A las afueras de Burgos se encuentra el primer centro de innovación de prensado isostático caliente (Hot Iostatic Pressing, HIP), una tecnología prometedora para la industria sanitaria o aeroespacial, ya que puede mejorar las prestaciones de piezas metálicas fabricadas con impresión 3D.
Se trata de las instalaciones de la multinacional burgalesa Hiperbaric, una empresa con 140 trabajadores y 60 millones de euros de facturación previstos para este año, que es especialista desde hace más de dos décadas en comercializar equipos industriales de alta presión. Desde 2021, cuenta con la única planta de HIP en el sur de Europa.
Esta empresa aspira a empezar a vender su tecnología HIP a partir del próximo año, con la idea de que entre 2024 y 2027 haya colocado en el mercado entre tres y cinco equipos HIP anuales, con lo que su facturación podría superar los 10 millones a partir de entonces.
2.000 BARES DE PRESIÓN Y 1.400 GRADOS DE TEMPERATURA
Según explican sus responsables, “hipear” consiste en someter una pieza metálica o cerámica a 2.000 bares de presión y 1.400 grados centígrados de temperatura para mejorar sus propiedades y eliminar posibles defectos de piezas de impresión 3D como porosidades o defectos internos.
“La ventaja es que somos capaces de eliminar los defectos del material. El HIP combina alta presión y alta temperatura para crear una pieza 100 % densa y sin defectos que se pueden utilizar para aplicaciones muy exigentes, como los álabes de una turbina de gas de un avión”, asegura a EFE el responsable de tecnología HIP de Hiperbaric, Ruben García.
El HIP va de la mano con la tecnología de fabricación aditiva, que consiste en fabricar y diseñar piezas de metal o cerámica a través de la impresión, lo que permite “diseños imposibles de fabricar con las tecnologías tradicionales” y además es una técnica muy valiosa en términos sostenibles, explica García.
“Por ejemplo -detalla-, en un avión puedes hacer una pieza muy ligera, algo que tiene ventajas muy importantes porque permite una reducción de peso en aviones, cohetes o dónde se aplique”.
OTRAS LÍNEAS DE NEGOCIO
Hiperbaric tiene otras dos líneas de negocio. La principal de ellas es el uso de equipos de alta presión o HPP (High Pressure Processing, por su sigla en inglés) para el proceso de conservación de alimentos, que incrementa la seguridad alimentaria.
Según la propia compañía, su cuota de mercado a nivel mundial de equipos con tecnología HPP alcanza el 60 %.
La otra línea de negocio es, desde 2021, la comercialización de compresores de hidrógeno que funcionan a alta presión.
“Es una línea de negocio que se está moviendo muchísimo, estamos desarrollando y vendiendo nuestros propios compresores de hidrógeno que funcionan en hasta mil bares de presión enfocados a movilidad sostenible”, asegura a EFE García.
La principal competidora de Hiperbaric con la tecnología HIP es una empresa sueca que lleva años en este mercado, Quintus, con cerca del 80 % del mercado: “Podría decirse que son los líderes”, confirma García, aunque añade que “también lo eran de HPP y los terminamos desbancando”.
La crisis de suministro no ha pasado inadvertida para la compañía. “Nos está afectando especialmente en temas de electrónica, que sí nos está dando más quebraderos de cabeza, porque para el tema de materiales tenemos firmados contratos de largo plazo con proveedores que los están respetando”.
“No somos intensivos en consumo energético pero sí que tenemos proyectos para mejorar la eficiencia energética de nuestros equipos y que nuestros clientes se beneficien de esas mejoras” expone Ruben García.
PARTICIPADA POR EL FONDO ESPAÑOL ALANTRA
A nivel accionarial, Hiperbaric está pendiente de que el fondo de inversión Alantra, que actualmente cuenta con una participación mayoritaria, reduzca su peso en el accionariado, de forma que la mayor parte de la sociedad quedará en manos del director general y fundador, Andrés Hernando, y de varias ‘family offices’ (sociedades que gestionan grandes patrimonios).
En este sentido, la compañía no descarta acudir a los mercados de valores: “La idea es salir en unos años a bolsa para abordar estrategias de crecimiento más ambiciosas todavía”, asegura García.