Hechos clave:
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El capital invertido en las DeFi se multiplicó, pero hay un obstáculo importante por resolver.
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Los emprendedores y usuarios también enfrentan dificultades relativas a estas plataformas.
«Todos piensan que el principal problema de las finanzas descentralizadas (DeFi) es la escalabilidad, pero esto no es así». El autor de esa frase es Piers Ridyard, desarrollador y empresario del mundo de las DeFi, quien detalló cuáles son los desafíos más importantes que afrontan estas plataformas desde su punto de vista.
Las palabras de Ridyard, CEO de RDX Works y desarrollador en Radix Protocol, se dieron en la conferencia BlockDown, que se desarrolla en Croacia entre el 11 y 13 de mayo. Su charla se denominó DeFi hacks and industrial revolutions – a path towards secure, easy to build, easy to use DeFi (Hackeos a las DeFi y la revolución industrial: un camino hacia DeFi seguras y fáciles de construir de usar).
Según la opinión de este participante del ecosistema de las DeFi, el reto más importante que tienen estas plataformas es la escasez de desarrolladores. Mientras que el dinero invertido en estos protocolos se ha multiplicado en 140 veces en los últimos dos años, el número de programadores que trabaja en ellos apenas se duplicó, precisó Ridyard.
Esta falta de expertos puede dar lugar a nuevas oportunidades para desarrolladores jóvenes. En este sentido, este periódico ha reportado que los programadores con conocimientos en Javascript pueden capacitarse en Solidity en aproximadamente seis meses para trabajar con la red Ethereum.
Como si el problema de la cantidad fuera poca cosa, las DeFi también presentan complicaciones muy importantes para los desarrolladores que trabajan en ellas. Esto se debe a que los expertos tienen que enfrentarse a problemas como la escalabilidad y las constantes amenazas de hackeos.
El 90% del tiempo de los desarrolladores no se emplea en crear nuevas funcionalidades, sino en controlar que el protocolo sea seguro, que funcione la interfaz y que no haya problemas.
Piers Ridyard, CEO de RDX Works.
Además, dijo Ridyard, el desarrollo en las DeFi no es para nada sencillo. Para ilustrarlo, mostró el siguiente gráfico, que representa la complejidad de la estructura que hace falta desarrollar para que estos protocolos funcionen.
La creación de contratos inteligentes y la interacción continua entre ellos para calcular balances, envíos, recepciones y demás transacciones con múltiples tokens es algo muy exigente. Y allí radica además el punto de origen de muchos de los hackeos que experimentan estas plataformas, explicó el empresario a la audiencia.
El tema de los hackeos a las DeFi sigue más vigente que nunca en 2022. A principios de mayo, CriptoNoticias reportó que los fondos robados a estos protocolos ya superan a los del año pasado. En el último tiempo, el principal blanco de los atacantes han sido las vulnerabilidades en el código de los puentes entre redes.
Por otro lado, Ridyard también enumeró los problemas de las DeFi para los emprendedores de este rubro y para los usuarios de estas plataformas. En cuanto a los primeros, aseguró que la creación de estos protocolos cuesta muchísimo dinero y toma años hacerlos crecer para que se vuelvan rentables.
Para los usuarios, en tanto, a menudo las DeFi resultan plataformas difíciles de usar. Además, en muchas oportunidades demandan el pago de comisiones elevadas y las transacciones pueden tomar bastante tiempo en concretarse, según la visión de este orador.
Los números que preocupan en las DeFi
La visión de Ridyard puede analizarse también desde los números. Por ejemplo, con respecto a los desarrolladores, los de la denominada web3 (en la que se incluye a los protocolos DeFi) totalizan «apenas» unos 18.400 desarrolladores en todo el mundo, según expuso durante su conferencia.
Como se ve en la imagen a continuación, esto es muy poco en comparación con los varios millones que hay en los diversos lenguajes de programación o con los 26,9 millones de programadores en todo el mundo.
A día de hoy, los activos en las DeFi representan un 0,06% del mercado financiero global, con 0,14 billones (140.000 millones) de dólares en valor total. Si se multiplicara este valor por 100, las DeFi llegarían a los 20 billones de dólares, lejos todavía de los 400 billones de dólares que se manejan en las finanzas en todo el planeta. Pese a esto, Ridyard efectivamente piensa que estos protocolos dominarán el mundo de las finanzas en el futuro, según manifestó en su exposición.