“Europa es donde el jugador crece y yo no aproveche ese lugar”, dice Xabier Santos (25), quien en algún momento de su carrera llegó al fútbol de élite. Hoy, el puntero izquierdo detalla lo que ha sido su trayectoria, donde registra pasos por siete clubes, tres de ellos del Viejo Continente.
Criado en Ovalle y formado en la academia Kiko Rojas, el atacante se inició en un equipo de Salamanca y llegó a marcar 30 goles siendo un niño. “Ir a jugar a La Pampilla con 13 años y con el estadio lleno, era increíble, sentías toda la presión”, recuerda.
– Luego de su paso por el fútbol amateur pasó a Universidad Católica con solo 13 años, ¿cómo fue ese paso por la UC?
– La primera vez que llegue a San Carlos fue como estar en un sueño. Nunca había un complejo tan lindo, y claro, el paso de estar jugando en canchas de tierra a llegar a la UC fue un cambio drástico, tanto al jugar como en lo personal. Es un club que trabaja de forma extraordinaria y hoy que soy más grande lo valoro más. Ellos quieren crear buenos jugadores, pero primero buenas personas y eso no se ve mucho. Hoy el fútbol es solo negocio y por eso ellos marcan la diferencia.
– Cuando tenía 18 años participó como sparring con Jorge Sampaoli de cara a la Copa América 2015. ¿Qué recuerda de esa experiencia?
– Para mi ir a la selección es lo máximo como jugador, es una sensación única y de alguna forma vivir ese campeonato de la Copa América fue increíble. Entrenaba a diario con los mejores jugadores de Chile, que la estaban rompiendo en Europa, y la verdad es que fue una experiencia increíble cada minuto ahí. Recuerdo muy bien cuando fuimos a Londres con la Selección Adulta y jugaron contra Brasil en el Emirates Stadium. Verlos entrenar daba gusto, además eran buena gente. Incluso Alexis nos regaló su camiseta del Arsenal, fue increíble.
– En 2015 se da su salida de Católica y su llegada al fútbol italiano, ¿por qué no siguió en la UC y como llegó al Udinese?
– El 2015 tuve un año muy sobresaliente en las inferiores de Católica, salí goleador del torneo y en aquel momento Católica me insinuaba siempre lo del contrato, pero realmente nunca fue algo concreto. Udinese me estaba siguiendo hace un año y en mi cumpleaños 18 me llegó la oferta, era difícil de resistir en el momento y para mí, que soy de un pueblo pequeño, el que te venga a buscar el equipo que compró a Alexis Sánchez era totalmente increíble. No dudé y me fui.
– ¿Con que se encontró en Udinese, que le sorprendió y por qué salió rápidamente del club?
– Primero que todo las instalaciones, cómo se alimentaban los jugadores, las rutinas de ejercicios que tenían antes de entrenar, era increíble porque habíamos varios chilenos en ese equipo y todos estábamos mal físicamente. Europa es donde el jugador crece y yo no aproveche ese lugar.
– ¿Qué le faltó?
– Claramente la madurez, las malas decisiones, las malas juntas, el dinero y lo influenciable que era me llevaron a no vivir como un jugador profesional y a desaprovechar esa tremenda oportunidad.
– Posteriormente tuvo dos pasos en España en Granada y Extremadura. ¿Cómo fue ese paso?
– Granada fue lo mismo. Si bien es un club pequeño para España, tiene mejores instalaciones que cualquier equipo de Chile y me gustó mucho el país. El primer año de adaptación fue bueno, metí 7 goles y estaba sobresaliendo e incluso entrenando con el primer equipo, pero no pude seguir porque el cuerpo no me dio más y yo no hacía nada por cambiar eso. Ahí vinieron las lesiones y luego ya fue difícil. Luego, en el Extremadura fue un paso corto e intenso, porque fui a un equipo que estaba último por siete puntos y era difícil poder mantener la categoría, pero lo logramos. Me tocó jugar y lo disfruté, era muy distinto a estar en el Granada B, porque acá jugabas para una ciudad entera. En general, yo no aproveché el estar en la elite del fútbol por muchas razones, pero el jugador chileno que tenga la oportunidad de ir tiene que trabajar, porque no es coincidencia que Arturo Vidal haya ganado todo lo que ganó. Él fue a Europa para eso.
– ¿Recomienda a jóvenes futbolistas partir a Europa?
– Si toman la decisión de ir, que no sea solo por algo monetario, hay cosas más importantes que eso, les diría que vayan con un propósito. El dinero es una consecuencia del trabajo de cada uno, primero que sea el fútbol y luego el resto, el jugador tiene tiempo para todo. Hay dos tipos de jóvenes: unos que están preparados como Francisco Sierralta y otros como yo que no. Él fue mi capitán y era un tipo intachable, no es coincidencia la carrera que ha hecho.
– En 2018 retornó a Chile. Con la trayectoria que tenía, ¿por qué no encontró un club de Primera?
– Tomé muy malas decisiones, había dejado justo a los representantes que me trajeron la oferta de Udinese y me apuré en todo. Pude haber esperado, pero tomé lo primero que salió. Incluso pude llegar a la U, tuve un par de conversaciones y no salió.
– En algún momento de su retorno a Chile, cuando pasó por Ñublense y Ovalle, ¿se decepcionó del fútbol?
– En Ñublense fue mi debacle como jugador, ahí comenzó todo lo malo para mí. El paso por ese club me marcó, porque la pasé mal y sufrí mucho. Había días que ya no quería ir a entrenar, estaba muy mal sicológicamente y ese es un tema que a muchos jugadores les pasa y afecta demasiado. Luego fui a Ovalle porque conocí a mi esposa y quería estar cerca de ella y volver a reencantarme con el fútbol. Hoy juntos seguimos a Dios y desde ese momento todo cambio, hoy es mi segundo año en Valdivia y encontré mi casa, me siento querido y he vuelto a retomar mi nivel. Hoy mi vida es totalmente distinta a la de antes y vivo para Dios, mi esposa e hijos, me dedico solamente al fútbol, lejos de toda red social. Me pone contento que equipos de divisiones de más arriba estén preguntando por mí, eso habla de que algo estoy haciendo bien, así que volveré a soñar en el fútbol chileno.
– ¿Cree que volverá a impulsar su carrera?
– Sin duda que lo creo. Tuve la suerte de encontrarme con el profe (Luis) Marcoleta y él me dio todo lo que necesita para volver a renacer. Mi meta cercana es subir de categoría a fin de año y luego mi sueño es llegar a la Selección Chilena. Lo voy a lograr si Dios me acompaña.