Ya la gente no sabe si salir a comer o almorzar en Bucaramanga, porque los delincuentes están haciendo de las suyas al interior de los restaurantes, ingresan como sí nada con arma de fuego a robar.
El último hurto fue en el barrio Cabecera, en la carrera 36, cuando personas departían en un establecimiento.
El dueño del restaurante que pidió no dar su nombre resultó herido con arma de fuego en una de sus piernas.
Relató que dos personas se acercaron a preguntar sobre el negocio y de inmediato una de ellas sacó el arma de fuego, y en medio de la reacción para evitar el robo a los comensales, fue atacado.
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“Estuvo preguntando por el negocio de manera rápida, sacó su arma, amenazó e intimidó a los clentes, reaccionamos para detener el hecho, se presentó un altercado, se levantó y me disparó y huyeron, no hubo reacción rápida de las autoridades”.
La víctima habló del aumento desmedido de inseguridad, y a pesar de que la policía hace patrullaje, no hay efectividad en la seguridad del área.
“Las autoridades que estén más pendientes, y que los comerciales nos unamos, habíamos tocado el tema de seguridad con los vecinos, a este restaurante no lo habían atacado, poder hacer un frente de seguridad y minimizar este tipo de hechos en nuestra cuadra”.
De los delincuentes que llegaron en una moto no se tiene el rastro, y a pesar del plan candado de las autoridades, la Policía no se ha pronunciado sobre el hecho.
Finalmente, la víctima indicó que en medio de lo que sucedió un profesional de la salud logró sacarle el proyectil de su pierna.