Las autoridades de Juntos por el Cambio condicionaron su eventual apoyo en el Congreso a la negociación del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda externa a que el acuerdo no incluya un aumento de impuestos. A su vez, reiteraron la importancia de evitar el default y reclamaron que el kirchnerismo muestre “responsabilidad” ante el entendimiento con el organismo internacional.
Así lo definieron los referentes del conglomerado opositor tras una reunión de cinco horas en un salón de eventos en Olivos, en la que buscaron ordenar el funcionamiento de JxC (pactaron un nuevo esquema de organización) y unificar posicionamientos frente al kirchnerismo para calmar las tensiones internas.
La mesa nacional de Juntos por el Cambio acordó que no adelantará su estrategia legislativa –la mayoría se inclina por dar quorum y discutir el acuerdo- hasta que el Gobierno no muestre la letra fina del principio de entendimiento que anunció el presidente Alberto Fernández con el organismo internacional por la deuda. Mientras aguarda el proyecto de la Casa Rosada, la conducción de la fuerza ratificó que buscará evitar que el país caiga en default (remarcaron que JxC es un espacio “previsible”) y reiteró que la Argentina debe “honrar sus deudas”, pero reclamó “responsabilidad” al oficialismo, tras el quiebre que generó en el Frente de Todos el portazo de Máximo Kirchner en Diputados.
Tras la cumbre, Patricia Bullrich (Pro), quien reclama que el oficialismo acompañe sin fisuras el acuerdo con el Fondo, insistió en que la coalición opositora “nunca va a empujar a la Argentina al default”. Por su parte, Gerardo Morales (UCR) planteó: “Cuando llegue la letra fina, veremos la estrategia parlamentaria dentro del Congreso”.
De esta forma, comentan en el seno del espacio, Juntos por el Cambio busca marcarle la cancha a la Casa Rosada para que no intente compensar con una suba o creación de nuevos impuestos una reducción del déficit fiscal para cumplir con las metas del eventual acuerdo con el Fondo. Según relataron dirigentes que estuvieron en el concilio opositor, Mauricio Macri fue quien pidió incluir el tema impositivo como condición para apoyar la negociación en el Congreso. Otros asistentes, en cambio, sostienen que se busca cumplir con un compromiso que asumió JxC durante la campaña para las legislativas pasadas.
Hubo un buen clima en el cónclave de los jefes de Pro, la UCR, la Coalición Cívica y Peronismo Republicano, incluso cuando se debatió el tema más espinoso: el eventual apoyo del espacio en el Congreso al acuerdo que anunció Fernández con el FMI por la deuda. Es que el posible aval en el Parlamento a la negociación del Gobierno con el principal organismo de crédito internacional genera distintas posturas entre los socios de la fuerza.
Si bien en Juntos por el Cambio coinciden en la necesidad de evitar que el país caiga en default con el principal organismo de crédito, hay visiones disímiles sobre si las bancadas de la fuerza en la Cámara de Diputados y en el Senado deben acompañar o no la propuesta del oficialismo -sea con voto positivo o abstención-. Las diferencias públicas habían quedado expuestas antes del “retiro espiritual” en Olivos. Mientras que Gerardo Morales (UCR) y Elisa Carrió (CC) adelantaron su predisposición a dar quorum y facilitar el entendimiento con el FMI en el Congreso, los jefes de Pro optaron por no anticipar su respaldo hasta que la Casa Rosada brinde detalles de la negociación.
Hoy, los popes de la coalición opositora unificaron una postura política sobre el tema anclada en cuatro puntos: el principio de acuerdo con el FMI es auspicioso; JxC es una “fuerza previsible” y no quiere ir al default; el espacio no apoyará un pacto que implique una suba de impuestos; el Gobierno es el encargado de negociar y el kirchnerismo debe actuar con “responsabilidad” frente al entendimiento.
“Queremos marcar la gran irresponsabilidad de parte del oficialismo de no presentar la unidad frente a un tema de esta importancia que tiene el tratamiento de este tema”, aseguró Miguel Ángel Pichetto, uno de los dirigentes de JxC que hablaron en una conferencia de prensa tras el encuentro.
La cumbre opositora se produjo luego del temblor que provocó en los cimientos del Frente de Todos la renuncia de Máximo Kirchner como jefe del bloque del oficialismo en la Cámara baja por el principio de entendimiento por la deuda entre el Gobierno y el FMI.
El encuentro de la mesa nacional, que reunió a los referentes partidarios y parlamentarios de Pro, la UCR, la CC y Peronismo Republicano, se realizó en La Escondida, un salón de eventos ubicado a metros de la quinta presidencial de Olivos. Asistieron Macri, quien retomó de manera formal la actividad política tras sus vacaciones en Villa La Angostura, Horacio Rodríguez Larreta y Bullrich. Entre los emisarios de Pro también estuvieron Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni.
En representación de la UCR concurrieron Morales, Alfredo Cornejo, Mario Negri, Luis Naidenoff, Maximiliano Abad y Ernesto Sanz, quien reemplazó a Martín Lousteau, uno de los ausentes junto a los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). También estuvieron Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Maricel Etchecoin, referentes de la CC, y Miguel Ángel Pichetto y Ramón Puerta, enviados de Peronismo Republicano.
Morales propuso que Sanz y Carrió, fundadores de Cambiemos junto a Macri, se sumen a la mesa nacional de la fuerza. La idea, que ya había sido promovida por la CC, recibió un apoyo unánime.
El concilio opositor tuvo tres bloques temáticos (“el equipo”, “las reglas” y “la coyuntura”), que habían sido acordados en la previa de la reunión por Bullrich, Morales, Ferraro (CC) y Pichetto. Fue una reunión orientada a lograr un nuevo ordenamiento político del espacio (se acordó un nuevo esquema de organización) y consensuar la agenda parlamentaria. En ese sentido, JxC intentará mostrar un perfil propositivo: impulsará un paquete de leyes vinculados a la lucha contra el narcotráfico (declarar la emergencia), la violencia de género, la educación y la Justicia (los cambios en el Consejo de la Magistratura), entre otros.
“JxC es una fuerza política responsable para los momentos actuales de la Argentina y también lo es en términos de los desafíos que nos esperan en el 2023. Por eso, vamos a trabajar en temas como la inseguridad, el narcotráfico y que la educación sea central para el futuro de nuestro país”, apuntó Ferraro.