por Ivonne Vargas, HR blogger de Glocalthinking.
Es infinita la cantidad de información que encontramos sobre cómo ha cambiado la salud mental de las personas, a raíz de la pandemia. Sin embargo, parece no ser suficiente para algunas organizaciones donde la duda de si implementar o no una estrategia de bienestar, con particular enfoque en la salud mental, se hace presente.
Si la incógnita prevalece, sugiero traer a las lecturas del día algunos estudios, como el Informe sobre el Estado del Trabajo Remoto en México durante la pandemia de COVID-19, publicado por la Universidad de Puebla, UPAEP, y el Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo, organismos que en conjunto consultaron a más de 1,000 empleados sobre los principales retos en salud mental que han observado al trabajar en casa.
Esto son algunos hallazgos:
Población que:
- Está más sensible: 44.1%
- Se irrita con mayor frecuencia: 35.9%
- Siente que los pequeños problemas de han convertido en situaciones de conflicto: 31.6%
- Se enoja con mayor facilidad: 33.6%
- Está más cansado trabajando desde casa: 62.1%
- Grita más de lo normal: 30.8%
- Le duele la cabeza con frecuencia: 40.1%
- Ha sufrido dolor en las articulaciones: 52.2%
- Siente tensión en la nuca o en la espalda: 59.5%
- Aplicar la tecnología le ha generado estrés: 37.1%
- Ha sufrido algún ataque de ansiedad: 30.4%
Con estas cifras no hay alternativa, hay que contar con estrategias de bienestar; desarollarlas e implementarlas, además, es un herramienta valiosa para atraer talento e incrementar su compromiso. ¿Cómo iniciar o fortalecer esta actividad en las empresas? Sugiero empezar por cuatro aspectos clave:
- Cancelar la opción de no hacer nada.
- Descubrir el retorno de inversión real del programa.
- Olvidar las estrategias tradicionales.
- Concentrarse en impulsar el cambio, no simplemente en crear conciencia.
En esta primera entrega, analicemos las dos primeras.
1.- Cancelar la opción de no hacer nada.
Nunca ha habido un momento más crítico, que hoy, para invertir en la salud y bienestar de los empleados. Esto es el punto de partida. Seguramente los directores están conscientes de esta necesidad, pero algunas áreas aún no tienen idea de por qué es necesario tener un presupuesto para ello. Mapear el costo de siniestralidad, por ejemplo, es urgente para que esas cifras nos den ‘el valor necesario’ para invertir en el tema y esos son unos ejemplos:
A su vez, el ausentismo y presentismo impacta la productividad. Una encuesta publicada por el National Center for Chronic Disease and Health Promotion mostró que 30% de los empleados están tomando bajas por motivos de salud mental. Junto con el impacto que la pandemia ha tenido en la salud física, las organizaciones están siendo golpeadas por pérdidas de productividad en todos los ámbitos. Por eso es importante tener en mente que a mejor salud de los empleados, menos bajas por enfermedad. Hay que tener claridad sobre cuánto le cuesta a la empresa el ausentismo y los accidentes de trabajo.
A su vez, hay una baja en el compromiso, y se trata de un problema mundial. Los datos muestran que 85 % de los empleados no se sienten vinculados con su trabajo, de acuerdo con cifras de Gallup. Sin embargo, entre los que están inspirados por la cultura de su empresa para tomar decisiones en pro de su bienestar, el 80% dice estar comprometido y cita estar satisfecho con su trabajo, con los miembros del equipo, con los jefes y con los beneficios.
El fenómeno de la Gran Renuncia
La rotación de empleados ha alcanzado un nuevo máximo desde el inicio de la pandemia, a medida que muchísimas personas están cambiando de trabajo o, incluso, de carrera. El fenómeno es tan masivo que se acuñó el término “La Gran Renuncia”. Incluso antes de esto, una organización ya tenía cuatro veces más probabilidades de experimentar una pérdida de trabajadores talentosos si éstos no se muestran satisfechos con la promoción del bienestar. Si traducimos esto a dólares, el costo de rotación y reemplazo va del 21% al 150% del salario de un empleado, dependiendo de sus habilidades, experiencia e industria.
No es de extrañar que uno de cada cuatro adultos en todo el mundo haya informado tener depresión o ansiedad durante la pandemiam, con la incertidumbre económica, el aislamiento, el estrés. Y los empleadores en todo el mundo están sintiendo los efectos con la productividad y el rendimiento.
2.- Conseguir el financiamiento para un programa de bienestar, ya entrando en el terreno del retorno de inversión requiere del diseño de un caso en la empresa.
Esto se puede lograr trabajando en los siguientes puntos:
- Es más probable que los colaboradores potenciales se queden con un empleador que promueva el bienestar. De hecho, 64% de los trabajadores que están satisfechos con la promoción de la salud dicen que planean permanecer un mínimo de cinco años en la organización. Cuando la salud y el bienestar se promueven activamente, las compañías tienen 2.5 veces más probabilidades de ser vistas como mejores empresas para trabajar, sugieren especialistas de Body Systemas, firma especializada en la implementación de una cultura y programas de bienestar corporativo.
- Independiente del modelo de negocio, es la fuerza laboral la que impulsa los resultados de negocio, por eso necesita estar sana, comprometida, motivada, satisfecha y ser productiva. Para predecir la rentabilidad de tu empresa en el siguiente año o la satisfacción de tus clientes, mide el nivel de satisfacción, comportamiento y rotación de tus empleados justamente de un año y ahí encontrarás la respuesta si es que has demorado el plan de bienestar.
- Además, cuando se implementan de la manera correcta, los programas de bienestar pueden ir de la mano con otras iniciativas. Por ejemplo, se pueden vincular con la seguridad en el lugar de trabajo, a través de la prevención de lesiones o iniciativas ergonómicas, que están vinculadas a menores tasas de lesiones, ausentismo y compensación laboral.
Es un hecho que nunca ha habido un momento más urgente que este para estar conectados con los empleados. Ahora que el trabajo remoto es la norma, es fundamental que los empresarios encuentren una solución para acercar a sus equipos, estén donde estén. En este caso puede funcionar un programa digital de bienestar para que todo el equipo pueda unirse en cualquier lugar.