El presidente Alberto Fernández se refirió hoy a la “segmentación” de tarifas dispuesta por el ministerio de Economía, según la cual el 10% más rico de la población empezará a pagar la tarifa plena, sin subsidios, de gas y electricidad, y quienes quieran mantener los subsidios deberán registrarse.
“Acá la discusión es cuánto tiempo más la Argentina va a subsidiar a los ricos; (de) subsidiar a los que necesitan soy el primero en levantar la mano, (pero) a los ricos no”, dijo el presidente en el programa Secreto de Sumario, por radio 10. Y contó la siguiente anécdota: “Hace un mes fui al departamento de Puerto Madero, a ver que está todo en orden: recibí la factura de luz de $ 480 y la del cable $ 6.500. Lo que digo es que llegó el momento de ser como Robin Hood y no Hood Robin: que los ricos paguen lo que tengan que pagar y demos a los más vulnerables lo que necesitan”.
El presidente no dudó en que se aplicará el esquema dispuesto por el ministerio de Economía a través de la secretaría de Energía, pese a las dudas que existen sobre el sistema de registro y sus resultados. “La segmentación se va a hacer: los que tienen planta van a pagar lo que corresponde y a los que necesitan el estado los va a seguir subsidiando. Estos ricos de los que hablamos son el 10% de la población”, dijo el jefe de Estado.
Macri, la pandemia y la guerra
El presidente defendió a rajatabla su gestión económica, aunque reconoció un problema de “distribución” de la renta y atribuyó los pesares de la población a tres fenómenos: la gestión de Mauricio Macri, la pandemia de coronavirus y la guerra derivada de la invasión de Rusia a Ucrania.
“La producción argentina está volando”, afirmó. “Tenemos record de producción industrial en la historia. En 2019 se produjeron 300.000 autos y en 2021, con pandemia, se produjeron 600.000 autos. La Argentina está volando, está creciendo, está exportando. Es cierto que los salarios todavía están bajos, porque Macri tiró los salarios reales 20 puntos abajo”, planteó.
Según el presidente, la recuperación económica a partir de 2021 “permitió crear 1,2 millones de empleos en plena pandemia y disminuir el desempleo formal al 7%. La producción y el trabajo formal andan bien, y también el trabajo informal, los plomeros, las changas, los pintores. Todos empezaron a tener trabajo”. De todos modos reconoció que si bien el salario crece “y el bolsillo se llena de plata, la obsesión del gobierno es que los salarios no pierdan frente a la inflación, cosa que estamos haciendo: garantizando que los recursos que el Estado deriva a los jubilados y los planes no pierdan frente a la inflación, cosa que también está pasando”.
La insatisfacción y la demanda de mejores ingresos se mantiene, explicó, porque “en términos concretos, recuperamos los ingresos en casi 3 puntos en términos reales durante la pandemia, pero venimos de caer 20. Por eso no se siente. Y cuanto estamos terminando la pandemia se desata la crisis de la guerra, que está afectando a todo el mundo”.
Recorrido mundial
Sobre la guerra y su efecto global, el presidente señaló: “Cuando hace tres meses volví de China, hablé con (Emanuel) Macrón (presidente de Francia) y le dije que había que prestarle atención a esto. Después fui a Europa a hablar con (Pedro) Sánchez (el jefe de Estado español), con Macrón, con (Olaf) Scholz (el canciller, jefe de Estado, alemán) y planteé mi mayor preocupación, que es que en el norte se tiran balas y el sur está pasando hambre”.
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Por esa razón, prosiguió, el presidente argentino les planteó a sus interlocutores que incorporen al sur a la discusión, “porque en Sudamérica, África, Asia, “estamos padeciendo por una guerra de ustedes, no por una guerra nuestra”.
“En el norte se tiran balas y el sur está pasando hambre”
El presidente siguió hablando de su agenda internacional y refirió que en la reciente Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, “escucho a (el presidente de EEUU, Joseph) Biden hablar de Tercera Guerra Mundial, y luego al Papa”. Por esa razón, explicó, “planteo el tema de la guerra como un problema para el desarrollo de la Argentina y el mundo”. Para marcar la profundidad y alcance de la cuestión, Alberto Fernández mencionó que en Alemania multiplicaron las ventas de comida en las calles, en mercados populares, y la preocupación de Biden por la inflación en EEUU. “Pero ellos tienen espalda, nosotros después de Macri, una pandemia y una guerra es como mucho”, señaló.
Además de asegurar que la segmentación tarifaria se aplicará, el mandatario dijo que “el impuesto a la renta inesperada debe ser aprobado” y refirió que en la Cumbre de Los Ángeles Biden le dijo que impulsa un proyecto similar en EEUU y que la primera ministra de Barbados le contó que ya aprobó algo similar. Fernández no se resistió a hacer una comparación jurídica: “En derecho hay una figura que se llama el enriquecimiento ilícito; esto es algo parecido, pero en vez de ilícito es inesperado”. Es parte de la cuestión de la distribución, explicó, “que el 10% no se lleve media torta”.
Sociología de la pandemia
El presidente también comentó sobre el efecto político y social de la pandemia. “Veo que en el mundo por la pandemia hay un estado de conmoción social muy serio y entendible. Muchos explotan esa conmoción para generar desánimo y malestar. Pasa en todos lados, por eso existen Vox (un movimiento de derecha en España), Le Pen (Marine, segunda en la última elección presidencial francesa, (Javier) Milei, y por esto está (Gustavo) Petro peleando contra un personaje que no sabemos de dónde salió (por Rodolfo Hernández, contrincante de Petro en la segunda vuelta de la elección presidencial que tendrá lugar mañana en Colombia).
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Además, dijo que quienes proponen que el Congreso designe un nuevo Jefe de Gabinete dejan en evidencia su “profunda ignorancia”. La Argentina “no tiene un problema institucional, sino uno de naturaleza económica-política derivada en parte de la condición interna y la gran crisis mundial”.
Al respecto, subrayó la gravedad de la situación mundial. “No tomamos dimensión de lo que estamos viviendo. Vivimos en un mundo totalmente dado vuelta, que vivió una pandemia, cosa que ocurre una vez por siglo, si ocurre, que costó la vida de 15 millones de personas”, cifra que reiteró en una segunda oportunidad, a pesar de que la cifra mundial de muertes a causa del coronavirus es a la fecha de poco más de 6,3 millones de personas.
“Si eso no altera una sociedad –concluyó- no sé que la altera. Y cuando salimos de eso, una guerra. Si no tenemos en cuenta todo esto, es difícil entender lo que nos pasa”.
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