Con cada taza servida, Urbania Café cumple varios sueños: reducir la deforestación acelerada, mitigar la caza indiscriminada de especies protegidas, mejorar la calidad de vida de cientos de caficultores, nutrir la cultura cafetera en el país y ofrecer un sabor de alta calidad.
Y es que Urbania Café es el resultado de una idea que nació hace siete años y que hoy se expande nutriendo proyectos sociales y ambientales en siete territorios, logrando consolidar una empresa que trasciende sus objetivos comerciales para sumar manos por la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las poblaciones rurales.
“Para nosotros, el café reúne dos asuntos fundamentales. El primero es que nos apasiona profundamente y el segundo es su importancia para el país. Es un producto del cual viven 550.000 familias productoras, muchas de ellas víctimas del conflicto armado y, a través del cual podemos aportar a conservar un medio ambiente más sano”, explica Ricardo Restrepo, gerente general.
Aplicando su modelo de negocio “café consciente”, la empresa incrementó un 26 % los ingresos de 79 caficultores proveedores en 2021 y, contando con una amplia red de aliados y socios, ha ayudado a conservar 380 hectáreas de áreas naturales. Entre sus proyectos, también está la contribución en procesos de restitución de cultivos ilícitos y el apoyo a comunidades indígenas en situación de vulnerabilidad.
Unir esfuerzos para proteger la vida
“Ambos estábamos en el mundo corporativo, pero queríamos empezar una empresa que aportara a nivel social y ambiental en Colombia”, cuenta Ricardo sobre los inicios de la compañía en 2015, junto a su socio Julián Gamboa.
Tenían conocimientos técnicos sobre el cultivo del café, pero su idea era ir mucho más allá. “Cuando arrancamos, el promedio de ingresos de un caficultor era menor a 50 dólares mensuales y la deforestación en municipios cafeteros afectaba ecosistemas enteros, como los corredores que utiliza el oso andino”, explica.
Así empezaron a tejer una red colaborativa de alianzas que vinculó a diferentes fundaciones, varias ONG y proyectos alineados en el mismo objetivo de construir un país en paz para los humanos y la naturaleza. La proveeduría se convirtió en la llave con la cual desencadenaron el impacto que buscaban, narra Ricardo: “Transformar realidades locales con base en objetivos globales. Hoy el proyecto responde a tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: reducción de la desigualdad, producción y consumos responsables; vida de ecosistemas terrestres, y alianzas para lograr los objetivos”.
Así, con procesos de formación técnica, Urbania Café cualifica comunidades víctimas del conflicto armado o en proceso de sustitución de cultivos ilícitos para que produzcan un café de alta calidad que les compra a un precio más alto del convencional. Esto, además de incrementar sus ingresos, permite que las comunidades accedan a recursos por fuera del sector financiero y reduzcan su impacto con técnicas orgánicas y sostenibles.
El café también se convirtió en la herramienta para preservar la vida animal. En alianza con fundaciones y ONG especializadas en el tema, la empresa apoya proyectos de conservación de áreas habitadas por jaguares, osos andinos, pumas y otras especies “sombrilla”, cuya protección equilibra ecosistemas completos.
“Les damos a los caficultores asistencia técnica para que cultiven café de alta calidad y les compramos el grano a un mejor precio con dos condiciones: no pueden deforestar ni cazar animales”.
Los esfuerzos se traducen en un café delicioso y sano: el 29 % del grano utilizado por Urbania es cultivado bajo sombra, técnica que reduce la degradación del suelo, y un 3 % es orgánico, cultivado sin agrotóxicos.
Café Oso, Café Jaguares y Café Paz están entre su repertorio. Con cinco tiendas propias y una amplia distribución en hoteles y restaurantes, la marca continúa creciendo y agregándole al país desde un nuevo frente pedagógico.
“Cuando tiene el conocimiento, el consumidor comienza a valorarlo más y a pagar más por él”. El paladar se afina y se dejan algunos cafés comerciales, algunos importados, para preferir el nuestro, indica Ricardo. “Ese es nuestro reto ahora. Fortalecer, cada vez más, el conocimiento y la cultura del café”.
Para mayor información ingresa aquí o a través del correo contacto@urbaniacafe.com
En Instagram los encuentra como @urbaniacafe