Lola Solana, reconocida gestora en Santander AM, donde ejerce de responsable de los fondos de small caps y de ESG, acaba de asumir la presidencia del Ieaf (el Instituto Español de Analistas Financieros). Su llegada al cargo supone la de la primera mujer en este puesto en los 57 años de vida de la institución, que se compone de tres patas: la del Instituto, la Escuela y la Fundación.
El legado del anterior presidente del Ieaf, Jorge Yzaguirre, fue Lighthouse, un servicio de análisis para valores que nadie cubría. ¿Cuál le gustaría que fuera el suyo?
El legado de Jorge me parece magnífico y me gustaría potenciarlo. El mercado español necesita que las empresas huérfanas sean conocidas, porque hay empresas muy buenas, pero muy pequeñas, ilíquidas y con poca cobertura de analistas. La gente no las mira porque no invierte en lo que no conoce. Por eso quiero que haya más compañías bajo cobertura, incluso más analistas, y creo que se va a incrementar porque van a salir más empresas pequeñas a bolsa. BME Growth está explosionando, es un mercado con muchísimo potencial, muchísimo futuro y habrá muchas más. Y lo que realmente me gustaría es atraer todo ese talento joven que hay en España y combinarlo con el talento senior. Un talento muy diverso por edad y género. En el Instituto tenemos mayor porcentaje de socios hombres todavía, hay muy pocas mujeres, quiero que eso cambie. Que sea un hub de talento reconocido tanto en España como en Europa. Quiero atraer talento nacional e internacional, pero sobre todo que sea un reclamo para las empresas internacionales, para que vengan a España a buscar talento y se establezcan en nuestro país.
¿Cómo es la distribución de socios en el Instituto por género?
Hay 1.068 hombres y 222 mujeres. Yo doy clases en tres másters y son más chicos que chicas. El mundo de las inversiones les atrae más a ellos que a ellas. También me sorprendió conocer el número de analistas financieros que hay en Europa. En España debemos de ser menos de 200, no sé el número exacto. Somos muy pocos, necesitamos más compañías y más analistas. Por eso el Instituto tiene que ser un centro que atraiga a analistas y compañías.
¿Qué más desea cambiar?
Mi intención es que, además de los informes de actividad económica, que interesan mucho a las empresas privadas, también se elaboren informes de otro tipo de actividad que interesen a los jóvenes. Que hagamos informes del sector salud, del sector renovable, estudios económicos de todos los sectores de actividad para atraer no solo a analistas financieros. Porque mi idea es que este sea el Instituto español de analistas “en grande”, no solo financieros. Porque en el mundo ha cambiado la forma de invertir. Si ponemos la coletilla “financiero”, estamos limitando el análisis.
En esa idea de atraer a los jóvenes, ¿se incluye también el objetivo de cambiar el perfil del inversor español, tan conservador? ¿Cómo se consigue ese cambio?
La clave es la educación. Tenemos que hacer una labor, a través de la Escuela, de divulgación… Si los jóvenes quieren sacar una rentabilidad extra a unos sueldos tan bajos necesitan invertir. Y cuando tienen que invertir es cuando son jóvenes, porque la bolsa es un mercado a largo plazo. Si empiezas muy joven a largo plazo habrás generado riqueza. Pero, al mismo tiempo, también tenemos que ser un reclamo para las compañías, contribuir a que vean las ventajas de salir a bolsa. Estar en bolsa te da notoriedad, es una campaña de marketing gratis. Hace falta mucha divulgación, especialmente a las mujeres, que invierten en compañías que conocen. Por eso están teniendo tanto éxito los fondos temáticos, porque al final inviertes en algo en lo que crees. Lea también: El fondo de small caps de Lola Solana invierte en la consultora tecnológica Izertis.
¿Ampliarán Lighthouse?
Me gustaría. Ahora son pocos, 3 o 4 analistas. Respecto al número de empresas, ahora se cubren 30 y se espera llegar a 40 en los próximos 18 a 24 meses. Queremos reforzarlo. Al hacerlo reforzamos la economía española y animamos a las empresas a que salgan a bolsa, que van a tener cobertura y la gente conocerá el negocio. Me da mucha rabia cuando veo que hay tantas empresas potentes en España que no están en bolsa, hay muchos sectores que no están reflejados. España es un país donde el turismo históricamente ha pesado un 12% en la economía, pero ¿cuántas empresas cotizadas encuentras en este sector? Pocas.
También ofrecen un servicio de rating ESG. ¿Por qué es tan importante que los pequeños valores tengan ese rating?
Es importantísimo porque la forma de invertir ha cambiado. La gente va a invertir por criterios financieros, pero extrafinancieros también. El fin ya no justifica los medios. La rentabilidad es importante pero no a cualquier precio, hay que ver cómo la consigues. Todos los fondos acabarán siendo ESG, y, por lo tanto, las compañías que no tengan un rating ESG, si no tienes claro cuál es su política de remuneración, la brecha salarial, su consumo de agua, el impacto en la emisión de CO2, cómo trata los empleados… Si no tienes claro todos esos datos quizá no inviertas en ella, por muy rentable que sea. Lea también: El rating ESG ya es fundamental para atraer inversores.
A cierre de 2021 un 20% del patrimonio en fondos en España era ESG. En Europa, un 42%. ¿Se cerrará esa brecha?
Esa brecha se va a cerrar porque el inversor va a invertir con conciencia social, ambiental y de diversidad. Es una tendencia imparable. La prueba es que en las juntas de accionistas cada vez pesa más el voto de los inversores que no están de acuerdo con una determinada política de remuneración, con un determinado consejo, porque no es del todo independiente. Todo esto tiene un impacto positivo en la sociedad, en la economía y en las empresas.
En lo que respecta a la igualdad de género ¿En qué cojean las empresas españolas?
Falta transparencia. Muchas empresas aún no publican la brecha salarial. Poner una calificación en medio ambiente es más fácil. En los temas sociales y de diversidad es más difícil porque no todas las empresas lo publican, ni tienen la misma homogeneidad, ¿cómo calculas la brecha salarial? Puede que unas y otras empresas la calculen de forma distinta. Es más difícil medir. La primera labor es hacerlo todo transparente. Para saber la brecha salarial tienes que publicar los sueldos, los sueldos tienen que saberse. Si estamos en una empresa y en una sociedad donde prima la meritocracia los sueldos tienen que acompañar a esa meritocracia. Les pediría a las empresas cuanta más transparencia, mejor. Y coherencia entre lo que dicen y lo que hacen.
En certificaciones, ¿hay algún nicho que haga falta cubrir a futuro?
Diría que las certificaciones en blockchain. Tecnología blockchain, el metaverso, digitalización, inteligencia artificial, análisis de datos. Creo que en esto tenemos que ofrecer certificación. Es como el ESG, es lo que los jóvenes demandan. También los NFT [Non Fungible Token], ahí también un hueco. Tenemos que tokenizar cosas, todo el mundo tiene que saber qué es la tokenización.
¿Llegará el día en que no hará falta un certificado de analista ESG?
Ahora está por un lado el analista financiero y por otro el analista de ESG. Pero en unos años el analista será analista integral, el analista financiero hará el análisis ESG. Tendrá que tener competencias ESG, financieras, de análisis de datos… Ahora está separado, pero estará unido.