Alberto Chicote en El Hormiguero sobre las residencias: «Comidas de mierda»

Llegó Alberto Chicote a ‘
El Hormiguero‘ cargado de reivindicaciones. Y no le faltaban razones. ‘Hablando en plata: el escándalo de las residencias’ es un especial en el que el chef indaga en algo que le escuece de verdad. «Me da mucha rabia hablar de un tema como este en ‘El Hormiguero’ porque esto siempre es divertido, y aquí no hay nada divertido. Hablamos del claro maltrato que sufren muchas de las personas que han construido la sociedad en la que vivimos. Es algo injustificado, innecesario y bastante vil en muchos casos», arrancaba el cocinero. Y explicaba su desvelo. «Hace cuatro años hicimos un programa sobre la alimentación de las personas mayores en las residencias y se me ponen los pelos de punta al recordarlo porque lo pasamos muy mal viendo cómo otros lo pasaban aún peor. Después de la pandemia, que ha sido una patente de corso para que
ocurran muchas cosas ahí dentro, quisimos volver y saber qué pasaba. Y lo que nos hemos encontrado es absolutamente estremecedor», aseguraba con la voz entrecortada.
Pablo Motos atendía al emocionado hostelero que se rompía al ahondar en la investigación que ha llevado a cabo junto a su equipo.

Chicote ha penetrado en el mundo de las residencias para mayores y no le ha gustado nada lo que ha visto.
«Comidas de mierda, trato absolutamente vejatorio y una filosofía de que eso es un negocio y, si me ahorro dos perras en el cuidado, la manutención o las atenciones de unas personas que han construido nuestro país, lo demás me da lo mismo. Y eso había que contarlo. Era necesario», denunciaba. Sus reproches continuaban. «Es muy llamativo que muchas de las personas que viven en una residencia, cuando se ven aquejadas de una enfermedad y acceden al servicio de un hospital, en muchísimos de los casos en el informe médico figuran las palabras desnutrición y deshidratación. Eso se puede traducir directamente por maltrato», censuraba muy serio.

«Parece que nos hemos olvidado de las personas que necesitan más de nuestra ayuda. Cundo pensamos en una persona desvalida siempre nos viene a la cabeza un bebé, y no es tan desvalido como una persona mayor. ¡Y hay muchos que ni siquiera tienen la posibilidad de quejarse!», manifestaba el maestro de fogones. Chicote insistía en las acusaciones. «Ni Dios vigila. Deberían de vigilar las comunidades autónomas, y la sensación es que no lo hacen. La ley de transparencia obliga a informar de todo, pero a nosotros, cuando les pedimos la información, solo nos respondieron ocho comunidades, y no del todo. Esa transparencia, a veces, es solo fachada», recriminaba.

Las evidencias que han hallado en el especial son muchas y a Chicote le han impactado. «Es acojonante cómo ha habido una transición de unos centros que tenían como principal fin ofrecer unos cuidados a quienes más lo necesitan, y se han transformado en un negocio donde cada ‘perra’ cuenta», exponía. Y ponía un ejemplo abyecto: «¿Te imaginas tener que desayunar, comer, merendar y cenar por seis euros, en el mejor caso? Pues eso es lo que hay. Y nadie dice nada. Es que no puede ser, esto tiene que cambiar», protestaba con tino.