Cerca de 8 mil solicitantes de asilo provenientes de toda América Latina y el Caribe están atrapados en medio de una batalla política sobre el tema migratorio en Estados Unidos, luego de que los gobernadores republicanos Greg Abbott (Texas) y Doug Ducey (Arizona), implementaran en abril y mayo la medida de enviar autobuses cargados de personas hacia New York y Washigton.
La llegada de miles de personas a Washington y New York ha agotado los recursos y los servicios humanitarios en ambas ciudades, que a su vez han tocado la puerta del gobierno federal para solicitar ayuda.
El comisionado de migración de New York, Manuel Castro, afirmó: “Esto puede ser caótico. Pero queremos enviar un mensaje, estamos aquí para ayudar y queremos dejar la política de lado”.
Una guerra entre partidos. Los migrantes no entienden mucho de la política, le dan más importancia a la necesidad de hallar un refugio temporal, trabajo y un hogar a largo plazo en EEUU.
- El venezolano Darío Maldonado, quien para llegar a Estados Unidos debió atravesar la selva del Darién, pertenece a este grupo de personas trasladadas hacia la Gran Manzana y DC desde la frontera estadounidense y aseguró que “es como una guerra entre el partido del gobernador de Texas y el partido de (Joe) Biden”.
- El formulario de consentimiento voluntario para el transporte gratuito desde Texas promete a las personas que tanto el presidente como los miembros del Congreso “pueden ayudar de manera más inmediata a abordar las necesidades de los migrantes”.
Autobuses al azar. La directora general de la agencia de ayuda internacional SAMU First Response, Tatiana Laborde, Aseguró que los autobuses de Texas llegan a New York al azar.
- Arizona otorga manifiestos sobre los pasajeros y sus nacionalidades, detallando la coordinación de los horarios de llegada y que cada autobús cuenta con personal médico a bordo.
Washigton, ciudad de paso. La alcaldesa de DC, Muriel Bowser, aseguró al secretario de Defensa, Lloyd Austin, en su segunda petición de apoyo de efectivos de la Guardia Nacional que la mayoría de los solicitantes de asilo suelen quedarse hasta 72 horas antes de ir hacia sus destinos finales.
Fuente principal: AP