Recurrente en los focos mediáticos desde que era un crío, Devon Van Oostrum, considerado como uno de los mayores talentos europeos debido a sus condiciones físicas y técnicas, recaló en las filas del Baskonia sin alcanzar la mayoría de edad. Tras encadenar varias cesiones en el baloncesto estatal, el base nacido en Groningen no pudo hacerse con un hueco en la competitiva plantilla baskonista y, así, puso rumbo a Leeds para reencontrarse con su mejor versión. Ahora, tras un lustro en el que ha sumado experiencias en un amplio listado de equipos europeos, los caminos de Van Oostrum y el Baskonia se han vuelto a cruzar debido al amistoso que disputará el club gasteiztarra con el London Lions esta tarde a partir de las 20.30 horas en el Buesa.
¿Cómo han transcurrido las primeras semanas con los Lions?
Es un proyecto muy interesante, hemos fichado gente de nivel y es un buen equipo, veo a todos con ambición, desde los compañeros, entrenadores y el general manager. Tenemos gente con experiencia. Todo el mundo sabía que se estaba realizando una inversión importante y la idea de los jugadores de la selección inglesa era fichar por los Lions. Hablamos entre nosotros y al final dijimos que sí porque la oportunidad era muy buena.
¿Qué le parece el auge del baloncesto británico?
No conozco muy bien el nivel de la liga pero está claro que el equipo de Londres este año es muy diferente a lo que han tenido anteriormente. Es un equipo que puede competir en Europa. De hecho la Eurocup ya es una competición continental más seria que en la que ha competido antes. Este año tiene una pinta mucho mejor.
Hace meses regresó a la selección inglesa después de años sin enfundarse esa camiseta, ¿cómo le fue?
Siempre es un placer jugar con la selección pero en la última ocasión fue diferente. No nos sentimos respaldados por el Gobierno porque llegamos al Eurobasket con apenas dos entrenamientos de equipo. Así era muy complicado competir. El entrenador, al formar parte de la G League, no pudo estar con nosotros durante las ventanas pero sí en el torneo final. Fueran muchas circunstancias en nuestra contra. El plan era tener el equipo dos meses antes y entrenar como todo el mundo.
Hoy pisará el parqué del Buesa después de muchos años sin hacerlo, es un partido muy especial para usted, ¿no?
Desde luego, para mí es muy especial volver a Vitoria porque he crecido en el Baskonia, le tengo mucho cariño al club y a todos los jugadores con los que coincidí. Aunque sea un amistoso tengo muchas ganas de ver a mis amigos, jugar delante de la afición. Es volver a casa y con un equipo de Inglaterra. Tenemos la oportunidad de jugar contra un histórico de Euroliga y ACB y es algo muy especial para nosotros. Con los Lions la ambición es llegar a Euroliga y es un paso que tenemos que dar.
¿Cómo recuerda sus inicios como baskonista?
Llegué con apenas 16 años y fue el año más difícil de mi vida. Yo no hablaba en castellano, tenía que ir al colegio, entrenar con el primer equipo pero nadie hablaba en inglés. Los únicos con quien podía hablar eran Oleson y Carl English. Era un crío y ellos me cuidaron y me ayudaron mucho. Me costó mucho al principio por el tema del idioma y también buscarme la vida en Vitoria. Pero cuando me solté con el español ya me encantó la etapa. Además la pretemporada fue con Dusko y yo me decía “madre mía, esto qué es”. Con quien me llevaba muy bien era con Brad, era muy amable y divertido. Él también vio que estaba sufriendo y se sentía en la necesidad de ayudarme.
¿Dusko es un entrenador tan duro como se comenta?
Bueno, decían que había aflojado un poco pero claro yo llegué ahí y flipaba (ríe). Me gustaba, eso sí, pero en ese momento me di cuenta de que era otro nivel y que esto ya era baloncesto profesional.
También estuvo a las órdenes de Scariolo, otro técnico que es considerado como uno de los mejores.
Exacto, estuve con él en mi último año y destaco sobre todo que es un entrenador muy detallista. Se ha visto en el Eurobasket y todo el mundo reconoce que es un muy buen técnico. El hecho de fijarse en los detalles marca la diferencia y sobre todo la continuidad que tiene en el equipo es clave, se ve que España pelea como un equipo.
¿Qué sentía Devon al compartir vestuario con jugadores históricos?
Te das cuenta que estás en un club potente. También estaba el Chapu y Lamar Odom obviamente no era el mismo de los Lakers pero es un ganador de la NBA. Fue como un shock, no solo para mí, también para los compañeros e incluso la ciudad. Se aprende mucho con jugadores históricos en el mismo equipo. Los primeros años estaba Mirza Teletovic y me parecía tremendo. Era algo increíble cómo anotaba. Disfrutaba mucho viendo solo el entrenamiento.
¿Es complicado asentarse en un equipo como el Baskonia a una edad temprana?
Para un joven no es lo mismo entrar en la dinámica durante la pretemporada que dentro de la competición. Yo estaba en plena pretemporada y en ese momento juegas y entrenas continuamente. Durante la liga los entrenamientos se enfocan de otra manera y para un joven viene muy bien entrar en el equipo desde la pretemporada.
¿Le ayudó en su proceso de maduración encadenar cesiones por el baloncesto estatal?
Sí y no. Las temporadas en Tarragona y Cáceres me ayudaron muchísimo. Hubo un momento en el que me trajeron de vuelta al Baskonia y siento que no estaba en el momento perfecto. Estaba preparado pero me hubiera gustado llegar más tarde cuando me veía a mí mismo más hecho. Sufrí mucho en el banquillo. Con 18 años me obsesionaba por jugar y lo único que me importaba era estar ahí.
¿Deseaba encontrar la estabilidad de la mano de un equipo en alza?
Cuando era joven me gustaba moverme por Europa pero con las lesiones fueron tres años muy duros y ahora he vuelto a Londres buscando esa estabilidad. Quería buscarme un destino seguro para mí. La lesión fue un proceso duro pero me ayudó a ser más maduro y paciente. Ahora agradezco mucho el hecho de jugar. Cuando eres joven y no te has lesionado nunca no te das cuenta de que en un segundo se te puede acabar el baloncesto.
¿Qué consejo le daría al Devon que llegó al Baskonia siendo un menor de edad?
Que no sea tan ansioso. Que no tienes que alcanzar todo en un año o en unos meses. Que no es el fin del mundo y que sobre todo hay que tener paciencia. Es clave seguir con el trabajo diario y siento que en el Baskonia me faltó madurez porque quería todo al momento.
¿Tiene algo en mente para cuando regrese a Vitoria?
Tengo bastantes amigos en el Baskonia con los que quiero reencontrarme y lo que quiero también es comer un buen chuletón. Es algo que echo mucho de menos. Después de siete años me siento hasta un poco vasco porque cada verano vuelvo y eso no se va nunca.