El integrante de la comisión de Medioambiente y Modelo Económico sostiene que hay diversas normas que se están aprobando que son perjudiciales para el emprendimiento, la inversión y el desarrollo.
Bernardo Fontaine, el único convencional constituyente economista, considera que el proceso de redacción de una nueva carta fundamental “no va por un rumbo correcto”.
Diversas iniciativas -de prosperar- cree que serán perjudiciales para el emprendimiento y atracción de inversiones y, por lo mismo, espera correcciones y anticipa que lo que se resuelva esta semana en el pleno sobre recursos naturales, será trascendental para el resultado del organismo.
Se trata de un “barco sin rumbo”, insiste.
Su cuestionamiento de fondo, es que no se está buscando un texto común que una a los chilenos, “sino -advierte- es un caleidoscopio de grupos de interés donde cada cual quiere obtener un pedazo del Estado o de Chile para sí”.
Enfático, afirma:
“Nadie está preocupado realmente del interés de Chile (…) Entonces, hemos pasado de una Convención que necesitaba establecer cambios necesarios a una Convención que está refutando y demoliendo Chile. Y eso es fatal para el desarrollo social y económico del país”.
– ¿En qué temas se está demoliendo a Chile?
– Por ejemplo, en sistema político lo que se está tramitando y aprobando es un Transantiago político, donde habrá un Presidente que no va a tener dientes, porque no va a poder vetar las leyes y va a tener una iniciativa legislativa muy limitada.
Por otra parte, va a haber una Asamblea que es única, que va a tener un enorme poder, pero que va a estar definida por una ley electoral que incorporará a los independientes como si fueran un partido y a los escaños reservados; esto se va a reproducir una enorme división en subgrupos como tiene la Convención (…) Y no va a tener el contrapeso de una segunda cámara, porque se va a eliminar el Senado.
A eso se suma que va a haber una estructura de gobierno y asambleas regionales que, en su primera versión al menos, tienen un poder federalista. Eso hace muy difícil que el sistema político funcione y eso es una condición necesaria para que se invierta en el país, se desarrolle.
Clave privilegiada
Otro tema le preocupa a Fontaine es lo que llama “arremetida de los pueblos indígenas, que han pasado a llevar lo que era justo y necesario, como hacer un reconocimiento cultural y de buscar un camino de solución a sus problemas políticos y económicos”.
Desde su óptica, dice que se están convirtiendo en una “clase privilegiada”, “vamos a tener una Constitución para los indígenas, porque van a tener leyes especiales, sistema judicial especial”.
También, destaca, se aprobó una norma que establece que toda ley o política pública que afecte a los indígenas tiene que ser aprobada por un plebiscito, es decir, ellos que van a tener un veto sobre todas las políticas públicas y la mayor parte de las leyes.
Entonces, reflexiona, “eso significa que el 12% de la población va a tener un poder equivalente a lo que tuvieron en la antigüedad los aristócratas. Y va a subyugar al 88% de la población. Eso va a producir conflictos sociales y de orden público tremendos”.
“Derecho muy aguado”
– ¿Cómo analiza el mecanismo de expropiación aprobado en comisión?
– Lo que se aprobó en la comisión es un derecho de propiedad muy aguado, porque deja al legislador, o sea el Congreso o el Gobierno, en manos de los políticos calcular cuál es la indemnización que hay que pagar cuando alguien es expropiado y eso es algo profundamente injusto y que genera una enorme incertidumbre.
El Estado tiene que poder expropiar, pero ya existe la certeza de que va a tener que pagar el valor de mercado. Si no se ponen de acuerdo, el expropiado con el Estado, en cuál es el valor, el expropiado puede ir al juez y el juez lo va a definir de acuerdo al criterio de cuál es la pérdida patrimonial que sufrió el expropiado, según dice la Constitución. Y lo que está planteándose, sencillamente es que el Congreso va por una ley fija como se va a indemnizar a las personas expropiadas y no requiere indemnizar por el valor de lo expropiado.
“A nadie le importa la economía”
– ¿En qué normas hay que poner atención en la discusión del pleno sobre medio ambiente y modelo económico?
– Se han aprobado una serie de normas que van a ir al pleno que son de una redacción muy amplia y poco precisa. Pero por ejemplo, se exige que haya plebiscitos para todos los proyectos de inversión comunales, una vez que estos hayan tenido todas las aprobaciones ambientales.
Eso es de locos e impracticable. Este es un nuevo freno a la inversión, justamente cuando lo que necesitamos es echar a andar el país más rápido que nunca.
Y viene la discusión de los recursos naturales, qué va a pasar con el agua, con la minería.
En la votación en general, como sabemos, se aprobó la estatización total de la minería y la derogación del Código de Aguas. Entonces, vamos a ver cómo en esta segunda votación se van a ir tratando estos temas que son fundamentales.
Al final, uno de los dramas de la Constituyente -y lo vivo muy de cerca, porque soy el único economista- es que a nadie le importa en la Convención la economía, nadie está preocupado de si va a haber recursos y capacidad de gestión del Estado para poder desempeñar la cantidad enorme de obligaciones y derechos que se le están poniendo. Y nadie tampoco está preocupado de ver si esta Constitución está generando los incentivos para que haya en Chile actividad económica y eso es muy frustrante.