Liz Truss y Rishi Sunak, los dos candidatos a suceder a Boris Johnson en la jefatura del Gobierno británico, se enfrentan este lunes en su primer debate televisivo a dos bandas, en el que tratarán de captar votos entre las bases conservadoras en una elecciones marcadas por el cruce de acusaciones mutuas.
El encuentro entre el ex ministro de Economía y la titular de Exteriores será retransmitido en directo a las 20 GMT por la cadena pública BBC, cuya presentadora Sophie Raworth hará preguntas a los aspirantes por tema, que completarán los directores de política, Chris Mason, y economía, Faisal Islam, ante una audiencia de votantes ‘tories’.
Aunque la semana próxima habrá otro debate en Sky News y los candidatos harán mítines durante agosto, se considera que la cita de esta noche será crucial para ganar adeptos, pues se prevé que muchos miembros del Partido Conservador voten justo al recibir las papeletas, entre el 1 y el 5 de agosto.
El ganador de estas primarias, que se iniciaron con la elección de los finalistas por parte del grupo parlamentario conservador en la Cámara de los Comunes, se conocerá el 5 de septiembre, tras el receso parlamentario de verano.
Al día siguiente, Boris Johnson, aún primer ministro en funciones pese a dimitir el 7 de julio, presentará a la reina Isabel II su renuncia y la soberana encomendará a su sucesor que forme Gobierno.
Aunque los diputados ‘tories’ respaldaron en su mayoría a Sunak, Truss, candidata de la derecha, es la favorita de las bases, según las encuestas internas.
En los últimos días, los equipos de ambos, que fueron colegas de gabinete hasta la dimisión de Sunak el 5 de julio por desacuerdos con Johnson, se han lanzado críticas mutuas, incluso de tipo personal.
En un comunicado emitido este lunes, previo al debate, Sunak considera a China “la mayor amenaza a largo plazo del Reino Unido” y promete cerrar sus 30 centros culturales Confucio. Los partidarios de Truss, como el exlíder ‘tory’ Iain Duncan Smith, replican que, como titular de Economía, presionó para lograr un acuerdo comercial con Pekín.
Truss ha propuesto este lunes impulsar el crecimiento con “puertos francos completos”, frente a los menos operativos, según ella, introducidos por su rival: “No podemos seguir permitiendo que Whitehall (por el Gobierno) siga eligiendo a los ganadores y los perdedores, como hemos visto con el modelo de puerto libre actual”, ha afirmado.
Sunak, por su parte, le reprocha que apoyara la permanencia en la Unión Europea en el referéndum de 2016, frente a su defensa del Brexit, aunque, desde entonces, la ministra se convertido en acérrima partidaria de la salida de la UE.
Tras haber evidenciado en los primeros días de campaña sus diferencias en política fiscal, Truss, que aboga por recortes de impuestos inmediatos, y Sunak, que los aplicaría tras controlar la inflación, chocaron el fin de semana también sobre inmigración.
En otro ejemplo del tono personal de los ataques, la ministra de Cultura, Nadine Dorries, se burló este lunes del gusto por la ropa cara de Sunak, antiguo directivo del sector financiero.
La partidaria de Truss criticó que el millonario ex canciller del Exchequer fuera fotografiado en un acto electoral con un traje valorado en miles de libras y zapatos Prada con un coste de 490 libras (529 euros).
Señaló que, en contraposición, es más probable ver a Liz Truss, que alardea de su educación menos elitista, con un par de pendientes de poco más de 5 euros de una marca popular.