Vimos el inicio de un nuevo camino, un nuevo paradigma, no sólo en la educación sino adoptando toda su esencia para los que estábamos en el camino del emprendedurismo. Los tiempos nos llamaban a romper esquemas, a usar los entornos y recursos del conocimiento para ser efectivos, en definitiva lograr ese cambio estratégico para nuestras vidas.
A menos de dos años de estar aprobada esta ley la terrible pandemia por el CoVid-19 nos confrontaba justamente al uso de nuevas tecnologías y Misiones ya tenía las herramientas, se estaba preparando y si bien las comparaciones no siempre son buenas vemos como otras provincias ni siquiera tenían en lo más bajo de sus agendas el tema, cuando aquí estaba al tope.
Una startup, no es otra cosa que una idea que se va transformando en realidad a través de iniciar un emprendimiento y la pregunta que surge es: ¿Qué nos puede permitir generar ese momento de disrupción?
La respuesta es clara. Todo lo anterior llevado a la práctica. Romper viejos paradigmas y saber que así como Arquímedes decía “si me das una palanca moveré al mundo” ahora los tiempos nos dicen que “si me das una idea, cambiaré al mundo”.
Para empezar esta transformación, uno de los novedosos conceptos con los que nos tenemos que amigar es la llamada economía del conocimiento. Porque será, en nuestro emprendimiento, una de los grandes principios para darle el primer gran valor agregado a nuestra idea. Esta economía no nos va a generar quizás una ganancia directa pero nos dará la oportunidad de tener ventajas para acceder a una serie de bienes y servicios, que nos permitirá que nuestra idea se vaya mejorando y perfeccionando.
El ecosistema emprendedor de nuestra provincia debe ver las herramientas que el Estado va construyendo, como por ejemplo la Escuela de Robótica, el Parque del Conocimiento, la conectividad a través de Marandú y sobre todo la fuerte señal hacia la formación de los jóvenes que innovan en tecnologías disruptivas. Estamos viendo grandes avances misioneros que hoy se debate el mundo, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, los blockchain y las criptomedas. Todos estos conceptos ya no son una teoría en Misiones. Son cosas que ya están pasando, y que en los próximos años tomarán un impulso enorme.
A priori vemos un mundo paralizado por la pandemia y las crisis sociales y económicas que esto acarrea. Pero a la vez no hay mejor momento que el actual para emprender y encausar nuestras ideas relacionadas hacia una “insurtech” que brinda oportunidadesa los emprendedores, en ese gran mercado que son las aseguradoras. Y lasfintech que desde los servicios financieros dan una nueva y novedosa herramienta.
El primer paso hacia una startup
Podemos hablar mucho de lo que podemos hacer con una startup en funcionamiento. Pero me quiero detener en el primer paso. No creo tener la verdad absoluta, solamente me interesa transmitir desde mi experiencia, lo que considero son los primeros pasos necesarios.
Definir la idea, el modelo de negocio que vas a querer encarar y hacer un primer estudio o “tomarle el pulso” al mercado que vas a apuntar, para determinar a prima facie si tu idea podría prender en el público.
Una vez realizado lo anterior vendrá ya la etapa donde tu producto o servicio comienza a ser adquirido y podrás empezar a medir sobre números concretos el rendimiento de ello, y si pudiste avanzar estarás llegando a la más apasionante de las etapas que se denomina la etapa “Growth” o de crecimiento, donde tendrás que poner toda tu capacidad para aprovechar esa inercia que te dará el haber llegado al mercado con tu emprendimiento. Es el tiempo justo para mejorar lo que tengas que mejorar de tu producto y llegar a un mayor mercado para entrar a la etapa de expansión, donde tu startup está lista para abarcar nuevos mercados, nuevas oportunidades.
En los primeros párrafos decía que con una idea podías cambiar al mundo. Quizás en ese momento se te pasó por la cabeza que es una frase hecha, que muchas veces la escuchaste y aquí viene tu primer ejercicio disruptivo. Me gusta utilizar una frase de Teresa de Calcuta para graficar la idea: “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota”, empieza por cambiar TU mundo y estarás cambiando todo. ¡Feliz emprendimiento!
Dr. Matías Sebely