Desde la llegada de las tarjetas crédito y débito a los sistemas bancarios, la forma en que las personas realizaban sus compras y pagos ha venido evolucionando. Hoy es posible imaginar que este tipo de trasferencias se puedan realizar con tan solo sonreír a una cámara, agitar la mano o mirar fijamente un lector.
Los pagos biométricos son ese sistema de autentificación que, a través de la información biométrica de una persona, es decir la huella digital, la voz, el reconocimiento facial, prometen revolucionar el futuro de los pagos y facilitar aún más el mundo transaccional.
En diversas empresas del mundo se está probando la biometría como estrategia para cerrarle el camino a los delitos por internet y rebajar así las suplantaciones de identidad y el fraude en el mundo digital.
“La forma en que pagamos debe seguirle el ritmo a la forma en que vivimos, trabajamos y hacemos negocios, ofreciendo a los consumidores opciones con altos niveles de seguridad”, dijo Ajay Bhalla, presidente de Cyber & Intelligence de Mastercard, en un informe publicado en medios británicos.
Este sistema de pagos cuenta con dos variantes. La primera es aquella que funciona de forma híbrida, utilizando sistemas tradicionales como tarjetas junto con datos biométricos. Y la segunda, que se basa netamente en la información biométrica de la persona para realizar una transacción de forma eficiente.
Pero, ¿cuál es el futuro de este sistema y qué tan eficiente y seguro es?
Según un informe publicado en los medios británicos, en el que se evaluó la percepción que tienen las personas frente a este tema, 74% de los consumidores consultados se muestra optimistas ante la propuesta de pago con tecnología biométrica y, para 2026, se esperan transacciones por más de US$16.000 millones. Carlos Andrés León Bohórquez, ingeniero informático y experto en programación, explicó que gracias a los datos biométricos unidos a un dispositivo electrónico es posible diseñar métodos que faciliten y aseguren ciertas rutinas diarias, como hacer deporte o realizar compras.
“Ya son muchos los dispositivos móviles que junto a un software son capaces de utilizar nuestras huellas digitales, reconocimiento de voz, iris o facial para desbloquear o aceptar ciertas acciones. Aunque es cierto que como cualquier otra tecnología siempre hay que seguir iterando y mejorando”, aseguró.
En cuanto al tema de seguridad, de acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (Ccce), en nuestro país los consumidores no tienen una desarrollada cultura de la prevención del delito y la suplantación de las personas o poca seguridad en el mundo digital han generado cifras altas en cuestiones de delitos informáticos.
Por ejemplo, de acuerdo con esa entidad, en la jornada del Día sin IVA del 11 de marzo de 2022 se realizaron aproximadamente 590.000 transacciones digitales que representaron $274.000 millones en ventas. Tal cantidad de operaciones se vuelve un campo fértil para atrapar a incautos. Las actividades más usadas para robar son el envío de correos electrónicos engañosos o páginas que suplantan a las empresas reconocidas (bancos, plataformas de pago electrónico, almacenes on line, etc.). Como si fuera poco, según la Ccce el hurto electrónico creció en 2021, pasando a 17.608 por hurtos informáticos y 7.654 por suplantación de portales web.
Martha Moreno, presidenta ejecutiva de Certicámara, entidad de certificación digital y operador biométrico, explicó en un informe que páginas y transacciones con altos niveles de confianza y seguridad no solo protegen al cliente de ser víctima de los ladrones sino a las empresas y a la economía, pues no se tendrían que pagar por daños ya hechos. En otras palabras, más prevención en la lucha contra el ciberdelito.
“Hay que acabar con la cultura de pagar por daños ya hechos y empezar a usar tecnologías que, con altos niveles de seguridad y confianza, protegen nuestra identidad. Desde Certicámara, hemos desarrollado la tecnología adecuada para brindar seguridad técnica, jurídica y validez probatoria a la información electrónica, transacciones y documentos”, sostuvo la presidenta ejecutiva de la compañía en el documento consultado.
Modos de protección
En el caso colombiano, Certicámara recomienda la tecnología para luchar contra el crimen y el fraude, acciones que llevan desarrollándose desde hace varios años.
Los métodos más frecuentes son los Certificados de Seguridad SSL, las firmas digitales, implementación de claves seguras, preguntas reto o la validación de identidad por medio de la biometría facial o dactilar. Gracias a esas acciones, esta entidad aseguró haber protegido en 2021 más de 140 millones de transacciones en el país, lo que indica el camino prometedor de estas acciones.
Las ventajas
En el sector bancario se considera que los pagos biométricos no son el futuro de la economía sino el presente. Adicionalmente, su llegada es tan revolucionaria como la implementación de la tarjeta de crédito en el sistema bancario tradicional hace algunas décadas.
De acuerdo con Kuvasz Solutions, empresa de pagos electrónicos, los métodos más comunes de pago biométrico son las huellas digitales, que es la más popular en la actualidad; el reconocimiento de voz, que no es tan efectivo pero sí eficiente para transacciones bancarias; la lectura del iris, uno de los más seguros, aunque no está extendida por su compleja implementación y, el reconocimiento fácil que, por ejemplo, ya ejecuta en algunos celulares y dispositivos inteligentes, gracias a sus cámaras de alta calidad.
Huella y voz, los datos o métodos biométricos más utilizados
Entre los métodos biométricos más utilizados hoy en día, la huella digital, el reconocimiento de voz, facial y de iris lideran los avances. La huella digital es la forma más popular de datos biométricos; actualmente se usa como una de las mejores herramientas, ya que es segura y podemos montarla fácilmente. El reconocimiento de voz, aunque su nivel de seguridad no es tan alto, sí suele ser eficiente, mientras que el de iris es considerado como sofisticado y de alto nivel, por lo que es uno de los métodos de seguridad más eficientes.