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No han pasado ni 24 horas entre que Estados Unidos ha alertado al mundo entero con la posibilidad de que Rusia invada Ucrania antes de que acaben los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 y que se produjera el primer mensaje político por un deportista de uno de los dos bandos. Vladyslav Heraskevych, uno de los participantes en la prueba de skeleton, según finalizó su descenso en trineo a más de 120 kilómetros por hora se sacó un cartel con un lema claro: “No a la guerra en Ucrania”.
Este joven ucraniano de 23 años no es una estrella de este deporte. Es el único representante de su país en un deporte que tampoco tiene mucha relevancia en el país. De hecho, de pequeño iba para boxeador. Su padre Mykhailo le entrenaba para ello, pero Vlad se empezó a sentirse atraído por la alta velocidad. Pronto se convirtió en uno de estos hombres bala que utilizan su cuerpo para descender sobre un trineo a altas velocidades por un tubo.
Lo más importante es que su mensaje llegó a todos los lugares del planeta. De repente, Pekín 2022 se convertía de forma literal en un epicentro más del conflicto que tiene al mundo paralizado en las últimas semanas. En parte ya lo era porque, después de que Vladímir Putin acudiera a la ceremonia de inauguración de la cita más importante de los deportes de invierno, se entendió que no se iba a producir ningún aumento de la escalada hasta el término del mismo.
La relación entre Rusia y China es lo suficientemente importante como para no hacer que Xi Jinping pudiera quedar en una situación controvertida. En las últimas horas todo esto parece haberse caído. Mientras Vladyslav muestra un mensaje de preocupación por parte de un ucraniano al mundo, las principales potencias mundiales aclaran en sus países que tienen planes para que sus ciudadanos abandonen la zona de conflicto de forma rápida en caso de que estalle la guerra.
Terremoto en Rusia
“Vlad, estamos orgullosos de tu posición, estamos orgullosos de ti”, “Es genial que entiendas que el deporte no está fuera de la política”, “El deporte no es una excepción, los ucranianos debemos gritar sobre lo que está haciendo el régimen de Putin”, “Estoy orgulloso de que haya jóvenes en Ucrania que aman sinceramente a su Ucrania natal y hacen todo lo posible por su bienestar” o “Eres un digno hijo de Ucrania” fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer como reacción en su país a su gesto.
“Es mi puesto. Como cualquier persona normal, no quiero la guerra. Quiero la paz en mi país y quiero la paz en el mundo. Es mi posición, así que lucho por eso. Lucho por la paz. En Ucrania, ahora hay mucho nerviosismo. Muchas noticias sobre armas, sobre armas, lo que está por venir en Ucrania, sobre algunos ejércitos alrededor de Ucrania. No está bien. No en el siglo XXI. Así que decidí, antes de los Juegos Olímpicos, que mostraría mi posición al mundo”, sentenció Vlad cuando fue preguntado por ello tras la prueba.
El mismo orgullo que mostraba su padre en público a través de su cuenta de Facebook. “No tengas miedo de expresar tu posición patriótica cívica al mundo entero”, exponía Mykhailo. A pesar de no pasar del 17º puesto en su prueba, Vlad es un héroe nacional para gran parte del país. No así en Rusia. La Diputada de la Duma Estatal de la Svetlana Zhurova cargó contra él.
“El atleta habló a favor de la paz mundial. ¿En qué momento se ha roto esa paz? ¿Hay una guerra en Ucrania? Si hubiera una guerra en Ucrania, entonces sería una violación de las normas, pero no hay guerra en Ucrania. Resultó muy correcto, pero todos entienden lo que quieren decir. Movimiento muy astuto. Consultaron con los abogados y se aseguraron de no ser sancionados”, expuso la política rusa. Con esto último se refiere a que el Comité Olímpico Internacional ha decidido no intervenir.
Lo que dice el COI
Según el artículo 50 de la Carta Olímpica, está prohibido en los Juegos cualquier tipo de manifestación o propaganda de carácter político, religioso o racial. En 2021, se modificó este documento y los atletas pueden hacer “comentarios que no ofenden a otras personas” en conferencias de prensa, en zonas mixtas y en los lugares donde se compita. Es por lo que durante Pekín 2022, celebrado el año pasado por el aplazamiento, también hubo varias referencias políticas.
“Hablamos con el atleta. Fue un llamado general a la paz. Este tema está cerrado para el COI”, dijo el servicio de prensa de la organización. Y Heraskevych agregó: “Creo que los Juegos Olímpicos también luchan por la paz, por los países unidos, así que espero que los Juegos Olímpicos estén conmigo en esta situación, para que nadie quiera la guerra”, dijo. Desde algunos países lejos del conflicto han expresado su indignación porque se haya permitido politizar Pekín 2022.
Todo esto además ha sucedido en medio de unos Juegos en el centro de la polémica por el miedo al control chino de todo lo que los atletas digan y hagan en su país, así como el control de su tecnología y el robo de información. En el período previo a la cita, atletas y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la represión de las protestas. Estados Unidos, por ejemplo, avisó a sus deportistas de que no llevasen sus móviles personales. Mientras tanto, Vlad no ha tenido miedo para denunciar el sentir mayoritario de su país.
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