Aunque el desempeño colectivo de México estuvo lejos del idóneo, incluyendo un triunfo sobre Panamá teñido por la polémica, su cosecha de siete puntos en esta fecha lo deja bien parado de cara al cierre de la eliminatoria de la CONCACAF rumbo al Mundial de Qatar, un tramo final que incluirá un duelo ante su némesis Estados Unidos.
Los mexicanos tuvieron que remontar en los últimos 10 minutos para derrotar por 2-1 a Jamaica como visitante, luego empataron sin goles en casa ante Costa Rica y requirieron de un dudoso penal para imponerse 1-0 ante Panamá en el estadio Azteca.
Pese a todos sus problemas, el Tri acumula 21 puntos y se ubica tercero del octagonal, persiguiendo a Canadá (25) y Estados Unidos (21), que tiene mejor diferencia de goles.
Más importante, el equipo dirigido por el técnico argentino Gerardo Martino abrió una distancia de cuatro puntos sobre Panamá, ocupante del cuarto puesto, cuando faltan tres partidos por disputar.
Así las cosas, a México le alcanzaría con ganar dos de sus últimos tres duelos para asegurar la presencia en Qatar sin depender de nadie. Además de recibir a Estados Unidos, México visitará a Honduras y cerrará de local a El Salvador. Es decir, enfrentará a dos equipos de Centroamérica que esencialmente jugarán para cumplir el trámite.
Los últimos tres partidos también sirvieron para sacar algunas conclusiones de cara al cierre del octagonal.
MARTINO NO SE VA
Aunque Martino se está tambaleando, los dirigentes confían en que México podrá salir del bache y retomar el nivel de su primer año al mando, en el que inició con 10 partidos sin derrotas, incluyendo el título de la Copa de Oro.
El presidente de la Federación Mexicana, Yon de Luisa, es uno de los convencidos que el “Tata” podrá hacer trascender al país en una Copa del Mundo — un ansiado pase a los cuartos de final. No lo va a despedir cuando en menos de 50 días medirá fuerzas ante los estadounidenses.
Martino se quitó presión luego de estos tres partidos, pero una derrota más ante Estados Unidos, especialmente en casa o el impensado escenario de tener que diputar un repechaje, lo volverían a meter en aprietos.
¿QUÉ MEJORAR PARA EL CIERRE?
Martino ha dejado en claro que no piensa moverse de su rígido 4-3-3 y sería en vano el esperar que lo haga luego de más de tres años en el cargo.
Sin embargo, dentro del mismo sistema, algunas cosas podrían cambiar.
Ante Panamá, Gerardo Arteaga recibió la oportunidad como lateral izquierdo y Julián Araujo, sobre el final, por el carril derecho. Ambos mostraron una verticalidad y dinámica que estaba ausente.
Diego Lainez, de pocos minutos en los tres partidos, también merecería más tiempo en cancha por alguna de las dos bandas. La lesión de Hirving Lozano, dependiendo de la gravedad, podría abrirle la puerta al jugador del Real Betis.
México también requiere un mejor volante de creación, funciones que realizan los inamovibles Andrés Guardado y Héctor Herrera. El primero es un veterano al que por momentos ya no le dan las piernas y al segundo se le nota la inactividad que tiene en el Atlético de Madrid.
¿VOLVERÁ A PESAR EL AZTECA?]
En sus últimos siete partidos en el estadio Azteca, México sólo tuvo una actuación convincente al vencer 3-0 a Honduras el pasado 10 de octubre.
¿Sus otros resultados?
Sufrió para vencer 2-1 a una Jamaica con muchas ausencias, empató 1-1 con Canadá, empató con Costa Rica y sometió a Panamá con un penal muy cuestionado.
Entre líneas, Martino ha insinuado que, cuando el Tri va de visita, los hinchas locales les hacen sentir mucha presión. Ello no ocurre en el Azteca, en donde sólo dos de esos encuentros han tenido público debido a las sanciones de la FIFA por el grito homofóbico.
Ante Estados Unidos, los dirigentes han dicho que esperan abrir el coloso del sur de la capital para recibir hasta 40.000 aficionados.
“No es un tema que he hablado ni con (el director deportivo de selecciones) Gerardo (Torrado) ni con el presidente y tampoco con los jugadores, pero a mí me encantaría jugar un partido contra Estados Unidos con el estadio repleto y alentando por la selección de México”, dijo Martino.