salir de esa espiral, definitivamente es un riesgo latente el que pueda venir una desaceleración”, advirtió.
CRÉDITO, SOLO SIN INTERÉS
El Doctor Pérez Cruz dijo que ante la cercanía del programa Buen Fin y con el encarecimiento de las tasas de interés, los compradores deberían revisar y cuidar que los bienes que adquieran sean a crédito sin interés, de lo contrario afectaría su economía.
“El Buen Fin es una campaña para promover, más que ofertas, los créditos, y el atractivo del tradicionalmente es el crédito a meses sin intereses, te lo mandan a 24 y hasta 36 meses lo que compres, si son sin intereses eso puede ser atractivo en este momento, es atractivo comprar bienes y servicios a meses sin intereses, que sean duraderos es importante”, aconsejó.
Advirtió que se van a elevar las tasas de interés de todos los créditos que tengan que ver con la banca comercial pues se ajusta de inmediato, “te van a subir un 5% por arriba, esos incrementos del 0.75 te va a llevar un 4 ó 5% en el crecimiento de las tarjetas de crédito, si andaban en 65 pues ya llegaron a 70%, es carísimo el tema de comprar con tarjeta de crédito y no liquidar al mes”.
Omar Reyes / La Razón