Calzados Tiberio fue durante décadas una empresa familiar muy conocida en Pamplona que llegó a tener tres tiendas en la capital navarra: en la calle Castillo de Maya, en la Calle San Fermín 45 y en la Avenida de Bayona 32.
La última de ellas en cerrar fue la de la calle San Fermín en marzo de 2020, hace casi tres años, que está muy cerca de otros locales que hemos conocido en este apartado de comercio local, como por ejemplo la tienda de comida casera Pollo Paulino o el bar Itziar donde las gambas son el producto estrella.
Años antes, en 2018, bajaba la persiana la tienda situada en la calle Castillo de Maya, en lo que comenzaba a ser el principio del fin de la emblemática zapatería. Dos años más tardes y con pocos meses de diferencia cerrarían los otros dos establecimientos. Primero el de la avenida de Bayona el 28 de febrero de 2020 y después la tienda de la calle San Fermín en 14 de marzo de 2020, coincidiendo con el cierre general por el covid-19.
Sin saberlo aún, aquel precipitado cierre por causas sanitaria fue el último de la saga de zapaterías de la capital navarra. La jubilación de los hermanos Tiberio y la falta de relevo generacional causaban que, tras 65 años de historia en Pamplona, su periplo llegará al fin.
Patxi Tiberio, uno de los hermanos, ha explicado a Navarra.com: “El covid-19 no influyó. Estaba previsto el cierre mucho antes. Fue un tema más de edad y de las jubilaciones de mis hermanos mayores. No hubo otro tipo de factores, aunque todo se nota”.
“Lo cierto es que en cuanto los clientes conocieron la noticia del cierre se vendió todo el producto que nos quedaba con mucha rapidez. No quedó nada en el almacén. Mucho antes del verano de 2020 que habíamos previsto”, señala.
Patxi llegó a trabajar con su padre Gregorio, aunque luego se ha dedicado al periodismo en Rne Navarra: “Me tocaba ayudar en vacaciones y fines de semana a mi padre Gregorio en el taller-fábrica que teníamos en la calle Gorriti, que luego se cerró y pasó a la avenida de Bayona”.
Todos los hijos de Gregorio han ayudado en la empresa familiar: “Mi hermano Carlos, el mayor de todos, ha sido desde crio el brazo derecho de mi padre”, reconoce Patxi Tiberio.
Comenta con cierta nostalgia que el producto a la venta “era siempre de mucha calidad. La atención al público fue también muy buena, como nos transmitía nuestro padre que debía ser, y la gente lo agradecía mucho”, asegura Patxi.
La zapatería Tiberio se remonta a 1929, cuando Gregorio Tiberio Mañanas montó un taller de reparación de calzado en Viana, su localidad natal. Después se dedicó a la fabricación artesanal de zapatos. Gregorio Tiberio, que tuvo ocho hijos, se trasladó a Pamplona en 1955, donde adquirió una fábrica de calzado en la calle Gorriti 4.
La empresa comienza a crecer con trece trabajadores y su nombre se convierte en una referencia a la hora de comprar zapatos en la capital navarra. De los ocho hijos de Gregorio Tiberio, seis continuaron la estela de su padre y se han dedicado al negocio familiar.
Después de Gregorio, su hijo Carlos ha estado trabajando con sus hermanos Pura, Felipe, Loren, Pili, Mari Carmen, Gregorio y Patxi, aunque los dos últimos luego se dedicaron a otras profesiones. También trabajó el nieto Carlos en tercera generación.
La tienda de la calle Castillo de Maya se abrió en 1963. Cinco años después se instaló también en la calle San Fermín y en 1980 en la avenida de Bayona, en un local que hacía esquina y de amplio escaparate. La fábrica de calzados fue vendida en 1968 a un empresario de Almansa (Albacete).
Vendían las mejores marcas del mercado. Un representante de la tienda acudía a las más importantes ferias internacionales del sector para traer lo mejor a la capital navarra. Serán muy pocos los pamploneses que no han comprado zapatos en calzados Tiberio.