“Nadie sabe lo que va a pasar”: CNN habla con rusos que intentan cruzar la frontera en medio del temor a la llamada a filas
Con una bolsa en cada mano y otra en la espalda, Denis sube una colina a pie, tras haber cruzado la frontera de Rusia a Georgia.
“Solo estoy cansado. Eso es lo único que siento”, dice este joven de 27 años mientras intenta recuperar el aliento.
Denis acaba de pasar seis días en la carretera, la mayoría de ellos esperando en la cola para cruzar la frontera. Es uno de los cientos de miles de rusos que soportan un agotador viaje maratoniano para salir de su país.
Aunque hay mujeres y niños entre los que cruzan, la mayoría son hombres en edad de combatir que temen la posibilidad de ser reclutados para luchar en la guerra del Kremlin en Ucrania. Según el Ministerio del Interior georgiano, por el paso fronterizo de Lars han pasado al menos 10.000 personas al día.
Denis, que no quiso revelar su apellido, dijo que decidió marcharse debido a la incertidumbre tras el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, la semana pasada, de una “movilización parcial” de ciudadanos, a pesar de que anteriormente había insistido en que el asalto militar sólo sería combatido por militares profesionales. El Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo que el ejército reclutará a unos 300.000 hombres con experiencia militar previa, para ir a luchar a Ucrania.
Aunque el actual reclutamiento no debería aplicarse a él, Denis teme que eso pueda cambiar.
“¿Cómo sé lo que pasará dentro de tres años? ¿Cómo puedo saber cuánto durará esto?”, dijo.
“Es incierto, y nadie sabe lo que vendrá después”, dijo a CNN.
Su sentimiento es compartido por muchos de los que cruzan la frontera con Georgia. Son profesores, médicos, taxistas, abogados y constructores: rusos corrientes que no tienen ganas de guerra. Y aunque dicen no estar de acuerdo con el gobierno, creen que no pueden hacer nada para obligar a Putin a cambiar de rumbo.
En su lugar, han optado por abandonar su país, a pesar del peligroso viaje. Denis dijo que pasó días en su coche sin acceso suficiente a la comida y los baños.
“Cuando estás allí esperando, no hay baños. No puedes conseguir mucho para comer porque todo se agota al instante y tampoco nadie empacó mucha comida porque nadie esperaba que tardara tanto”, dijo.
Otro hombre con el que habló CNN caminó 20 kilómetros (12 millas) para llegar a Georgia, también alimentado por la preocupación de que el reclutamiento se amplíe.
“No se aplica a mí hoy, pero puede aplicarse mañana”, dijo el individuo, hablando con CNN con la condición de permanecer en el anonimato, porque teme la mano de largo alcance de Moscú.