El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el Congreso.
La pandemia también ha pasado desapercibida para los españoles en el debate parlamentario más importante del año. Otro 0,1 por ciento de los encuestados han colocado los peligros de la salud vinculados con el Covid-19 como uno de los grandes ejes de debate de la cita, lo que engloba aspectos como la “falta de recursos suficientes” para hacer frente a la crisis sanitaria derivada de la enfermedad.
Esta valoración llega en un momento marcado por el repunte de contagios asociado a las variantes BA.4 y BA.5 de Ómicron que presentan una mayor capacidad para eludir el efecto de las vacunas y que ya son mayoritarias en el país. Mientras el Ministerio de Sanidad trabaja para poner en marcha en otoño la campaña de vacunación con la cuarta dosis, dirigida fundamentalmente a personas mayores de 60 años.
La percepción de los ciudadanos sobre el papel de la sanidad en el Congreso choca con otros aspectos que monopolizaron el debate como la crisis económica. Un 42,5 por ciento de las personas que vieron o escucharon alguna información sobre el Debate del Estado de la Nación han colocado estos problemas como el tema principal que se trató, muy por delante de cualquier otra categoría.
En la clasificación, también han aparecido otros temas como la subida de las tarifas energéticas que han colocado en primera posición el 6,1 por ciento de los encuestados. Las nuevas medidas económicas anunciadas por el Gobierno (5,7 por ciento), la Ley de Memoria Democrática (4,4 por ciento) o los impuestos a entidades financieras, compañías financieras, compañías energéticas y grandes empresas (4,1 por ciento) son otros de los asuntos protagonistas.
Vivienda, inmigración o pensiones, otros olvidados
Con este panorama sobre la mesa, la sanidad no ha sido la única olvidada en el intercambio de opiniones. Otros temas centrales como la vivienda, el medio ambiente, las pensiones, la inmigración, el paro o la violencia de género también se han quedado casi invisibilizadas. Mientras un 50,1 por ciento ha advertido que los temas del debate tienen poca o ninguna relación con los asuntos que preocupan a los españoles.
La encuesta del CIS ha revelado que un 45,8 por ciento de los ciudadanos siguió el directo el debate ya sea por televisión, radio, internet o algún periódico. La mayoría ha advertido que las críticas y reproches entre los políticos han predominado sobre las propuestas para solucionar los problemas del país. Para un 64,1 por ciento de los encuestados este tipo de debates con poco o nada útiles.
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