El Festival Internacional de Folklore de Alcalá de la Selva celebra su 30 aniversario con tres exposiciones que, con el título “Música que rompe fronteras”, exhibe un total de 240 instrumentos de cuerda, viento, percusión procedentes de los cinco continentes. Su objetivo, según el director de Festifalk, Jesús Sánchez, es “sumar a la cultura que proyecta el festival a través de la música y la danza, los instrumentos que, en muchos casos, son verdaderas obras de artesanía y que nos ayudan a comprender la historia y la vida de los países de los que proceden”. Las muestras permanecerán abiertas hasta el próximo día 28 en paralelo a las actuaciones de grupos y cantantes como Los Sabandeños o Carmen París.
Las tres exposiciones forman parte de la colección de cerca de 5.000 instrumentos que posee la familia Loidi y Yarza, de Irún. Son piezas para interpretar música tradicional, popular, étnica o ritual y proceden de 175 países de los cinco continentes denominada “Música para ver”. Los propietarios de esta colección han realizado tres exposiciones, con 80 instrumentos cada una de ellas, vinculados a un tema. En Alcalá de la Selva nos permiten realizar “La vuelta al mundo en 80 instrumentos”; en Albarracín proyectan el “Arte campanario” y en Monreal del Campo muestran “Los sonidos del azafrán”.
Jesús Sánchez indicaba que “estos instrumentos musicales nos permiten ver todo aquello que nos identifica con otros países y lo que a cada uno de ellos les hace singulares; en definitiva, la música es un elemento fundamental en cualquier sociedad y es lo que hemos querido subrayar en este 30 aniversario de Festifalk”.
“La vuelta al mundo en 80 instrumentos”
Los instrumentos musicales están presentes, en mayor o menor medida, en los cinco continentes. Cada uno de ellos se puede dividir en diversas áreas o zonas musicales con sus propios instrumentos. Pueblos separados geográficamente y con culturas dispares, han llegado a construir instrumentos similares. Entre los instrumentos expuestos en Alcalá de la Selva, muchos han sido además tocados por todas las categorías sociales.
“Arte campanario”
En diversas culturas, tanto antiguas como modernas, se encuentran las campanas. Resulta difícil determinar su origen, aunque los ejemplares más antiguos corresponden a campanas chinas datadas en el tercer milenio a. C. Campanas con badajo hechas de cerámica se han encontrado en varios sitios arqueológicos. Más tarde se convirtieron en campanas de metal. Un instrumento de este tipo no apareció en Europa hasta aproximadamente el s. XIII. En Holanda, durante el s. XVII, fue perfeccionado y popularizado, desde donde se extendió a todos los ámbitos de la cultura occidental. Principalmente se distinguen dos tipos de campanas: las de badajo interno y las de badajo externo. Al primer grupo pertenecen las campanas de las iglesias occidentales, las pequeñas campanas manuales – campanillas- y todo tipo de “cencerros” para animales. Las campanas de percusión externa, con badajo generalmente independiente, se utilizan en África subsahariana, en los países del Extremo Oriente y en zonas de América con influencia cultural africana.
“Los sonidos del azafrán”
Los mayores productores de azafrán del mundo se reparten dentro de una geografía muy amplia. Los seis principales son: Irán, España, Marruecos, India, Grecia e Italia, en definitiva, tres continentes, pero con músicas e instrumentos muy diferentes. La cítara santur llega al norte de la India y Grecia (sandouri). La palabra persa ney (“caña”) se aplica a varias flautas en todo el Medio Oriente y África del Norte. El sitar del norte de la India lleva un nombre persa, aunque difiere en construcción del setar persa. España es bien conocida por la guitarra, aunque la tradición instrumental se basa principalmente en flautas, dulzainas y gaitas, acompañadas por muchos tipos de tambores e idiófonos. Marruecos destaca por los tambores, bendir y tarija, además de la ghayta o el soussi ribab. Los instrumentos de India se organizanen cuatro grandes categorías: ghana (“sólido”) son los idiófonos; avanaddha (“cubierto”) son los membranófonos; tata (“estirado”) son los cordófonos; susira (“tubular”) son los aerófonos.
En la música folclórica griega encontramos aerófonos: la zourna, la karamoutza y la pipiza, todos instrumentos de doble lengüeta; la gaida, una gaita de un solo bordón; así como clarinetes, además de los cordófonos, propios de las islas como la lyra cretense hasta la cítara sandouri. En el caso de Italia tiene cuatro regiones principales de estilo musical: la región del sur y Sicilia; la región central; el norte; y Cerdeña. La mayoría de los instrumentos tradicionales utilizados permanecen confinados a sus áreas locales, aunque algunos instrumentos disfrutan de un uso a nivel nacional.