No es extraño ver que el precio del Bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo, oscile a niveles no aptos para cardíacos. Solo en junio de 2021, la divisa digital rebotó en el piso de los 28 mil dólares de valoración para iniciar un despegue sin control hacia los 68 mil dólares en noviembre. Hoy, dos meses después de ese histórico momento, la moneda cae sin control en menos de medio año. En abril, cayó de 63 mil a 28 mil, pero ¿en qué se diferencia esta caída? Este es un repaso a las claves que han provocado la caída de las criptomonedas y que, según analistas, podría no remontar como antes.
¿Qué es una criptomoneda?
Antes de empezar con el desglose, es importante recordar las condiciones de un mercado poco estable. Hablamos de una divisa digital de distribución descentralizada y lejos de los entornos bancarios y sistemas regulatorios, los encargados de estabilizar índices en el valor de las monedas corrientes. La cualidad que se destaca en este formato es el control externo en las transacciones bajo un control por bloques, conocido como “blockchain”.
Esta tecnología soporta el flujo transaccional de Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas. Con el tiempo, cientos de compañías han desarrollado nuevas maneras de establecer contratos inteligentes para agilizar los procesos y, con ello, han llegado a consolidar nuevos modelos de “blockchain”.
Frente a las primeras versiones de Bitcoin, cuyo mítico origen se establece en la mente del ficticio Satoshi Nakamoto, las nuevas versiones de blockchain desarrolladas por otras empresas crean oportunidades como los NFT, los metaversos, las transacciones seguras, los “token fans” y otros formatos con gran auge.
Sin embargo, el nombre bitcoin ha sido el más popular y el más asociado a un terreno que hoy supera las 8 800 divisas digitales. Con el tiempo, también, el acceso al intercambio de estas criptomonedas se ha vuelto masivo, y hoy ya no hablamos de USBs o discos duros perdidos en un basurero, sino de apps que se vinculan a nuestra tarjeta de débito para realizar operaciones. Incluso, El Salvador adoptó al bitcoin como moneda corriente, como parte de una estrategia agresiva para mejorar las finanzas nacionales. Ya hablaremos de eso.
¿Por qué sube o baja una criptomoneda?
A diferencia de las monedas de uso corriente, como el dólar o el sol peruano, las criptomonedas tienen una variación más radical. Esto ocurre porque, a diferencia de divisas nacionales, no existen entes reguladores que intervengan en el control de precios y, como consecuencia, no haya quién meta mano.
Sin embargo, los niveles de caída y ascenso son muy frecuentes y oscilan entre porcentajes altos. Esto se debe a elementos externos que afectan, para bien o para mal, el precio de la criptodivisa. Esto también ocurre con el dólar, como cuando existe una crisis internacional, pero hay elementos de prevención que contienen tendencias alcistas o de caída.
Cuando el precio del dólar varía drásticamente en un país, las entidades financieras reguladas y los bancos centrales comienzan a dar un soporte para evitar que se dispare o se desplome, liberando en el mercado cantidades controladas en función del objetivo. Esto en criptomonedas no existe.
Frente al frágil bitcoin, por ejemplo, el dólar es una robusta roca. Elementos externos como los anuncios de prohibición en el minado de criptomonedas, las declaraciones negativas de empresarios, el ingreso de reguladores, el hackeo de sistemas de intercambio y las condiciones externas como la variante Omicron de COVID-19 provocan que las monedas digitales se sacudan muy fuerte.
Para índices alcistas ocurre lo mismo. Con el anuncio de META para la construcción de un metaverso basado en herramientas diseñadas por Facebook, las monedas creadas para entornos digitales comenzaron a subir. SAND, MANA y otras asociadas a metaversos pasaron de un precio de US$ 0.08 a los 3 o 4 dólares por unidad en horas.
Al no haber regulador, y permitir que el control se base en una cadena de bloque formada por contratos digitales replicados e inalterables, no hay forma de añadir elementos de prevención en el cambio del precio.
¿Por qué las criptomonedas no están reguladas?
Bueno, no todas. Recordemos que existen las monedas estables, una divisa digital asociada a un activo regulado, como el oro o el petróleo. Gran parte de estas stablecoins funcionan como un soporte digital al propio dinero corriente, y muchas divisas internacionales cuentan con equivalentes digitales en mercados cambiarios.
Es ahí en donde las economías globales encuentran un primer paso seguro hacia la regulación de las criptomonedas más populares. La Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, China y otros países han iniciado un proceso de reglamentación para que este formato sea aceptado, en vista de que las pasarelas de pago han comenzado a adoptar esta solución. Mastercard, Visa y otras ya cuentan con soporte para criptodivisas.
La única “regulación” en este mercado es el blockchain, un registro contable compartido que permite múltiples certificados como respaldo. Ese mecanismo de control no tiene impacto en el precio, sino en la seguridad de quién tiene o dejó de tener una criptomoneda.
Las “ballenas” de bitcoin, qué son y por qué son peligrosas
Con el tiempo, la concentración de las criptomonedas se da en pequeños grupos controlando grandes cantidades. En investigaciones desarrolladas por la Oficina Nacional de Investigación en Economía de los Estados Unidos – NBER -, se determinó que el 40% de bitcoins a nivel global se encuentran bajo el control de 10 mil cuentas. Sin embargo, no se precisa cuántas de estas cuentas pueden pertenecer a una sola persona o grupo.
Esta concentración provoca un riesgo enorme para la estabilidad de las divisas digitales, sobre todo por su “naturaleza descentralizada”. Una acción coordinada de retiro de dinero podría afectar a los inversionistas menores, quienes suelen apostar por estas divisas cuando buscan un respaldo a largo plazo o deciden invertir en monedas con tendencia al alza.
¿Por qué cayó tanto el precio del Bitcoin?
El último sábado, todo el mercado de criptomonedas experimentó una baja considerable en el precio. En el caso del Bitcoin, que ya venía de una tendencia a la baja desde el pico de 69 mil dólares en noviembre, cayó de un valor de US$ 43 mil el pasado 20 de enero hasta los US$ 33,000 durante las primeras horas del 24. En 7 días ha perdido el 21.09% de su valor.
El Ethereum ha presentado parámetros igual de preocupantes, aunque tuvo una defensa más intensa en su caída. Cabe destacar que la tecnología blockchain usada en ETHER sirve de soporte a cientos de cripto proyectos, monedas y NFTs. Luego de obtener una valoración de 4,400 dólares la unidad, cayó un 32,3% respecto a su valor más alto el 26 de diciembre. Este 24 de enero despertamos con una cotización de 2,190 dólares por unidad.
¿La explicación? Múltiples factores:
El endurecimiento de la política monetaria anunciado por la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) como respuesta a la tasa de 6.8% de inflación que atraviesa el país en medio de cifras alarmantes de la variante Ómicron. Esta medida reduce la inyección monetaria para el estímulo económico desde la reserva federal, lo que reduce la disponibilidad e impacta en las prioridades de consumo.
La prohibición del minado. Con el tiempo, se ha evidenciado que el minado de criptomonedas – la actividad que permite obtener divisas usando potencia informática de computadoras y tarjetas gráficas para el registro de operaciones en el blockchain – requiere demasiada energía. Si bien hay propuestas interesantes como la del gobierno de El Salvador para el uso de energía volcánica en la obtención de bitcoins, son más los países que han comenzado a prohibir el consumo excesivo de recursos energéticos en esta actividad. En China, la actividad minera casi ha desaparecidos tras haber soportado más del 75% de procesos extractivos. Al “mudarse”, llegaron a Rusia. Actualmente, el gobierno del presidente Putin evalúa prohibir el minado y hasta el uso de criptomonedas en ese país, junto con la Comunidad Europea y otros países del este. El cerco sigue creciendo.
El ataque a CryptoCom. Hace unos días, el sitio CryptoCom anunciaba el robo de 34 millones de dólares en criptomonedas desde cuentas de usuarios, provocando un retiro masivo de fondos por precaución, los mismos que fueron suspendidos hasta dar con las causas de esta brecha de seguridad.
La demora en las decisiones. Con cada intento de regulación anunciado por un sistema financiero, el mercado de criptomonedas varía considerablemente al alza o la baja, dependiendo del impacto de cada acción. En los últimos días, la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) se mostró interesada en flexibilizar las condiciones para los proyectos basados en criptoactivos, pero son las empresas las que esperan con ansias una resolución del tema. En China el panorama es muy similar, y hasta Tencent ha mostrado gran interés por la posición del gobierno de Xi Jinping respecto a los metaversos, actividad que guarda estrecha relación con criptodivisas.
Caída del Bitcoin ¿Qué hacer?
Lo más prudente es esperar. Para muchos, este suele ser el momento perfecto para comprar bitcoins y suponer un riesgo menor, pero el escenario configurado alrededor de esta tendencia a la baja es distinto al de junio. Si ya invertiste y perdiste, considera informarte sobre las condiciones cambiarias del BTC, pero si estás fuera de este tipo de inversión trata de mantenerte fuera.
Lo otro que se recomienda es diversificar el portafolio. Si bien todo el mercado ha caído entre un 30 y un 50% en valoración, otras monedas podrían tener una tasa de recuperación mayor en función de anuncios o asociaciones sobre la tecnología que usan.
Por encima de todo, lee sobre cada proyecto y busca información de las tendencias que han mostrado en intervalos. Hoy las plataformas muestran el historial de precios en intervalos concretos, con los que también se puede repasar la conducta de cada divisa tras una crisis o la duración de una tendencia al alza.