OPINIÓN
JULIO MONFORT
Bañistas este 1 de enero en la cala del Gosset, en Dénia.
El último día de 2022 el periódico de papel parecía un cómic de terror. Sirvan como ejemplo algunos titulares: “El mundo mira a China con miedo tres años después”, “Lecturas para salvar el planeta del desastre”, “Más de 24 millones de españoles pierden poder adquisitivo”. Y además, la conmoción de once mujeres asesinadas solo en diciembre, lo que eleva a 48 el número total de víctimas mortales por violencia de género. Pese a ser un tema tan trágico, conviene puntualizar que la tasa anual de feminicidios en la última década en nuestro país, con una media de 52 mujeres asesinadas por año, es de 2,6 por millón, una de las más bajas de la Unión Europea. En la mayoría de casos, la pobreza es el denominador común. Desde 2013 en Dénia se han producido dos asesinatos, el último en 2019. Con este panorama informativo, resulta difícil empezar sin miedo y cierta angustia el nuevo año, aunque ya se sabe que los medios tienen tendencia a la exageración a la hora de sembrar el pánico. Por algo siguen siendo “el cuarto poder”. Llevamos veinte años salvando el planeta y podemos estar así muchas décadas más, quizás siglos. Lo cierto es que diciembre de 2022 ya ha pasado a la historia como el más cálido desde que hay registros. El proceso de calentamiento global se confirma por tanto como incuestionable. La verdad es que en Dénia hemos estado “fenomenal”, con una temperatura media diurna de 20 grados, invierno primaveral. Y eso ha influido sin duda en un aumento de visitantes en las vacaciones navideñas, una alta ocupación hotelera y una intensa actividad en la hostelería. En fin, que parece aquí, en Dénia, eso del miedo nos afecta bastante poco. Entre el último día de 2022 y el primero de 2023, en La Marina Plaza hemo podido leer: “Los emisarios de los reyes magos visitan Dénia para recoger las cartas”, “Dénia será salida de una etapa de la Vuelta Ciclista a España” y la nueva ordenanza de “Bienestar Animal”, que básicamente incluye más obligaciones y más sanciones para los propietarios de perros pero nada que realmente mejore el bienestar de los canes. Y sobre los jabalíes, que también son animales, que quizás asustan pero nunca agreden, pronto irán pasando al otro barrio crujidos a flechazos. Pero volviendo al miedo, ese tema eterno en la evolución de la humanidad que siempre han utilizado con pretensiones de dominio las esferas del poder, uno de los sociólogos más influyentes de nuestro tiempo, Heinz Bude, autor en 2017 de “La sociedad del miedo”, asegura que solo nos lleva a la impotencia, “más en un momento en que todo gira en torno al poder individual de cada uno”. “El poder -añade- solo lo obtenemos cuando lo hacemos acompañados de los demás, es decir, con solidaridad”. Y concluye: “Hoy somos individuos solitarios y si no nos abrimos al resto fracasaremos”.
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