Con 24 muertos y al menos 84 personas intoxicadas por consumir cocaína adulterada en la provincia de Buenos Aires, el dirigente social Juan Grabois salió a desmentir anoche en su cuenta de Instagram haber sido uno de los internados como consecuencia de haber tomado esta droga que se vendió en Puerta 8. “Nunca me fumé un porro”, sostuvo el referente del Frente Patria Grande, que habló de una “adicción al odio” tras la difusión de su falsa hospitalización en las redes sociales.
Debido a esto, compartió una transmisión en vivo con Sebastián Sánchez, de la organización Vientos de Libertad, que pertenece al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y se encarga de la recuperación de adicciones a personas en situación de vulnerabilidad. Allí, el dirigente cercano al papa Francisco habló de lo ocurrido en el conurbano bonaerense como una “tragedia”, dijo que la droga lleva a la “destrucción de los lazos humanos” y que es “una forma de dominación” y también apuntó contra el ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, y contra la ahora diputada nacional y exgobernadora María Eugenia Vidal.
“Sé que no es el mejor horario, ni el día, para una transmisión de este tipo. Aprovechando que, según me cuentan, ayer fue tendencia en Twitter que yo estaba internado por consumir cocaína adulterada y hoy recibí un montón de mensajes preguntando por mi salud, nos pareció una buena oportunidad para abordar nuevamente, como venimos haciendo colectivamente antes y durante esta situación trágica, esta verdadera masacre, un tema del que nosotros no opinamos, nosotros actuamos hace muchos, muchos años”, comenzó Grabois.
“La primera reflexión es sobre una adicción que no es a una sustancia, pero actúa sobre el organismo. Es la adicción al odio. Hay que estar muy mal de la cabeza, muy mal, no quiero decir de la cabeza. Hay que estar mal espiritualmente, humanamente, para con el dolor de tantas familias y el dolor que pueden provocar a otras personas inventar una noticia sobre un tema tan delicado como que una persona esta internada por haber consumido cocaína adulterada”, sostuvo el dirigente social oficialista.
En ese sentido, también se mostró asombrado por la repercusión que tuvo la difusión de esta versión “falsa y escabrosa” en personas de su entorno. “Me sorprendió que mucha gente que me conoce bien, gente de la militancia, algunos dirigentes importantes, creyeran lo que salió en Twitter. Lo creyeron efectivamente”, señaló, en base a una serie de mensajes en esa red social que indicaban que él se encontraba internado en el Hospital Médico Policial Churruca Visca de la ciudad de Buenos Aires.
“Para contarles mi experiencia con las drogas, nunca me fumé un porro siquiera. Porque de chiquito me tocó ver cómo la droga se llevaba vidas de gente conocida, amigos, vi gente muerta. Y eso me impactó profundamente y tuve un instintivo rechazo por la droga. Por cualquier forma de adicción que pueda llevar a la destrucción de tus lazos humanos”, reveló Grabois en cuanto a su vínculo con estas sustancias y agregó: “No toqué ni un porro, porque de pibe vi la muerte muy de cerca, entonces tengo un rechazo instintivo por la droga. No estoy juzgando a nadie, estoy contando mi experiencia”.
Después, habló de la posición política que tienen en el MTE y en Vientos de Libertad en cuanto a las drogas. Dijo que se tratan de “un arma de exterminio” y de una “forma de dominación”, y entendió: “No tenemos una ideología liberal y transigente. La droga es un camino a la muerte, a la destrucción de las relaciones humanas, de la organización comunitaria y a la subordinación política. No estamos juzgando estilos de vida individual, ni acciones personales. Estamos hablando de un sistema, de una estructura. Y frente a esta estructura creemos en respuestas populares y organizadas”.
Defendió, además, el trabajo de los movimientos sociales y dijo que tienen una capilaridad y un desarrollo territorial “más amplio y masivo” que el del Estado. “En primer lugar, abrazar a las víctimas. Y después, combatir las estructuras políticas. La biopolítica existe. La política que actúa sobre la vida. Son estructuras narcopolíticas, empresarias, paraestatales, policiales, que operan en el territorio, en las fronteras, en los barrios -no solo en los pobres, en los cerrados también-”, manifestó Grabois.
Y fue en ese momento cuando comenzó con los dardos hacia algunos dirigentes políticos. “Cansa repetir hasta el hartazgo estos shows que vemos constantemente en Rosario, en la Provincia, con operativos cinematográficos para tirar una casilla, un búnker. Se hace un operativo y a la semana el búnker está en el mismo lugar”, dijo el dirigente social en lo que pareció ser una crítica indirecta a Berni.
Luego, lo nombró. “Tres de febrero, Puerta 8… Son barrios que conocemos y que yo me hago cargo porque tengo un nivel de exposición que me da cierta protección, me he cansado de denunciar. Cuando les sirve para la campaña política o para filtrar algún video a los medios de comunicación, Sergio Berni los difunde. Pero después no hay una continuidad en la presencia de las fuerzas de seguridad para garantizar que no se consolide la territorialidad del narcotráfico en las barriadas”, consideró Grabois.
Asimismo, advirtió que cada vez existen más situaciones “de violencia explícita” contra las organizaciones y habló de connivencia policial: “Aparecen algunos cadáveres en terreno de los movimientos, tiros en las parroquias de los curas villeros y una sensación de desprotección absoluta porque es una obviedad la complicidad de las fuerzas de seguridad, de la Policía. Es evidente, pornográfica, absoluta”.
Por último, se refirió a “combatir la ideología consumista e individualista de que todo da lo mismo” y fue en ese momento cuando criticó a Vidal, al referirse a la frase que esbozó la ahora diputada cuando buscaba apuntalar su candidatura. En ese momento, la exgobernadora bonaerense dijo que no era lo mismo fumar un cigarrillo de marihuana en Palermo, que en el conurbano.
“Hay gente que como tiene un poder adquisitivo mayor, una supuesta cultura mayor, tiene la opción de consumir responsablemente y el negraje es el irresponsable que no sabe consumir. Hace poco María Eugenia Vidal habló de Palermo Hollywood como el paradigma del consumo responsable, como si ahí no hubiera violencia, muerte; como si los pibes no se mataran con la merca y las pepas. Ahí también hay muerte, la juventud de los sectores medios está siendo flagelada, dominada y sometida por el mismo mal. Y en nuestros barrios también hay muerte”, expresó Grabois.
Para concluir su introducción, que luego devino en una charla con Sánchez, habló de “víctimas de las estructuras narcocriminales y de este plan de dominio” y cerró: “No es un problema de opciones individuales, no es un problema de respuestas individuales; son estructuras de poder. Y frente a estructuras tóxicas queremos construir un pueblo con el corazón rebelde y la mente despierta, un pueblo verdaderamente libre, que pueda elegir su propio destino o su destino común”.