La nueva líder de Italia, Giorgia Meloni, niega cualquier “simpatía o cercanía” con el fascismo
La nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, negó este martes que tenga “simpatía o cercanía” con el fascismo.
La líder de la extrema derecha, que juró su cargo como la primera mujer primer ministro de Italia el sábado, ganó las elecciones con una campaña construida en torno a la promesa de bloquear los barcos de migrantes y el apoyo a los “valores familiares” tradicionales y a los temas anti-LGBTQ.
“La libertad y la democracia son los elementos distintivos de la civilización europea contemporánea en los que siempre me he reconocido. Y por ello, a pesar de lo que se ha afirmado instrumentalmente, nunca he sentido simpatía ni cercanía por los regímenes no democráticos. Por ningún régimen, incluido el fascismo. Exactamente igual que siempre he considerado las leyes raciales de 1938 el punto más bajo de la historia de Italia, una desgracia que marcará a nuestro pueblo para siempre”, dijo en su primer discurso ante la Cámara Baja del Parlamento como líder del país.
Meloni confirmó este martes el apoyo de su gobierno a la Unión Europea, la OTAN y Ucrania, en línea con su predecesor Mario Draghi.
“Italia forma parte plenamente de Europa y del mundo occidental”, dijo Meloni, añadiendo que seguiría siendo un “socio fiable” de la OTAN en el apoyo a Ucrania.
Al comienzo de su intervención, Meloni dio las gracias a Draghi, al presidente italiano Sergio Mattarella y también a los líderes europeos que se felicitaron con ella tras jurar el sábado su cargo como primera mujer primer ministro de Italia.
“No ignoro la curiosidad y el interés por la postura que mantendrá el Gobierno ante las instituciones europeas o, mejor aún, me gustaría decir dentro de las instituciones europeas, porque es el lugar donde Italia hará oír su voz con fuerza, como corresponde a una gran nación fundadora”, dijo Meloni.
“No para frenar o sabotear la integración europea, como he oído a veces, incluso en las últimas semanas, sino para contribuir a orientarla hacia una mayor eficacia en la respuesta a las crisis y a las amenazas externas y hacia un enfoque más cercano a los ciudadanos y a las empresas”, prosiguió.
La nueva primera ministra subrayó que su gobierno pone fin a la “anomalía” de las administraciones tecnocráticas con un gobierno político “plenamente representativo de la voluntad popular”, señalando que su gobierno no necesita supervisión extranjera.
Este gobierno respetará las normas europeas vigentes y “al mismo tiempo ofrecerá su contribución para cambiar las que no han funcionado, empezando por el debate en curso sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, dijo.
Según Meloni, “será necesario mantener y reforzar las medidas nacionales de apoyo a las familias y a las empresas, tanto en lo que se refiere a las facturas como a los combustibles, un compromiso financiero masivo que agotará gran parte de los recursos disponibles y nos obligará a posponer otras medidas que habríamos querido iniciar ya en la próxima ley de presupuestos”.
La prioridad de su gobierno, dijo, debe ser “frenar los altos precios de la energía y acelerar por todos los medios la diversificación de las fuentes de suministro y la producción nacional”.