Un nuevo flanco se abrió el presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, al proponer una agenda de 10 prioridades legislativas para recomponer el clima político y revalidar la política de acuerdos en el Congreso.
Si bien la idea era construir un consenso amplio en torno a un paquete de iniciativas, en su mayoría vinculadas a seguridad ciudadana, había un proyecto -promovido por un grupo transversal de diputados- que era particularmente espinudo para el PC, el PS y el Frente Amplio.
Dentro de la agenda preliminar presentada por Mirosevic figuraba una reforma para ampliar el control de identidad dirigido a inmigrantes en situación irregular.
“La idea matriz del proyecto es ampliar las hipótesis de control preventivo de identidad y dotar a los funcionarios de Carabineros de Chile y de la PDI de nuevas herramientas en la identificación de personas migrantes en calidad de irregular o con permisos de residencia vencidos, para así dar mejor cumplimiento a los procesos de regularización y expulsión contemplados en la Ley de Migraciones y Extranjería”, dice el resumen de esa iniciativa.
“Cuando una persona no pueda acreditar encontrarse en situación migratoria regular, según lo establecido en la ley N°21.325, el funcionario policial deberá trasladar al individuo para ponerlo a disposición de la Policía de Investigaciones dentro del más breve plazo, el cual no podrá exceder de una hora, para corroborar su situación migratoria e iniciar los procedimientos que correspondieren de conformidad a la ley”, añade la síntesis de esa moción de autoria de la diputada Joanna Pérez (DC), que fue suscrita, además, por Yovana Ahumada (PDG), Jorge Alessandri (UDI), Jaime Araya (indep. PPD), Miguel Ángel Calisto (exDC), José Miguel Castro (RN), Andrés Jouannet (indep. Amarillos), Raúl Leiva (PS), Andrés Longton (RN) y Renzo Trisotti (UDI).
Pese que, en teoría, este proyecto tenía un respaldo amplio, desde el PC al PS salieron a cuestionar que la idea se pusiera dentro del borrador de un presunto acuerdo transversal instado por parte del presidente de la Cámara.
“Llama la atención que las iniciativas de seguridad se presenten al mismo tiempo del trabajo que realizamos en el acuerdo nacional por la seguridad, desde donde deben salir también prioridades legislativas”, comentó la diputada Alejandra Placencia (PC), integrante de la Comisión de Seguridad de la Cámara
Respecto de la propuesta de control de identidad, la legisladora comunista añadió que “no queda claro si es un proyecto antimigrantes o antidelincuencia, porque fomenta el control de identidad por el color de piel o el acento de las personas y no por presunciones delictuales reales”.
“Todos queremos que el tema migratorio se regule adecuadamente, pero este proyecto aporta muy poco. Usar un instrumento de persecución penal preventivo, para solapar una crisis administrativa puede traer más problemas”, complementó Placencia.
Los parlamentarios del Frente Amplio, en tanto, prefirieron no opinar en público, pero confirmaron sus reparos, en vista de que históricamente sus líderes fundacionales como el ministro Giorgio Jackson y el actual Presidente de la República, Gabriel Boric, siempre se opusieron tenazmente a reponer el control de identidad preventivo dentro de la legislación, reforma que se materializó en 2016 dentro de una agenda de seguridad promovida entonces por el gobierno de Michelle Bachelet.
“A quienes nos preguntan, desde el Frente Amplio siempre nos opusimos a la ley de control de identidad. Tanto en el gobierno de Bachelet como en el de Piñera”, reiteró Boric en 2021 a propósito de una polémica que se dio en plena campaña presidencial.
El diputado y subjefe de bancada del PS, Tomás de Rementería, también comentó que en su comité hay reparos por esta nueva iniciativa. “Tenemos que combatir la delincuencia, es algo que nos pide la ciudadanía, pero tampoco hay que caer en medidas que son populistas penalmente y que pueden generar situaciones de tensión innecesaria. No estoy de acuerdo con ampliar el control de identidad, ya es suficientemente amplio”, comentó.
Esta desmarque de fuerzas oficialista a una de las iniciativas de su agenda de prioridades, no fue el único problema que se le generó a Mirosevic.
En la derecha también le hicieron ver sus observaciones al oficialismo. Apuntaron a que el presidente de la Cámara no debía anticiparse y hablar de un acuerdo transversal mientras no se conversara con todos los comités. Incluso, uno de los más molestos es el vicepresidente de la corporación, Carlos Bianchi (indenpendiente).
La respuesta que les dio Mirosevic, en todo caso, era que esto solo era una conversación preliminar.