Debate Eurosport: Supertiebreak en Grand Slam, ¿una buena noticia?

A estas alturas de la historia, se habrán dado cuenta de lo complicado que es modificar el ADN y la estructura de un deporte tan clásico como el tenis. Sin embargo, de vez en cuando se dan noticias como la de este miércoles, donde los cuatro Grand Slams se dan la mano para poner un poco de orden entre su propia anarquía. Se acabaron los partidos eternos: a partir de ahora tendremos tiebreak a 10 puntos en el caso de llegar con 6-6 en el quinto set. ¿Es una buena noticia o un insulto a la tradición? Abrimos debate para reunir la opinión de jugadores, entrenadores y periodistas.

“Yo creo que la decisión es acertada, sobre todo desde la perspectiva del jugador”, expone Dani Gimeno, técnico de Roberto Bautista. “De no cambiar nada, cualquier día acabaríamos viendo algún desfallecimiento sobre la pista. En los partidos de hoy en día ya se presupone mucha dureza, irse a un quinto set ya es alargarse lo suficiente un encuentro, no tener límites de juegos era algo peligroso”, valora el de Castellón, retirado en 2021. “De cara al espectáculo, la diferencia de dos juegos es como una prórroga en fútbol donde gana el que primero marque, pero eso puede durar diez días. El partido tiene que tener un fin y un supertiebreak tiene la emoción necesaria para darle un desenlace atractivo al espectador. Esto sería como una tanda de penaltis, así que es una decisión acertada en todos los sentidos”.

Alguien que disputó casi cien partidos de Grand Slam fue Àlex Corretja, hoy comentarista referente de la casa. El catalán también apunta en esta misma dirección. “Simplemente, ya era hora que los cuatro Grand Slams unificaran su normativa. Resultaba muy confuso para el espectador, incluso para los jugadores. Honestamente, hace muchos años que vengo diciendo que un partido a cinco sets ya es lo suficientemente largo como para que se extienda más, lo que pasó en el Isner-Mahut es un caso extremo. En un partido a cinco sets, si llegas al 6-6 del quinto hay margen suficiente para que se decida en un supertiebreak, ahí puedes desarrollar diferentes tácticas y tienes tiempo de reacción. Para mí es la mejor opción de todas, así que es una gran noticia”, contrasta el ex Nº2 del mundo.

Pero Corretja va un paso más allá y aporta los inconvenientes que puede tener en el jugador una maratón de varias horas en mitad de un major. “Que un partido de primera o segunda ronda en Grand Slam pudiera alargarse hasta un 15-15 del quinto set, con lo que supone esto a nivel físico y mental, era algo que se debía cambiar. Ya no solo para el que pierde, el que gana se quede totalmente fundido para el resto del torneo, es como si en el fútbol hubiera una prórroga tras otra, que nunca llegaran los penaltis. Al final todo tiene un inicio y, por lo tanto, debe tener un final. De verdad, me parece una idea buenísima, acabar el partido con un supertiebreak genera una expectativa impresionante”.

¿Y qué piensan los jugadores? ¿Qué opinan los que realmente van a sufrir este cambio? Le preguntamos a Pablo Andújar sobre el tema, aunque sus palabras de aprobación indican que está encantado. “Sí es verdad que partidos tan largos dejan un poco más de huella, quedan para la historia, pero también es cierto que el jugador que gana tiene que volver a competir dos días después hecho un cromo. Había que cambiar esta normativa porque es lo justo, creo que después de cuatro horas de partido y 6-6 en el quinto ya está más que merecido terminar el partido, para bien o para mal. Dentro de la lotería que supone un tiebreak, que sea a 10 puntos y no a 7 lo hace un poco más justo. Hay que destacar el papel que ha tenido la ATP para hablar con los cuatro torneos para llegar a un acuerdo y unificar esta decisión. Lo veo como una gran noticia”, subrayó el conquense.

Ya solo falta por escuchar a la prensa, porque los periodistas, aunque sea sentados en una silla, también recorren las cinco horas de partido dentro de la cabina. ¿Estará Fernando Gómez de acuerdo con este giro? “Que todos los torneos de Grand Slam hagan lo mismo es algo justo, que en Roland Garros los partidos se fueran hasta el infinito en los tiempos que corren era una barbaridad. Sin embargo, creo que la tradición también es muy importante. ¿Que es la tradición? Pues que que en Wimbledon se siga jugando en hierba y no cambie a tierra batida, o que Roland Garros no cambie a pista rápida”, compara el almanseño, uno de las voces más autorizadas de Eurosport.

“Está bien respetar ese tipo de tradiciones en Grand Slam. Es verdad que tanto en Australia como en Wimbledon cambiaron esta regla hace tres años, pero el hecho de unificar de golpe los cuatro es una manera de ir acabando con ciertas tradiciones que tenían de manera independiente”, amplía Gómez. Lo que define a los torneos de Grand Slam es la fuerza que tienen, pero quizá para unirse y ayudar a los de abajo o para apostar por la igualdad entre hombres y mujeres. En general, no estoy de acuerdo con esta unificación que han hecho, seguramente sea justa y resulte equitativa, pero es un golpe letal a la tradición”.

Si pensamos en la salud del jugador, la decisión es gloria bendita. Si pensamos en el espectáculo, queda claro que un partido a cinco mangas cubre de sobra la entrada que paga el espectador. Solo pensando en la tradición puede uno extraer inconvenientes a esta actualización, una herida que los más románticos tendrán que ir sanando con el tiempo. Eso sí, ¿se imaginan decidir un título de Grand Slam con un tiebreak? “En la única circunstancia en la que entendería que no se hiciera así sería en una final”, concluye Corretja. “Si estamos en la final, que el torneo ya se acaba, entonces que se desgasten, ya no hay que recuperarse para jugar al día siguiente. Esta sería la única situación en la que entendería que no se hiciera”.