El resultado es un valioso know how para el emprendedurismo femenino en América Latina, en medio del acelerado cambio tecnológico que nos atraviesa y con respuestas auténticas que se escapan de los lugares comunes.
El powerpoint de los sueños
¿Cuáles son los primeros pasos para materializar una idea? ¿Hay que priorizar el producto que sueñas o a las personas que te ayudarán a hacerlo posible? “Lo más importante al principio es montar el equipo y cómo haces para reclutar personas con un Powerpoint en el que vendes un sueño”, asegura Loreanne. Por su experiencia en Kavak, no tiene dudas sobre prioridades: “Reclutas los primeros soñadores y luego empiezas con el producto”.
En otras palabras, el desafío de todo emprendedor al comienzo es poder probar que tiene “un negocio en mano” y hacerlo con la menor inversión e infraestructura posibles. Las experiencias frustrantes y engorrosas alrededor de la compra y venta de autos usados impulsaron a Carlos García Otatti a vislumbrar Kavak justo cuando dejaba un país (Colombia) para radicarse en otro (México). Pero debieron pasar largos meses para que, junto a Loreanne y Roger, se pudiera pulir y sobre todo probar el negocio.
Enfocarse y crecer
Las historias de emprendimiento suelen quedarse pegadas a unos momentos iniciales idealizados. Pero las páginas que siguen también importan y por eso Silvina quiere saber cuando Loreanne pasó de emprendedora a fundadora, en qué momento se dio cuenta que no podía ser “todóloga” y cómo vivió en primera persona el proceso de aprender a delegar y enfocarse.
“Aprendí que el emprendimiento es un proceso muy mental. Es entender que no hay plan B y que como no hay plan B, en vez de pensar en todas las razones por las que no va a funcionar, te preguntas cómo lo haces funcionar”. En paralelo a ese proceso, la propia Loreanne se transformó a sí misma y ella lo resume así: “Me di cuenta que la Loreanne del Powerpoint no es la Loreanne del Kavak de cuando éramos 100, de cuando éramos 1000, o de cuando somos 7000”.
Pero el aprendizaje nunca es 100% individual. Loreanne destaca que en el camino de crecimiento se encontró con gente que la ayudó a afianzar sus habilidades y concentrarse en su liderazgo: “Siempre trato de contratar a gente inteligente, gente que me va a dar valor. Y esas personas me dicen: <Loreanne, ya no tienes que estar haciendo esto>”.
Talentos, impacto y equipos
La mujer al frente del primer unicornio mexicano tiene una sana obsesión con conformar equipos talentosos. Para ella, se trata de que la gente esté allí “donde le brillan los ojos, donde estén usando sus superpoderes” y sobre todo “donde tengan una misión que los haga crecer”.
Este énfasis en la búsqueda de talentos da resultado. “En lo personal, cada uno de nosotros (por Carlos, Roger y ella) tiene su propio momento en el que se dio cuenta del impacto enorme de Kavak. Para mí, eso ocurre cada vez que logramos traer a gente que cambia el juego dentro de la compañía”.
¿Y cómo son las personas que llevan a un unicornio al siguiente nivel? ¿Qué skills necesitan? Loreanne tiene claro que la motivación y “enamorarse del proyecto” son dos cualidades imprescindibles pero no las únicas. “Busco curiosidad, nivel de ambición y que quieran hacer las cosas diferentes”, resalta y agrega que en el mundo de hoy la parte analítica es importante porque se necesita siempre comprender hacia dónde van las métricas. “Yo siempre estoy buscando el challenge de cómo se puede medir”, puntualiza.
Femenino singular
Confiada y espontánea, Loreanne no tiene inconvenientes en desmitificar algunas cuestiones en la conversación con Silvina. “La gente cree que al llegar a unicornio tienes todo resuelto. Y es justo lo contrario”, subraya y luego retoma un asunto fundamental de su cotidianeidad: aprender a priorizar. “Me pregunto por el Kavak de hoy, pero también por el Kavak de aquí a cuatro meses”.
Pero estar en el presente y en el corto plazo no le impide a Loreanne disfrutar de su familia. Cada tarde, al regreso de la oficina, se hace tiempo para estar con sus hijos y acompañarlos a desarrollar sus actividades. La compatibilidad con la maternidad, un tema que desvela a muchas mujeres de negocios, es para Loreanne un desafío relativamente resuelto: “Al principio lo veía como algo que me limitaba y más bien es algo que me ayuda porque todos tenemos tiempos finitos. Y eso me obliga a priorizar”.