Desde hace un tiempo que los intendentes peronistas del conurbano bonaerense vienen poniendo en agenda pública la necesidad de ajustar la política de seguridad en los distritos, en un mensaje hacia el gobierno provincial y nacional y en miras a la elección del año que viene. Las miradas se posan sobre el ministro de Seguridad, Sergio Berni. El discurso que la semana pasada desde La Plata brindó Cristina Kirchner volvió a encender el tema. La Vicepresidenta centró buena parte de su mensaje en qué hacer con la inseguridad y los intendentes -que luego compartieron una cena con ella, Axel Kicillof y otros funcionarios kirchneristas- celebraron ese pasaje con críticas hacia Berni. Sin embargo, el ministro sigue en funciones y se prepara para volver con intensidad a la escena pública con lo que será el lanzamiento del Operativo Sol 2023.
En medio de una oleada de rumores sobre una salida, cerca del funcionario en cuestión le restan importancia. “Nosotros estamos trabajando como siempre, el único que puede poner o sacar un funcionario es el gobernador”, explican desde el entorno de Berni a Infobae. Al igual que los intendentes, Berni celebró el discurso de Cristina Kirchner a quien en su momento reconocía como su jefa política y hoy algo distanciado, según él mismo reconoció.
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“Música para mis oídos”, resumió el titular de la seguridad bonaerense al escuchar a la ex presidenta pedir el regreso de los gendarmes al conurbano para emular lo que había sido durante su presidencia el Plan Centinela. Una política en la que Berni tuvo participación activa y por la que se cruzó, en esta nueva fase del Frente de Todos, con el gobierno nacional. “No sabemos cuántos gendarmes hay en el conurbano, no podemos coordinar con la policía”, era parte del reclamo de Berni en los primeros meses del Frente de Todos. El gobernador Axel Kicillof opinaba lo mismo.
Justamente es Kicillof quien por ahora sostiene a Berni. Su última ratificación pública fue tras la represión que efectivos de la policía bonaerense protagonizaron en el operativo de seguridad del partido entre Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors, el último 6 de octubre. En La Cámpora cuestionaron el fatídico procedimiento de los efectivos de la bonaerense. Aquellos incidentes terminaron con el fallecimiento del hincha de Gimnasia, César Regueiro. Como primera medida Kicillof había ordenado a Berni que desafecte a todos los responsables de la represión al público del conjunto platense y cortó allí la cadena de responsabilidades.
Pese al temblor político que también acarreó aquel episodio, Berni sigue adelante. Ya prepara el Operativo Sol 2023, del que participarán 8 mil efectivos más a los dispuestos el año pasado. Se trata de quienes egresarán durante el cierre de año. En el ministerio de Seguridad calculan que el dispositivo de mayor despliegue de fuerzas que sucede año a año, se iniciará el 20 de diciembre con epicentro en el corredor vial atlántico bonaerense, pero también en otros puntos de la provincia con mayor afluencia en la temporada de verano como sea por ejemplo la ciudad de Tandil, los distritos de lagunas o las zonas de alquiler de casas quintas que lindan al segundo y tercer cordón del conurbano como Brandsen, Cañuelas o Pilar, entre otras.
Ante la presión en las últimas semanas de algunos sectores propios del Frente de Todos, como los intendentes o bien La Cámpora, que comanda el también presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, cerca del gobernador admiten que Berni sigue en funciones y que es la única persona capaz que manejar una fuerza de seguridad armada de casi 100 mil efectivos. Hay versiones de que Kicillof podría hacer una fusión entre los ministerios de Justicia y de Seguridad en una sola área a cargo del actual ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, quien -como Berni en su momento- cuenta con el respaldo de CFK. En el Ejecutivo bonaerense se mantienen herméticos.
En lo que respecta a Berni, el ministro sigue en funciones. Además fue uno de los que más favorecido se vio con la previsión de gastos para el año que viene en el Presupuesto 2023. Casi el 9% del total irá a su cartera, que es la que tiene más proyección de recursos: un total de $600.916.288.000; que además se traduce en un incremento del 0,3% respecto a lo calculado para este año que finaliza.
Pese a ello, y al carácter centralista que Berni le dio a la gestión de Seguridad y que es una de las cosas que más le interesa a Kicillof, los intendentes están en avanzadas negociaciones para que en el Presupuesto 2023 de la provincia de Buenos Aires además se incluya un Fondo de Seguridad por $32 mil millones a repartirse en los 135 municipios. El plan es que los jefes comunales puedan disponer de esos recursos de manera directa para la compra de equipamiento, sean cámaras de seguridad, botones antipánico o gastos corrientes como combustible para patrulleros. Mientras pasean sus preocupaciones sobre el rol del ministro por despachos provinciales y nacionales, -algo que escuchó de manera directa el presidente Alberto Fernández– también buscan recursos desde la llamada Liga de Intendentes de la Primera y Tercera sección electoral. Pero Berni, por ahora, sigue.
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