El cine como espectáculo, como acontecimiento social, como objeto de debate. Avatar trató de revolucionar la industria cinematográfica valiéndose de la tecnología 3D, un compromiso que se reforzará en la secuela. MeriStation ha acudido a la presentación de varias secuencias de Avatar: El Sentido del Agua, unas imágenes que no podemos comentar porque todavía están embargadas. Más allá de estas escenas, el productor Jon Landau ha participado en un coloquio en el que ha subrayado la importancia de valorar las películas como experiencias.
“La gente dice que ha visto una película”, comenta. “Quiero que digan que han experimentado una película”. Según Landau, la aventura comienza “en el momento en el que el espectador compra las entradas”. Su deseo es mover a las personas para que acudan al cine, justificar “que paguen el parking” o que contraten a alguien para cuidar de sus hijos. De alguna forma, continúa, adquieres ciertos compromisos al visitar una sala, como “el de apagar el teléfono móvil” para no distraerte. “Queremos usar esta película como catalizador para recordar a la gente lo único que puede ser el cine”. Hasta lo subtítulos se han colocado en posiciones diferentes para fomentar la inmersión.
El que espere sumergirse en el universo de Pandora a través de Disney+ tendrá que armarse de paciencia. “Esta película va a ser para la gran pantalla, es un compromiso que adoptamos con nuestros amigos y con nuestros socios de Disney, que lo apoyan y lo entienden”. No hablan de plazos, pero no parece que el debut se vaya a producir rápidamente en la plataforma.
¿Por qué en 2022?
Avatar se estrenó en 2009 ya con planes de convertirla en una saga. Sin embargo, ha tenido que pasar más de una década para que El Sentido del Agua se materializase, ¿por qué? “Nos hemos tomado nuestro tiempo para hacerlo correctamente. Cuando empezamos a hacer las secuelas, decidimos que íbamos a hacer más de una”, rememora. “El fundamento de cualquier película es el guion”, por lo que lo han pulido hasta que tanto Jon Landau como el director James Cameron han quedado satisfechos con el resultado.
Una vez resuelto ese problema, pensaron en lo siguiente: “Necesitábamos dar con la tecnología íbamos a utilizar. Siempre observamos las películas que hacemos e impulsamos la tecnología”. El desafío era rodar escenas bajo el agua de una manera en en la que el reparto “ pudiera interpretar”, y que todos esos movimientos se reprodujeran fielmente en pantalla. Se filmó en el interior de tanques de agua con los actores, de modo que el nado es natural porque “los movimientos” se han realizado frente a la cámara”.
Todo queda en familia
Argumentalmente, el tema principal es la familia, el hecho de pertenecer a un colectivo: “No es solo la familia que tienes por nacimiento, sino la que eliges”, aclara. “Las elecciones que haces, la construcción de la familia y lo importante que es en nuestro mundo hoy en día. Contar con una familia en la que poder confiar, una capaz de arroparnos cuando sea necesario”.
Hay un mensaje ecologista implícito en esta película: “La ciencia ficción nos sirve de metáfora para simbolizar el mundo en el que vivimos. Nuestro océano representa el 80%; nuestros cuerpos son 80% líquido. Esta es una película sobre el agua. Puede ser una metáfora de cualquiera de las criaturas que viven en nuestros océanos y que están siendo cazadas. Lo que una película tiene que hacer es ser provocativa sin predicar”.
Avatar: El Sentido del Agua se estrenará en cines el próximo 16 de diciembre.