La carrera de Neymar con el Paris Saint Germain no parece tener luz al final del túnel, aunque el futbolista expresó recientemente dónde le gustaría pasar una de sus últimas etapas. El brasileño confesó en el podcast Fenómenos a su compatriota, Ronaldo Nazario, que le convence la Major League Soccer, una liga con potencial estructural en los Estados Unidos.
El soccer, en la MLS, le podría brindar algo que ningún otro campeonato de segundo o tercer plano le podría dar: estabilidad futbolística, solvencia económica y calidad de vida como asociación. Que las ligas de China, Qatar, Rusia, Japón, Turquía o incluso México dejen de crearse utopías, Neymar jugará tarde o temprano en los Estados Unidos.
Sin ser el deporte más popular del país, los norteamericanos han ganado terreno al convertirse en referencia para futbolistas que quieren colgar los botines. El “10” de la Canarinha podría sumarse a nombres como Henry, Lampard, Zlatan Ibrahimovic, David Villa, Pirlo, Hugo Sánchez, Pelé y muchos más, quienes decidieron terminar su camino en la nación yankee.
Otros, no tantos, optan por viajar en el ocaso de su vida futbolística a países donde la pasión futbolística no es precisamente la mayor característica, ahí está el caso de Iniesta en el Vissel Kobe de la primera división japonesa y Xavi Hernández, quien se volvió jugador y posteriormente entrenador del Al-Sadd S. C. de Qatar.
Ninguno de los antes nombrados se “sacrificaron” como lo hizo Ronaldinho, estrella de Brasil por ganar la Copa del Mundo en 2002, la Champions League en 2006 y el Balón de Oro en 2005. En 2014, el Querétaro F.C. de la Liga MX lo fichó cuando Ronnie no tenía contrato, tras su paso con el Flamenco y el Atlético Mineiro de Brasileirão.
La Sonrisa del Futbol llegó a los Gallos Blancos luego de una conversación con Arturo Elías Ayub, yerno de Carlos Slim, (uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes). Después de México, Dinho jugó en el Fluminense y en ligas semiprofesionales alrededor del planeta. Las comparaciones son a veces necesarias, Neymar no tiene planes de acabar su carrera por la puerta de atrás.
Con el PSG lleva una relación tóxica, pues cuando llegó a París, en 2017, los aficionados le depositaron su fe para que ayudara al equipo a conseguir y levantar el trofeo más anhelado por los clubes europeos, la Champions League. Luego de eso, las lesiones lo alejaron de las canchas y de partidos trascendentales, por lo que poco a poco el desencanto de los parisinos se ha hecho más evidente.
Otro problema apareció para Ney, llamado Kylian Mbappé, el francés rinde cada centavo que pagó el PSG por él. Y, si bien la llegada de Messi al Parque de los Príncipes ayudó para formar un tridente de ensueño, el brasileño tiene la osadía de cambiar de idea como cambia de calcetines. El contrato de Neymar lo vincula hasta 2025 con el Paris, pero eso no lo ata en lo más mínimo.
Neymar es uno de los últimos regateadores que existen en el futbol actual, los mecanismos y automatismos han permeado las nuevas tendencias de futbolistas que salen de las canteras a nivel mundial. No perder el balón es la prioridad, pero Ney es un rebelde con los pies, arriesgar y driblar a su contrario es su primer objetivo, por eso cuesta lo que cuesta.
Los patrocinios le siguen. Su futbol es vistoso y vende. Las marcas deportivas quieren estar relacionadas con el brasileño. Los videojuegos lo quieren para portada de su último lanzamiento, o al menos así lo fue hace tres años. Por si fuera poco, Netflix realizó un documental titulado “Neymar: El Caos Perfecto”, en el que describen cómo es el jugador fuera de la cancha.
La MLS podrá darle a cambio un conjunto de virtudes que equipos de Sudamérica no alcanzarían, ni los poderosos económicamente del continente lo asemejarían. Boca Juniors, River Plate, Corinthians, Gremio, Tigres UANL, Monterrey y América están descartados. Solo el Santos de Brasil, donde inició su camino y donde parece tener fin.