La historia de Carmen empezó desde que era adolescente cuándo le llegó su menstruación y le surgieron miles de dudas sobre su cuerpo y su proceso de ser mujer, llenándose de inseguridades que estuvieron presentes varios años de su vida.
“El origen de mi idea de empresa surge de un vacío que quedó desatendido a nivel de mi propia historia personal y familiar. Cuando yo tenía 13 años, recibí por primera vez mi sangre menstrual. A mí, mi mamá ya me había explicado que eso le sucede a todas las mujeres. Aun así, el día que ocurrió mi primera menstruación sentí un vacío inexplicable, por lo que al pasar de los años yo me hacía preguntas al respecto, pues no podía dejar de sentir que estaba viviendo un proceso natural de forma contranatural”, dijo.
No fue hasta el 2015 que Carmen encontró las primeras respuestas a través de la Primera Cumbre Latinoamericana por una Cultura Menstrual, sobre el ciclo femenino que, a su parecer, abarca cuestiones culturales, psicoemocionales, energéticas, espirituales y físicas, “es decir, una comprensión holística sobre el ciclo femenino. Así que me convertí en investigadora de dicho tema en el Organismo de Investigación y Aplicación de Cosmosociología y como resultado creé mi Sagrado Sincronario Menstrual”, que después evolucionó dando paso a asesorías y estudios que la ayudaron a crear Conciencia Áurea.
En Conciencia Áurea utilizan el sistema de referencias de las leyes universales para que las personas logren concientizar su realidad.
“Este es un tema que está muy descuidado en el desarrollo de las personas y que como consecuencia tienen muchos problemas en la salud emocional y en las relaciones sociales”.
De acuerdo con María del Carmen, hoy en día las personas están experimentando grandes niveles de estrés y sintomatologías como enfermedades físicas y emocionales; por ello, junto con Pablo Lema, Carmen imparte asesorías y guías a través de diversos ciclos.
Después de años de estudio y de mucho trabajo, María del Carmen escuchó en su comunidad la llegada de Balloon Latam, una empresa social que podía ayudarle a aterrizar su idea de emprendimiento. Sin dudarlo, inició con el programa de capacitación, y después de casi tres años continuó tomando varios talleres y capacitaciones, en dónde, además de aterrizar su negocio, se empoderó lo suficiente para reconocer que su trabajo valía y que de esa manera podía ayudar a otras mujeres.
Esa misma empresa le hizo una invitación a participar en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sede en México, en la segunda emisión del proyecto llamado “Empodérate”. Gracias a la fuerza de su emprendimiento y al cumplimiento de todos los requerimientos, María del Carmen es un caso de éxito. Aprendió a consolidar su negocio a través del apoyo económico y académico que recibió por parte de los mentores del programa.
Empodérate
El PNUD tiene como prioridad contribuir a que las personas de comunidades en situación de vulnerabilidad cuenten con capacidades para acceder a más y mejores oportunidades para participar en actividades económicas que incrementen sus ingresos de manera sostenible, y así contribuir a la Agenda 2030.
Mariana Villasuso, coordinadora de Proyecto, Unidad de Desarrollo Social y Económico del Programa, habló con Noticias ONU sobre cómo este programa logra atacar cinco Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: el número 8 que busca lograr trabajo decente y un crecimiento económico; el 10, que trata temas de reducción de desigualdades; el 11 que busca crear ciudades y comunidades sostenibles; y el 5 que aborda la cuestión de la igualdad de género.
“Hacemos desarrollo económico incluyente, que es trabajar con el sector privado en todos sus sentidos, para que en su enfoque tengan esa transvaloración de desarrollo sostenible y el enfoque de la Agenda 2030. También hacemos evaluaciones, implementación para que la política social llegue a dónde tenga que llegar. También trabajamos con poblaciones que han sido tradicionalmente excluidas para hacerlas crecer, y por último hacemos desarrollo económico incluyente”, explicó.
Este proyecto, que se desarrolló durante la pandemia para hacer frente a las repercusiones que está dejando, busca contribuir a que muchas personas en México tengan mejores oportunidades e ingresos a través de sus empresas o negocios.
“Muchísimos jóvenes se quedaron sin trabajo, entonces creemos que el emprendimiento es un motor de inclusión financiera y un motor para ellos y ellas”, indicó Mariana.
“Empodérate” tiene como público objetivo empresarios que cuenten con capacidades para lanzar y hacer crecer sus proyectos productivos y que tengan a la vez un impacto socio ambiental, a través de una capacitación integral para el desarrollo de Planes de Negocio alineados a la Agenda 2030.
En su segunda edición, el programa tuvo que ser de manera virtual, lo que les trajo un crecimiento en el número de participantes, pudiendo llegar a más lugares, como Puebla, el Estado de México, Hidalgo, Guerrero, Morelos, Tlaxcala y Veracruz, y logrando empoderar a más de 100 personas a lo largo de dos años.
El programa “Empodérate” está dividido en cuatro componentes: capacitación, mentoría personalizada, otorgación de capital semilla y vinculación comercial. El gran componente de esta segunda edición fue la alfabetización digital que permite mejorar la resiliencia de los emprendimientos en esta era postcovid.
En total participaron 70 negocios, de estos el 80% fueron liderados por mujeres que rebasan los 70 años de edad, por lo que el componente digital fue de suma importancia para ellas.
“Normalmente las mujeres han sido tradicionalmente excluidas de liderar pequeñas y medianas empresas. La buena noticia es que en este caso ocho de cada diez empresas estuvieron lideradas por mujeres, lo que hizo que se incrementaran sus metas y claro, que mejorara su situación económica”, agrega Mariana.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo no sólo imparte la formación, sino que también da un seguimiento puntual al negocio o emprendimiento para revisar el uso que se está haciendo.
María del Carmen pudo aprovechar tanto la capacitación, como el capital semilla, con el que pudo comprar un equipo más profesional para impartir las clases en línea. De igual forma, María del Carmen, tiene una mentora que sigue cada uno de sus pasos para poder darle la certeza de que su emprendimiento obtenga un buen resultado.
El caso de María del Carmen es uno de muchos que han logrado empoderarse con este tipo de programas que les ofrece las herramientas necesarias para iniciar o crecer una idea de emprendimiento, que además de aportarles a su economía, también contribuyen al crecimiento económico de su comunidad.