Un breve paseo por su origen
Aunque de buenas a primeras el logro del equipo McCoy-Dash parezca algo sin mucha importancia, lo cierto es que captó la atención de personas por todo el mundo, ¿por qué fue tan relevante? Lo que se hizo en aquel acontecimiento fue registrar quiénes eran los propietarios de una pieza gráfica usando tecnología blockchain, que ya existía para aquel entonces. Ya en el artículo ” Blockchain: ¿qué es esta tecnología y cómo está cambiando al mundo?” hemos hablado sobre este tipo de tecnología, y de cómo es extremadamente segura para almacenar información perdurable e inalterable. En la blockchain, la obra de los esposos McCoy iba a registrar todos los movimientos que se hicieran en torno a ella, por lo tanto, si es que decidían venderla, aquella transacción quedaría registrada, y lo mismo ocurriría con cada movimiento que se hiciera posteriormente. De hecho, en 2021 la pieza se vendió en una subasta de la conocida casa Sotheby’s por 1,4 millones de dólares.
MIRA: Blockchain: ¿qué es esta tecnología y cómo está cambiando al mundo?
“Una de las idea del blockchain es que puedas enviar valor de alguna forma y en este caso era el valor asociado a el ownership [la propiedad] de este arte digital”, comenta sobre aquel evento Christian Pasquel, físico especialista en blockchain y CTO de Imperium.
En ese entonces aún no existía el denominativo NFT, tuvieron que pasar tres años para que, en 2017, se acuñen esas siglas. Ese año, la compañía Larva Labs creó unas figuras que hoy en día son muy emblemáticas: los CryptoPunks. Se trataba de 10.000 personajes digitales creados de tal manera que no existieran dos exactamente iguales. Algunos de ellos podían tener un gran parecido entre sí, pero siempre habría cierto elemento que los diferencie, el cabello, la barba, el color de piel o algún accesorio que llevaran, como un sombrero o una pipa.
¿Qué de especial tenían esas figuritas? Pues que los desarrolladores decidieron otorgarles certificados de propiedad a cada uno de ellas y almacenar esa información en la blockchain de Ethereum. Con esto se aseguraba la autenticidad del propietario de dichas imágenes, ya que tendrían una especie de registro único. Sin embargo, había un gran inconveniente. “En ese momento solo existían estándares para crear tokens fungibles, por ejemplo, el ERC20, que se utilizaba para desarrollar tokens. Pero ellos lo que necesitaban era tokenizar la propiedad de ser únicos”, comenta Pasquel a El Comercio.
Aquí debemos hacer una pausa para explicar qué son los tokens. Un token no es más que un elemento que sirve de representación de un bien o servicio. Los bienes fungibles, por su parte, son los que pueden intercambiarse, teniendo un valor en función de su número, medida o peso. Un ejemplo de bien fungible es el dinero. Si tenemos un billete de 20 dólares, este es un bien fungible, ya que se puede intercambiar sin problemas por cuatro billetes de 5 dólares, no pierde valor y son exactamente iguales. Además, los billetes se consumen cuando se utilizan.
Los CryptoPunks incentivaron la idea de tokenizar la propiedad de ser único, por lo que sirvieron de inspiración para que se cree, posteriormente, el estándar ERC721, el cual básicamente contiene la guía de cómo escribir el programa (el smart contract) para que funcione y sea compatible con las aplicaciones que manejan este tipo de tokens, que no son fungibles. Y así es como nace el concepto de token no fungible o ‘non-fugible token’, es decir, NFT.
NFT y criptoarte
Por lo tanto, el NFT se refiere concretamente a un artículo digital único en su género, que además se conecta con una blockchain, lo que permite demostrar quién es el propietario de un NFT en cualquier momento y rastrear el historial de propiedad anterior. De esta forma, un NFT es la prueba de titularidad tokenizada de los activos digitales subyacentes.
Con el auge de las criptomonedas, los NFT también comenzaron a cobrar importancia como activos digitales de alta volatilidad, sobre todo en la industria del arte digital. Con los NFT, el arte puede ser tokenizado para crear un certificado digital de propiedad que puede ser comprado y vendido. Y, al igual que con las criptomonedas, existe un registro de quién posee dicha propiedad, pues está almacenada en un libro de contabilidad compartido, es decir, en la blockchain.
MIRA: ¿Cómo me salvé de la estafa vía WhatsApp que ofrece “trabajos” en Amazon o Facebook?
Desde hace poco tiempo, mucha gente ha comenzado a comprar NFT a modo de reserva de valor, por lo que al incrementar la demanda tan masivamente –y sumando la alta especulación de este mercado– el precio también lo ha hecho. Es así que ahora podemos encontrar piezas de criptoarte valorizadas en millones de dólares. Pero al tratarse de activos demasiado volátiles, mucha gente también pierde grandes cantidades de dinero, incluso hay quienes aseguran que este tipo de inversiones no valen la pena, pues son burbujas con riesgo de explotar en cualquier momento.
El NFT no es la pieza gráfica en sí
No obstante, hay algo que es necesario aclarar. No podemos decir que un NFT sea la pieza gráfica en sí, en la mayoría de los casos se trata de su metadata. Esto quiere decir que no es la imagen o video lo que se almacena en la blockchain, sino la información de su registro único. En el caso de los CryptoPunks, por ejemplo, lo que se guardaba eran sus identificadores (ID). Aunque el CTO de Imperium advierte que en el caso de los Autoglyphs (un tipo de NFT), lo que se guarda es la instrucción para reproducir una pieza, por lo que en ese caso sí se podría decir que el NFT es el mismo arte.
Este detalle es sustancial, ya que hay muchas personas que creen que NFT es sinónimo de una imagen digital, lo cual es totalmente erróneo, en realidad es la tecnología que está detrás.
Más allá del arte: crecimiento en diversas industrias
“Creo que lo fundamental en los NFT es que es una tecnología para guardar información sobre la propiedad de lo que esté asociado a ello y con una capa computacional encima que permite jugar con todo lo que se quiera alrededor de esta propiedad”, dice Pasquel.
Efectivamente, y al igual que pasa con el blockchain y el Metaverso, el límite para su desarrollo e implementación es la misma creatividad. Se pueden ir descubriendo cada vez más aplicaciones para este tipo de tecnologías.
Dentro de las blockchain existen contratos inteligentes (smart contracts), que no son más que programas con los que se crean las infinidades de aplicaciones que se ofrecen dentro de esa red. Los NFT también pueden contener contratos inteligentes que podrían proporcionar al artista, por ejemplo, una parte de una venta futura del token.
De esa manera, cuando un álbum de música se venda, todos los artistas que participaron en su producción recibirían regalías. Y no solo hablamos de los músicos y cantantes, también los que estuvieron involucrados indirectamente en la creación se beneficiarían como el diseñador que hizo el arte, publicistas, ingenieros de sonido, etc.
Continuando con la industria musical, esta ya se ha introducido en el mundo de los NFT buscando expandir las bases de fans, conectar con los existentes y generar nuevas fuentes de ingresos.
MIRA: Seguridad en el celular: ¿es necesario tener un antivirus en mi equipo?
El grupo Kings of Leon subastó un NFT que incluyó cuatro entradas de primera fila para un show de su gira en cualquier lugar en el mundo, un encuentro con la banda, merchandising de la gira y uso de una limusina.
En el sector automotriz Alfa Romeo ya ha vinculado uno de sus autos, el Tonale, con un NFT. Con el consentimiento del propietario, el NFT registra los datos del vehículo y se genera un certificado que se utiliza como garantía del estado general del mismo, algo que repercute de forma decisiva en su valor residual, que podría ser fundamental para una posterior venta.
Mientras que en el mundo de los videojuegos existen distintos tipos de títulos que usan NFT y que van desde carreras hasta arcade y mundos virtuales en los que los usuarios pueden comprar terrenos y propiedades. O también juegos de simulación con coleccionables únicos, lo cual hace atractivo jugar para cualquier gamer a nivel global.
Uno de los proyectos que Pasquel ha desarrollado con la tecnología NFT son unos prototipos de certificados educativos para los jóvenes que terminan un Summer School los cuales registran toda la información del alumno en su paso por el programa de estudio, de tal manera que cualquier institución puede corroborar los datos. Esta es solo una muestra de la variedad de proyectos que podrían hacerse.
El camino del NFT al Metaverso
“Acá lo que ha ocurrido por un accidente histórico es que esta tecnología ha encontrado un uso en el arte y se ha hecho conocido gracias a él, pero esto solo es una parte de la infraestructura de fondo. El real valor está en construir encima de esa infraestructura para poder lograr cosas más más interesantes. Yo creo que los NFT van a ser realmente útiles cuando sea realidad lo que ahorita la gente llama Metaverso”, explica el físico.
El Metaverso, como ya explicamos en “¿Qué es el Metaverso y qué falta para que esté disponible?”, aún está en construcción. Consiste en un mundo virtual conectado en el que las personas pueden interactuar en tiempo real unos con otros. En la actualidad hay muchas empresas que están invirtiendo millones en su desarrollo. La idea –quizás utópica– que se tiene del Metaverso es que muchas actividades de la vida física se repliquen en aquella realidad virtual, como trabajo, compras, educación, conferencias, consultas médicas, entre muchas otras; por lo tanto, se van a necesitar un sinnúmero de herramientas adaptadas a esta nueva forma de realidad, lo que abre un gran campo para el desarrollo de los NFT.
MIRA: ¿Qué es el Metaverso y qué falta para que esté disponible?
Poseer NFT permitirá ser miembro virtual de una infinidad de experiencias exclusivas en el Metaverso. Con los NFT los usuarios también pueden obtener la plena propiedad de sus tierras y espacios en el metaverso, para construir sus propios mundos virtuales. Inclusive empresas como Adidas, H&M, Nike o Zara ya han presentado colecciones virtuales de moda en el metaverso, todo a través de NFT.
“Nike y Adidas son algunas de las empresas que más interés tienen en temas preparados exclusivamente para metaverso. Desde hace dos o tres años han empezado a invertir grandes cantidades de dinero en proyectos que tienen que ver con la moda y que tiene un soporte en el diseño. Yo creo que este es el sector que por excelencia va a seguir creciendo, y va a servir de ejemplo para otras industrias”, comenta a este Diario Yahir Delzo, gerente de innovación y transformación de Mertz Perú, una consultora internacional de empresas en gestión de la I+D+i y defensa de propiedad intelectual.
Cuando el Metaverso cobre mayor fuerza y relevancia y miles de marcas se lancen a crear todo tipo de productos en él, la propiedad intelectual será un campo bastante fructífero. ¿Cómo reconocer las patentes de las marcas en este mundo virtual?, ¿qué pasará cuando haya alguna disputa de derechos de propiedad?, ¿están las legislaciones del mundo preparadas para afrontar casos de este tipo?
“Yo protejo una propiedad en Perú, así como la puedo proteger en Chile o Colombia, pero ¿de quién es el metaverso?, es como decir ‘¿de quién es el Internet?’. Se ha visto ese primer vacío a la hora que las marcas quieren hacer registros de propiedad. Entonces, las empresas necesitan una asesoría en este campo”, señala Delzo.
¿Qué depara el futuro para los NFT? Solo el tiempo lo dirá. Lo importante aquí es saber que esta tecnología, si bien es muy sonada actualmente por el tema en boga de las criptomonedas y finanzas descentralizadas, tiene un campo más amplio de aplicación y exploración.