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“Tenemos que asegurarnos de no depender del suministro de paneles solares de China. España sería un lugar excelente para tener una industria solar europea”
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“En Alemania usaremos carbón solo durante un período provisional”
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“En nuestro acuerdo de coalición hemos incluido el tema de la reubicación voluntaria de migrantes”
Alemania está manteniendo conversaciones bilaterales con Bruselas, París y Madrid para impulsar un gasoducto que conecte España con Francia. Así lo asegura a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Anna Lührmann, ministra de Estado alemana para el Clima y Europa. Se trata de tomar una decisión política y definir, entre otras cosas, quién pagará la infraestructura, que fue descartada hace unos años y rescatada ahora que se busca garantizar la independencia energética del gas ruso.
Lührmann (Lich, Alemania, 1983), del Partido Verde, ha atendido a este diario durante una visita de trabajo a Madrid este miércoles, poco antes de que la Unión Europea anunciara la intención de imponer un recorte en el consumo de gas del 15%, que España ha rechazado.
Explica que el Gobierno de coalición alemán sigue teniendo el foco en el cambio climático y en la reconversión de su mix energético hacia energías verdes. En ello hay oportunidades para España: por ejemplo, en la venta de paneles solares. Minimiza el golpe que para la lucha contra el cambio climático ha supuesto la guerra rusa contra Ucrania, que ha obligado a Alemania a usar más carbón o a España más gas de fracking procedente de EE UU. Bruselas ha aprobado etiquetar tanto el gas, que emite metano, como la nuclear como “energías verdes”.
Pregunta: ¿Considera el gas como una energía verde? Respuesta: No. Aumenta las emisiones de carbono. Tenemos que dejar de producir energía con combustibles fósiles. Alemania pasará a ser “climáticamente neutral” en 2045 y, durante un período provisional, seguiremos utilizando gas natural. Pero este período tiene que ser muy corto.
P: El Parlamento Europeo ha categorizado el gas y la energía nuclear como energía verde. R: Nosotros votamos en contra en el Consejo. En los debates previos hemos defendido ciertas excepciones para que el gas pueda ser usado como tecnología provisional. Pero, en general, a la larga, hay que dejar de usar combustibles fósiles. Solo hay que mirar lo que está ocurriendo actualmente en España para ver lo que ya está haciendo la crisis climática.
P: ¿Y qué pasa con el uso del carbón? Alemania ha decidido que va a seguir usándolo durante más tiempo ¿Qué le parece? R: Es muy lamentable que tengamos que hacerlo. Pero la razón es que ahora tenemos que eliminar gradualmente el suministro energético ruso más rápido de lo que pensábamos originalmente. Así que, durante un período provisional (un período de tiempo muy, muy corto), tendremos que seguir usando las centrales de carbón. El canciller ha dicho que esto no afectará a nuestros objetivos climáticos en general y que será por un período muy corto.
P: Hay un objetivo de 2030 europeo de reducir las emisiones de carbono a la mitad. ¿Cree que la guerra impedirá que lo logremos? R: Lo podemos lograr. Acabamos de poner en marcha el paquete climático más ambicioso en el Consejo Europeo en Bruselas, y también en el Parlamento en primera ronda hace dos semanas: el Fit for55 y el REPowerEU. Con todas las medidas que contienen esos paquetes, incluso superaremos los objetivos. Me sorprendió que se aprobaran y me alegré mucho. Estamos en el camino correcto.
P: ¿Incluso si estamos usando ahora más carbón o más gas, incluido el de fracking [fractura hidráulica] de Estados Unidos? R: Con los dos paquetes, el Fit for 55 y el REPowerEU, estamos haciendo tres cosas bien. Primero, tenemos que reducir el consumo de energía. Por lo tanto, debemos ser más eficientes energéticamente. Estos paquetes establecen muchas reglas y estándares para la industria. En segundo lugar, aceleraremos mucho las energías renovables. En todas mis conversaciones bilaterales, en muchos países europeos, menciono este tema y, desde que comenzó la guerra, puedo ver cómo en todas partes la gente entiende muy bien la importancia estratégica de impulsar las energías renovables, que se están impulsando en este momento. Por último, estamos diversificando las fuentes de energía. En Alemania usaremos carbón durante algo más de tiempo, pero solo durante un período provisional. Los dos primeros puntos, aumentar la eficiencia energética y aumentar las energías renovables nos ayudarán a cumplir el objetivo de 2030. El hecho de que la independencia energética se haya convertido en una cuestión geoestratégica y no solo en una cuestión climática creo que acelerará toda esta agenda.
P: Pero para ser independiente energéticamente puede ser necesaria la energía nuclear, ¿no? R: No, no. Tenemos cálculos y planes muy claros para que Alemania dependa un 100% de energías renovables, sin energía nuclear, y está funcionando. En Francia, por ejemplo, algunas centrales nucleares no están en marcha porque no hay suficiente agua de refrigeración, y están importando energía de renovables de Alemania.
P: Esos planes, ¿son anteriores o posteriores a la cancelación del gasoducto con Rusia Nord Stream II? R: A largo plazo hemos tomado la decisión de aumentar el porcentaje de renovables al 80% para 2030 y convertirnos en 100% renovables para 2035: nada de gas para la producción de energía. Sí necesitaremos gas un poco más de tiempo para las industrias, porque en concreto la del acero y la industria química necesitan gas natural en sus procesos de producción. Ese gas queremos que cambie a hidrógeno verde. Pero lleva más tiempo, porque básicamente hay que reconstruir todas esas instalaciones. Estamos preparando los estándares y las empresas comienzan a hacer las inversiones. El hidrógeno verde es algo así como el “champán” de la transición energética, porque es realmente muy valioso. Y tenemos que usarlo donde no podamos reemplazar los procesos de producción con electricidad. Creo que en España está la planta “electrolizadora” para producirlo más grande de Europa. Y eso es exactamente lo que necesitamos en más cantidad. En el futuro, esas plantas serán necesarias para que Alemania sea neutral en emisiones de carbono. Probablemente necesitaremos importar hidrógeno verde durante bastante tiempo de países como España. Una de las áreas en las que queremos cooperar con España es en la preparación de esas infraestructuras de hidrógeno verde para poder exportar a Alemania.
P: ¿Con infraestructuras como la del MidCat [proyecto de gasoducto desde España hacia Francia]? R: Por ejemplo, sí.
P: ¿Lo apoyan? ¿Están haciendo algo concreto para que arranque el proyecto? R: Sí, lo estamos. Apoyamos el proyecto y actualmente lo estamos discutiendo mucho en conversaciones bilaterales, también con nuestros socios franceses y en Bruselas.
P: ¿Cuál es la situación? ¿Qué sensaciones le han producido esas reuniones? R: Todavía se necesita algo de debate, pero creo que, en la situación geopolítica actual, estoy muy segura de que tomaremos una decisión política, y de que terminará sucediendo.
P: Y eso significa dos años, cinco, diez… R: Con suerte, pronto.
P: ¿Quién va a pagarlo? R: Eso es parte de lo que se está discutiendo en este momento. Pero creo que, a largo plazo, este tipo de proyectos también serán viables desde una perspectiva empresarial. Porque estamos firmemente comprometidos con este objetivo de ser neutrales en carbono. Y para conseguir ese objetivo necesitaremos una gran capacidad de producción e importación de hidrógeno verde a Alemania.
P: Tendrá que ser un gasoducto preparado para transportar hidrógeno verde… R: Por supuesto, tiene que serlo. De lo contrario, la inversión no es viable.
P: ¿Cuánto tiempo lleva construir uno de esos gasoductos? R: Estas cosas están sujetas también a veces a la voluntad política. Estamos construyendo ahora la primera terminal de GNL de Alemania, con una empresa española como inversora. Estas cosas llevan años en Alemania, pero esta parece que estará lista en diciembre, a pesar de que empezamos hace uno o dos meses. La situación geopolítica ha cambiado tan drásticamente y necesitamos cambiar tantas cosas que debemos ser más rápidos con estos proyectos de infraestructura. De hecho, acabamos de aprobar una ley en el Bundestag [Parlamento alemán] que nos permitiría acelerar la construcción de plantas renovables porque las hemos declarado de interés nacional.
P: ¿Cómo se puede planificar el futuro con una guerra en marcha que no sabemos ni cuándo va a terminar? R: Bueno, lo que queda claro es que Rusia no es un proveedor de energía confiable y que tenemos que ser capaces de ser independientes de los proveedores de energía rusos. Porque, como has dicho, no sabemos cómo va a continuar. Tampoco sabemos cómo va a ser la política rusa. La gran lección aprendida es que realmente tenemos que evitar ser tan dependientes de un régimen autoritario en particular. Y que tenemos que hacer la transición a las energías renovables. También tenemos que asegurarnos de no depender, por ejemplo, del suministro de paneles solares de China. Y para eso tenemos que levantar una industria de energía solar en Europa. Y creo que España será también un lugar excelente para tenerla.
P: ¿Quiere decir que, en lugar de comprar paneles en China, los comprarían en España si pudieran? R: Sería lo ideal, sí, si pudiéramos. Pero creo que actualmente no hay capacidad de producción. No estoy diciendo que necesitemos reducir por completo las importaciones de China, sino que necesitamos diversificar y poder tener suministros críticos dentro.
P: No hay, por lo que dice, suficiente capacidad de producción en España… R: En Europa, en general, y en Alemania. Los inversores privados prefieren siempre productos baratos. Pero creo que, desde una perspectiva pública y gubernamental, hay que tener en cuenta también estos riesgos políticos de medio plazo. Esta fue una prioridad clara de la presidencia francesa de la UE durante el último medio año: que necesitamos ser independientes y soberanos en Europa.
P: En términos meramente de cambio climático, ¿es mejor el gas ruso o el gas de fracking estadounidense? R: Hay diferentes cálculos. He visto algunos que dicen que el gas de gasoducto en el lugar de origen, aunque la producción en sí misma es menos menos perjudicial para el clima que la del Gas Natural Licuado (GNL), al mismo tiempo, cuanto más se alarga la tubería, más se pierde en el camino. Y eso no es tan bueno para el clima y el planeta. Pero lo que está claro es que tenemos que ser 100% renovables.
P: Ha hablado de China. En la pasada cumbre de la OTAN de Madrid, Europa se alineó con Estados Unidos y calificó a China como un desafío. Pero necesitamos que China luche contra el cambio climático. ¿Se siente cómoda con este tipo de postura de confrontación que han tomado España, Alemania u otros países de la Alianza con China? R: Bueno, creo que no debemos hacernos ilusiones cuando se trata de China o de países como Rusia. Una perspectiva realista hacia los intereses y las formas de influir de China es muy útil. Al mismo tiempo, necesitábamos trabajar juntos para cooperar en lo que respecta al clima. Tenemos un compromiso muy profundo y continuo con los chinos. Tenemos en Alemania una secretaria de Estado para Acción Climática que habla constantemente con su contraparte china. Creo que a estas alturas, también el gobierno chino se da cuenta de que para mantener el apoyo de su población necesita proporcionar aire limpio. Y se ven afectados por la crisis climática, y eso pondrá en peligro el suministro de alimentos. Creo que también ven la crisis climática como una amenaza para su seguridad.
P: Pero también dicen que primero deben enriquecer al país, que tienen que salir de la pobreza porque hay cientos de millones de personas pobres. Y parece que su objetivo principal es sacarlos de ahí, cueste lo que cueste. R: Hace medio año o un año actualizaron sus objetivos climáticos y también decidieron eliminar gradualmente el carbón, por ejemplo. Así que creo que ahora tienen muy claro que esa prosperidad solo se puede lograr si se hace de manera sostenible. La tecnología ya está ahí ahora. Hablábamos de paneles solares fabricados en China. Así que está claro que eso también desde la perspectiva de sostener el crecimiento, hay un nuevo modelo económico.
P: Ha mencionado parte de su agenda con España, la del cambio climático. ¿Qué otros proyectos u objetivos tenemos en común? R: Trabajamos muy estrechamente en muchos de los temas europeos en Bruselas. Acabamos de celebrar una conferencia sobre el futuro de Europa. Hemos lanzado una iniciativa juntos, un non-paper (documento de intenciones) en el que hemos dejado claro que queremos objetivos ambiciosos para esa conferencia, como profundizar la cooperación en Europa, ser más eficaces en la toma de decisiones y tener menos vetos y bloqueos. También en cuanto a la inmigración, por ejemplo, adoptamos un enfoque precavido con ella pero también sensible con los aspectos humanitarios. Por último, hay mucha cooperación económica.
P: En términos de inmigración, parece que España va a aprovechar la presidencia de la Unión Europea el año que viene para promover la idea de la reubicación de los migrantes. ¿Apoya la idea de la reubicación obligatoria? R: Sí. En nuestro acuerdo de coalición hemos incluido el tema de la reubicación voluntaria. Y ahora tenemos un acuerdo a nivel de la UE como parte de la reforma de la política común de asilo. Eso incluye también un primer avance con la reubicación. Para nosotros está bastante claro que la solidaridad y la responsabilidad tienen que estar en equilibrio.
P: El Gobierno español logró que Bruselas aceptara la idea de que España y Portugal forman una “isla energética”, que no estamos tan interconectados, y eso dio lugar a una excepción ibérica en el mercado de la energía. ¿Apoyaría la continuidad de esa medida? R: Se llegó a un acuerdo en una de las reuniones del Consejo hace unos meses. Parece un acuerdo que está muy en línea de lo que necesitan los gobiernos español y portugués. Y no ha perjudicado a los mercados energéticos.
P: ¿Ningún problema entonces para que continúe lo que sea necesario o incluso para hacerlo permanente? R: Probablemente tengamos que volver a evaluarlo en algún momento. Son tiempos muy volátiles.
P: En política alemana: su partido apoya que se manden más armas y más pesadas a Ucrania. ¿Cómo lo valora? R: Es un tema muy, muy delicado. Porque esta brutal guerra de agresión realmente tiene que parar ya, lleva demasiado tiempo. Para mí, está muy claro que tenemos que entregar armas a Ucrania para ayudarles a defenderse. También para mandar una señal clara de que este tipo de agresiones no serán toleradas por Europa, ni puede volver a suceder en ningún otro lugar. Al mismo tiempo, no es una decisión fácil la de entregar armas pesadas a una zona de conflicto, porque estas armas matarán a gente. No se puede tomar a la ligera. Pero dadas las circunstancias, creo que es la decisión correcta. En Bruselas este lunes hemos reiterado que seguiremos ayudando a Ucrania, también con este tipo de entregas. Acabamos de hacer público otro tramo del Fondo Europeo de Paz [el mecanismo usado para enviar ayuda militar a Ucrania], que asciende ahora a 2.500 millones de euros. Por desgracia, creo que es necesario.
P: Hubo una polémica en España y en Alemania con un presunto envío de unos tanques Leopard que tenemos sin darles uso, aunque no están en muy buenas condiciones. El embajador de Ucrania dijo que no piden lo que no tenemos, pero que si contamos con unos tanques que no usamos, se los podríamos enviar. Alemania debía aprobarlo. ¿Cuál sería su postura? R: Depende mucho de la perspectiva ucraniana. Por lo que tengo entendido, no ha habido una solicitud muy concreta de momento. Están viendo si realmente pueden usarlos, porque son relativamente viejos. Tendremos que esperar al final de esta evaluación.
P: ¿Y tanques alemanes en buenas condiciones? Podrían usarlos. Ahora básicamente están intentando detener la invasión, pero habrá un momento en el que tendrán que recuperar el territorio perdido. Y para eso necesitarán algún tipo de arma ofensiva. ¿Tiene usted o su partido una posición sobre ello? R: Bueno, en realidad ya estamos entregando armas pesadas a Ucrania, como los obuses Howitzer, que son bastante pesados. También sistemas de defensa antimisiles que pueden ayudar a defender una ciudad entera. Ya se está mandando material y así debe seguir, para que puedan para defenderse de Rusia.
P: Alemania se está preparando para este invierno con planes de emergencia. ¿En qué consisten? R: Ya hemos activado el segundo nivel del plan de emergencia para el gas, que básicamente nos permite llenar los depósitos de gas con otras fuentes. Incluye varias pruebas de estrés para el sistema energético en Alemania. Nos estamos preparando también para lo que pasaría si se tiene que activar el siguiente nivel del plan de emergencia de reducción del gas, e identificando dónde tendríamos una escasez real. Y tratando de lo que eso significa para nosotros, la economía y los negocios privados. Lo que está muy claro es que ahora lo que todos tenemos que hacer es ahorrar energía. Todo el gas que no se use ahora se puede ahorrar para el invierno. Hay que incentivar a la gente para que reduzca su consumo de energía.
P: Parece que todo el mundo está corriendo para almacenar gas. Italia acaba de firmar un gran acuerdo de gas con Argelia para garantizar el suministro. Pero, ¿vamos a compartir este gas como europeos, algo parecido a una “mutualización” del gas como la que sugirió para la deuda? R: Habrá una reunión del Consejo en Bruselas la semana que viene para hablar de esos temas. Lo decidido de momento es que cada país debe tener acuerdos de solidaridad con los países vecinos. Alemania ha firmado uno con Austria y otro con Chequia. Es importante que actuemos juntos como europeos, porque también nuestras economías son muy interdependientes. Si la economía alemana cae, la española se resiente. Tenemos que trabajar juntos.
P: ¿Cree que hay un riesgo para la unidad de Europa si escasea el gas? ¿Que nos podemos llegar a pelear por el gas? R: Bueno, hasta ahora, esta guerra brutal nos ha acercado más. Eso está muy claro. Realmente lo he sentido así desde diciembre que llevo en este cargo. Después del 24 de febrero, el nivel de solidaridad, de ganas de permanecer unidos en Bruselas estaba realmente en un nivel superior, tanto en lo emocional como en lo sustancial. Discutimos ahora el séptimo paquete de sanciones. Estoy muy segura de que cualquier prueba a la que nos enfrentemos debido a esta guerra de agresión en los próximos meses y años nos unirá, como debe ser en una buena familia familia.
P: Último turno de palabra, para usted… R: Creo que ha quedado bastante claro que para nosotros la prioridad número uno es realmente avanzar en nuestros objetivos climáticos. Porque es realmente la mayor amenaza de seguridad a la que nos enfrentamos en este momento. Y espero poder colaborar más con España en este sentido.
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