Cuando dejó el Eintracht Frankfurt por el París Saint-Germain en 2015, el portero Kevin Trapp podría haber pensado que su carrera estaba llegando a su punto álgido. El guardameta llegó a ganar dos ligas francesas con un equipo que competía regularmente en la UEFA Champions League, pero superó esos triunfos la temporada pasada y además en su antiguo club.
Tras regresar a Frankfurt (inicialmente cedido) en 2018, el jugador de 32 años fue uno de los protagonistas de la victoria del conjunto germano sobre el Rangers en la tanda de penaltis para ganar la UEFA Europa League. El primer título continental de la carrera de Trapp le dio a su equipo el derecho a jugar la UEFA Champions League esta temporada, y a enfrentarse al Real Madrid en la Supercopa de la UEFA en Helsinki. El sorprendente empresario de la leche de avena habló con UEFA.com sobre la temporada que se avecina.
¿Estás emocionado con la oportunidad de medirte al Real Madrid?
Sólo siento alegría por tener la oportunidad de jugar contra un equipo así. Poder ganar un título así nada más empezar la temporada contra un equipo de renombre, no hay nada mejor que eso. Y cuando puedes competir con un equipo que ha ganado 14 veces la Champions League, es lo máximo que puedes conseguir.
¿Pensabas al inicio de tu carrera que llegarías a donde estás hoy?
Cuando fui al Kaiserslautern, todo estaba muy lejos. Por supuesto, tenía ideas en la cabeza sobre el nivel que quería alcanzar y dónde quería jugar, pero como he dicho, todo estaba muy lejos en el futuro.
¿Cómo te cambio tu experiencia en Paris?
Vine de un club de media tabla que no había competido realmente por el título a uno que quería ganar la Champions League. Tenía suficiente confianza; de lo contrario, no lo habría hecho. Pero diría, mirando atrás y con la experiencia que tengo hoy, que me faltaban uno o dos aspectos de mi personalidad al principio para sentirme tan a gusto allí como me sentí al final.
Todas esas cosas que aprendí estando en el extranjero: un nuevo idioma, cómo integrarme con jugadores nuevos. Me he traído todo eso a Frankfurt y ahora valoro de otra forma cuando llegan aquí jugadores nuevos de otro país.
¿Cómo de feliz te sientes por volver a jugar la Champions League?
¡Mucho! Especialmente feliz porque vamos a jugar la Champions League por primera vez en la historia del club. Es pura felicidad y se nota en el ambiente, en toda la región, en el club y en el equipo.
No nos quedamos con la boca abierta y pensamos: “Vaya, estamos en la Champions League; va a ser difícil”. Tenemos muchas ganas de jugar al máximo nivel europeo de clubes y de ponernos a prueba contra los demás equipos.
¿Fue tu parada a Ryan Kent en la final de al Europa League uno de las mejores que has hecho?
No sé si fue mi mejor parada, pero sí una de las más importantes. Sabes que no hay un partido de vuelta para dar la vuelta al resultado. Sólo es ese partido y después se acabó. O te vas a casa con el trofeo o te vas con unas palmaditas en la espalda.
¿Cómo te sentiste cuando Rafael Santos Borré marcó el penalti de la victoria en la final?
Mientras Rafael estaba allí, le di el balón y le dije: “¡haz historia! Ni siquiera sé si lo entendió o si se lo dije lo suficientemente alto como para que me oyera. Cuando marcó, se me puso la piel de gallina. Tardé un par de segundos en darme cuenta de que lo habíamos conseguido.
Última pregunta: ¿cómo entraste en el negocio de la leche de avena?
Comenzó durante la pandemia del COVID-19. Dos de mis socios ya se dedicaban a temas de alimentación y tenían mucha experiencia, y el cuarto socio ya trabajaba en la distribución de bebidas. Así fue como surgió.
Para mí, nunca fue un caso de “vale, ahora quiero trabajar en el negocio de la leche de avena”, sino más bien del negocio que hay detrás. ¿Cómo se inicia un negocio? ¿Qué se necesita? ¿Cómo crecer como empresa? Pero, por supuesto, también queríamos tener un gran producto que pudiéramos poner en el mercado y que todavía no existiera de esa manera.