Los clubes de la Premier League se enfrentan a la amenaza de que las casas de apuestas desaparezcan de sus camisetas. Se trata de unos patrocinios millonarios, que tienen sus tentáculos alrededor de casi la mitad de los equipos de la liga y que suponen un negocio de más de USD 17.000 millones para el Reino Unido.
El gobierno británico pretende detener la expansión de las casas de apuestas debido a que estas han supuesto un riesgo para cerca de tres millones de personas en el país.
Boris Johnson, primer ministro británico, planea que, entre 2023 y 2024, los patrocinios de apuestas se esfumen de las camisetas de los equipos de la Premier League, según informó la BBC.
Este sería un golpe muy duro a las finanzas de los clubes, que se nutren de un negocio al alza y que genera unos USD 17.000 millones en el Reino Unido.
Sin embargo, estas empresas se han infiltrado en los barrios más deprimidos del país, donde abundan los locales de apuestas y generan un suicidio al día por temas relacionados con el juego, según datos del gobierno.
Fuerte impacto en los clubes
Quitar las casas de apuestas de las camisetas podría ocasionar un agujero de unos USD 47 millones a cada club inglés
Equipos como el Leeds United y el West Ham United lucen como patrocinadores principales a casas de apuestas, como casi la mitad de equipos de la Premier (nueve de 20). Además, la mayoría de ellos, en mayor o menor medida, tienen algún tipo de relación con este negocio.
El impacto es aún mayor en los clubes de categorías inferiores. En la Championship (la segunda categoría inglesa), 15 de los 24 equipos están patrocinados por casas de apuestas.
La propia English Football League (EFL), que reúne a la segunda, tercera y cuarta categorías inglesas, tiene a una casa de apuestas como uno de sus tres patrocinadores principales.
Las finanzas de los clubes más pequeños, especialmente tras la pandemia del Covid-19, son más vulnerables que las de los grandes, que están bien protegidos por el acuerdo televisivo superior a los USD 5.800 millones.
Por eso, el gobierno británico pretende golpear primero a los patrocinios de la Premier y luego probar el cambio en el resto de la pirámide del fútbol inglés.
Cambios a futuro
Debido a la cercanía del inicio de la próxima temporada, el gobierno teme que ya se estén negociando los contratos de cara a 2023, por lo que cualquier cambio de normativa, como pronto, sería para este año.
El cambio ha recibido el apoyo de grandes figuras del fútbol inglés, como Peter Shilton, el futbolista que más veces ha vestido la camiseta de la selección.
Shilton presentó ante el Gobierno una petición firmada por 12.000 personas en la que pedía un ajuste en la ley. No es coincidencia, ya que el exarquero de 71 años reconoció que fue adicto a las apuestas durante 45 años.
La cultura del juego está mucho más extendida en el Reino Unido que en otros países y los jugadores extranjeros, especialmente los españoles, se han quedado sorprendidos al ver lo casual que es que sus compañeros de vestuario apuesten en el día a día.
La prohibición de lucir casas de apuestas en las camisetas, aunque lejana aún, supondría el mayor cambio en la legislación publicitaria deportiva desde que se prohibió exhibir anuncios de tabaco en 2003.
Las casas de apuestas en el Ecuador
Las casas de apuestas también se han convertido en un patrocinador importante para las competiciones y los equipos de fútbol del Ecuador.
Las dos principales torneos nacionales lleva el nombre de una estas empresas. La LigaPro tiene un convenio con BetCris, mientras que la Copa Ecuador está asociada con Ecuabet.
Por su parte, varios clubes de la Serie A tienen a casas de apuestas en sus camisetas, como Barcelona SC y Emelec con Bet593, Independiente del Valle con CoolBet y Liga de Quito con EcuaBet.
Sin embargo, estas empresas operan sin un marco legal claro. En la consulta popular de 2011, los ecuatorianos votaron para que se prohibieran “los negocios dedicados a juegos de azar, tales como casinos y salas de juego”.
Pese a ello, en el Ecuador hay al menos ocho plataformas dedicadas a los ‘pronósticos deportivos’, según un reportaje publicado por Teleamazonas en febrero de 2022.
El problema radica en que estos negocios no están domiciliados en el país, por lo que no estarían cometiendo un delito, ni tampoco deben pagar el Impuesto a la Renta o el Impuesto a la Salida de Divisas.
Según la Procuraduría General del Estado (PGE), están prohibidos “los negocios dedicados a la realización de juegos cuyos resultados se definen, en forma exclusiva, por la suerte”.
Y como estos lugares, en teoría, no dependen de la suerte, sino del conocimiento del apostador o jugador, sí serían legales.
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