Al viajar por el desierto, entre la frontera de México y Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados saben que deben estar preparados para sobrevivir, e inclusive para morir.
Un bote de agua cubierto por una prenda vieja para mantener el líquido lo más frio que se pueda, es crucial. Es imperativo usar calzado cómodo, si son tenis es mejor para una larga caminata y un camino terroso. Una gorra siempre es necesaria para cubrir la cabeza entre vientos o calores extremos.
En el camino lleno de obstáculos todo puede ocurrir; si no es una picadura de alacrán o la de una serpiente, puede ser el propio calor que mate a una persona.
Y entonces, ahí acaba la travesía para muchos.
El sueño americano queda en el abandono, así como los tenis, las gorras, los zapatos, las mochilas con documentos personales importantes, y hasta las fotos de los seres más queridos.
Entre la década de 1990 y 2022, cerca de 4,000 migrantes han muerto tratando de cruzar el desierto de Sonora en Arizona, y el número aumenta día a día.
Ver algunos de estos objetos, los nombres de los fallecidos e inclusive sus fotos es un shock para muchos, pero es necesario para que la comunidad sepa lo que ocurre a diario en la frontera mientras los gobiernos hacen el tema de la muerte meramente político, dicen expertos.
LA Plaza de Cultura y Artes, ubicada a lado de la Placita Olvera, en el centro de Los Ángeles, le da la voz a muchos de estos migrantes que intentan cruzar este terreno adverso, pero los creadores de la exhibición Hostile Terrain ’94: The Undocumented Migration Project, desearían no tener que seguir llevando a cabo estos visuales.
La exhibición multimedia registra los viajes y testimonios de inmigrantes indocumentados que intentan cruzar ese tramo peligroso a través de fotografías, objetos abandonados y grabaciones.
Asimismo, un mapa de la frontera entre Arizona y México de 15 por 12 pies se exhibe con etiquetas colgantes que representan a las personas que han muerto al cruzar la frontera entre mediados de la década de 1990 y 2022. Las etiquetas están geolocalizadas mostrando los lugares exactos donde se encontraron los restos.
El mapa conmemora a los fallecidos e invita a los espectadores a reflexionar sobre aquellos que han perdido la vida.
Jason De León, antropólogo de UCLA y director ejecutivo del Proyecto de Migración Indocumentada (UMP), y quien dirige la exhibición, dijo que su ideal sería no haber planeado nunca la exhibición, mucho menos hacerla porque es muy dolorosa.
“Estamos hablando de miles de muertes que han ocurrido desde 1994”, dijo De León, quien trabaja en conjunto conjunto con el Centro Colibrí para los Derechos Humanos y los creadores Undocumented Migration Project (UMP) en la exhibición.
“Se habla mucho sobre la seguridad en la frontera y el tema se polariza, se vuelve político, y, aun así, nadie entiende realmente lo que ocurre en esos lugares, y el aumento dramático de muertos que ocurren a través de una póliza de la que nadie habla”, dijo De León.
El antropólogo se refiere a la fecha de 1994, cuando la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos implementó formalmente la estrategia de aplicación de la ley de inmigración conocida como “Prevención a través de la disuasión” (PTD).
La póliza fue diseñada para desalentar a los inmigrantes indocumentados de intentar cruzar la frontera cerca de los puertos de entrada urbanos a través del terreno hostil o entradas peligrosas como el desierto de Sonora en Arizona.
“Sin embargo, esta póliza no fue más que un arma contra los migrantes. No fueron disuadidos y siguen muriendo. Al final de día nos gustaría no hacer estas exhibiciones porque esas muertes no tienen sentido”, dijo el profesor haciendo énfasis en que en los annos 80, se escuchaba no más que una docena de muertos al año, pero a partir de la nueva póliza, las muertes incrementaron en los cientos.
Al menos desde principios de los 90s y el 20 de septiembre 2020 unos 3,939 migrantes habían perdido la vida, en gran parte por deshidratación e hipertermia, mientras intentaban este viaje por el sur de Arizona.
De León empezó en el 2009 a salir al desierto y recuperar artefactos abandonados para aprender sobre el proceso social de la migración, lo cual lo ha llevado a obtener desde ropa hasta llantas de autos de la patrulla fronteriza, ahora parte de la exhibición.
Michael Wells, co-curador y fotógrafo de UMP, dijo que lo impactante de la exhibición es su contenido variado, pues la gente no solo puede ver visuales como fotografías sino videos de drones de diferentes ambientes por donde la gente cruza como Honduras, Chiapas, México y el desierto de Sonora.
Así también, la comunidad puede ver clips que los propios migrantes hacen durante sus jornadas y lo que ellos cuentan.
“La meta es mostrar diferentes ángulos y perspectivas para que haya una inmersión entera de la comunidad, ya que hay quienes solo han escuchado del tema, pero no saben verdaderamente lo triste y sorprendente de los visuales y los relatos”, dijo Wells.
Como parte de la exhibición, el público que visita el lugar puede crear las etiquetas para el reconocimiento de cadaveres que faltan o que se encontraron este año en particular en 2022.
Karen Crews Hendon, curadora de señoría de LA Plaza, dijo que el proyecto espera generar conciencia y tiene como objetivo ofrecer una oportunidad de sanación a las familias que han sufrido la dolorosa pérdida de sus seres queridos debido a un sistema inhumano.
“Estamos hablando de una crisis humanitaria y un tema político que ha afectado a miles. Si no lo vemos y no hablamos de ello, no puede haber cambio”, dijo.
“Las pólizas y leyes pueden causar también mucho dolor, y como vemos aquí, muertes. Estas muertes pudieron haber sido evitadas”, subrayó.
De León espera que las voces de lo migrantes sean escuchadas por los políticos y
DÓNDE: LA Plaza de Cultura y Artes, 501 North Main Street, Los Angeles, CA 90012. La exposición estará en el segundo piso del museo. La exposición fue inaugurada el sábado 17 de septiembre de 2022 y se extenderá hasta el 9 de julio de 2023.