La coordinadora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión es una de las figuras clave del equipo económico. Recientemente participó de las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) donde la delegación uruguaya tuvo varios cónclaves con calificadoras, inversores y organismos, extrajo conclusiones sobre la economía global y pasó mensajes. Sobre las reuniones, las medidas del gobierno para atender la pérdida de poder de compra salarial, la polémica por el manejo de datos de la pobreza, la situación del dólar y más, Bensión habló en entrevista con El País, la que se publica aquí en forma completa.
-¿Cuál es la importancia de las reuniones del FMI y el BM que se celebraron semanas atrás en Washington DC (EE.UU.) a las que asistió?
-Básicamente confluyen autoridades de los organismos multilaterales, de los países, de las calificadoras de riesgo, confluyen inversores. Es un gran momento para establecer contactos y sobre todo entender cuál es la visión de esos diferentes actores sobre temas de coyuntura y por supuesto temas de más mediano y largo plazo, sobre todo de desarrollo, erradicación de pobreza, etcétera. Es muy importante estar ahí. Fue la primera vez que en lo personal pude ir todas las reuniones de forma presencial. En octubre habían sido presenciales algunas, pero todavía estaba en formato híbrido. La importancia de estar ahí es justamente para poder absorber, entender de qué se está hablando y pasar los mensajes que el país quiere pasar también.
-¿Qué mensajes quedaron?
-Uno de los principales mensajes que de alguna manera se pasó en estas reuniones fue la preocupación por el tema de la invasión en Ucrania que claramente, y como se habló en tantas reuniones, tiene impactos, no solamente en el territorio de conflicto por las tristísimas muertes y desplazados, sino que está teniendo un impacto a nivel global por la suba de los precios de alimentos, que también lo estamos viendo en nuestro país. Eso evidentemente exacerba esta situación de inseguridad alimentaria, sobre todo para aquellos países más pobres. Se une al tema de los fertilizantes que se exportan, y Rusia exporta muy fuertemente, y de alguna manera es un tema de preocupación de la comunidad internacional porque en la medida en que esos fertilizantes escaseen, también se puede llegar a una situación compleja en materia alimentaria hacia el futuro. Obviamente se hablaron de las ayudas que hay que ofrecer, no solamente a Ucrania, sino a todos los países, a los más pobres y también nosotros siempre abogando un poco por los mensajes de los países de medianos ingresos, que también tienen que ser atendidos en diferentes medidas.
-¿Qué reuniones mantuvieron y qué resultados tuvieron?
-Tuvimos reuniones mano a mano con las calificadoras de riesgo, fue muy importante conversar -y ellos nos preguntaron mucho- sobre las últimas medidas que habíamos anunciado de los aumentos de salarios públicos y jubilaciones y la convocatoria del Consejo Superior Tripartito. Fue importante el mensaje que ellos, de alguna manera nos transmitieron en el sentido de que Uruguay si bien no mejoró su nota crediticia, sí mejoró su perspectiva tanto por parte de Fitch como por parte de DBRS, en un contexto en el cual la gran mayoría de países tuvieron bajas en su calificación. Es el caso de Fitch, que 18 países entraron con perspectiva negativa a la pandemia y todos menos Uruguay, bajaron su calificación. Contrariamente a lo que se pensaba al inicio de la pandemia de que las calificadoras iban a ser contemplativas con los países porque todos estamos siendo afectados por la pandemia, eso no fue así, y efectivamente muchos países tuvieron una rebaja de la nota, de la perspectiva. El mensaje que ellos nos pasaron es que realmente Uruguay sale bien parado. Creo que eso es un espaldarazo. Recordemos para la ciudadanía no entendida por qué importa la calificación de riesgo: porque atrae inversión y si atrae inversión, atrae empleo y eso es lo que al final del día uno pretende.
Desde este ministerio en particular y el gobierno todo hizo mucho hincapié en la prudencia fiscal. Estuvo esa prudencia fiscal en el medio de la pandemia, que en su momento se reclamaba por más medidas, y al final del día los resultados en materia de crecimiento y en materia de evolución de la masa salarial, que es lo que importa, el bolsillo de la gente, en el caso de Uruguay fue igual o incluso mejor que otros países. Hemos marcado muchísimo este tema de cuidar la plata de los uruguayos y hubo un reconocimiento en ese sentido.
-¿Y qué otros aspectos hablaron?
-Un tema que tuvimos oportunidad de plantear y de escuchar en estas reuniones fue el tema de la sostenibilidad del crecimiento, hay que cuidar el planeta, hay que cuidar a la sociedad. Uruguay ha estado abogando en todos los foros, ya arrancó muy fuertemente el año pasado en Glasgow (en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) una prédica al más alto nivel de que los países tienen que ser beneficiados por cumplir con sus compromisos de París (en materia ambientales), sobre todo en materia de gases de efecto invernadero. Básicamente estamos planteando que tanto los bonos (de deuda) verdes, que eventualmente se emitan, como los préstamos que los organismos multilaterales nos concedan, tengan cláusulas asociadas a esos cumplimientos de los compromisos asumidos en el acuerdo de París y que, si el país cumple, eventualmente la carga de intereses sea inferior. Hay que incentivar a los países financieramente a que inviertan en los temas de medio ambiente. También hicimos planteos a varias autoridades entre ellas a la directora de la OMC (Ngozi Okonjo-Iweala), de que también tiene que haber una recompensa en materia comercial. Hoy como que los incentivos al desarrollo son un poquito perversos en materia comercial, en el sentido de que uno empieza a incrementar su PIB per cápita y empieza a perder las preferencias comerciales que algunos países le otorgan. Entonces, nuestros países de ingresos medios corren el riesgo de quedar atrapados en ese lugar, porque es complejo también acceder a preferencias comerciales. Nuestra prédica es: pensemos en cambiar esos incentivos para que no solamente esas preferencias estén asociadas al PIB per cápita, sino que también puedan estar asociadas al comportamiento medioambiental o de factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de los países y que las preferencias se otorguen positivamente a aquellos países que cumplen con sus metas. Por supuesto que hay mucho trabajo para hacer antes de llegar a una clasificación de ese tipo, ahí hay que homogeneizar las metas y los compromisos asumidos en los acuerdos de París, hay que definir para qué países podría variar una propuesta de este tipo. Uruguay tiene un compromiso enorme con la sustentabilidad y con el crecimiento sustentable y no solamente por lo que implica en sí para el planeta, también por lo que implica para un país que en general ha hecho mucho foco en los atributos de sus recursos naturales y para un país que está encarando una segunda transformación energética en todo lo que la movilidad eléctrica y el hidrógeno verde, que ya otros ministerios están trabajando. Eso de alguna manera nos genera una oportunidad de captar inversiones, nuevamente inversión y empleo en estas áreas que son muy importantes.
-¿Y qué hablaron con fondos de inversión y bancos en Washington?
-Tuvimos reuniones para contarles como el país había manejado estos años de pandemia, en el sentido de que tenemos buenas tasas de vacunación, todo el tema de la Regla Fiscal, el tema de no perder las luces largas, la visión en el largo plazo a pesar de manejar la pandemia. Se les habló puntualmente el tema de la sustentabilidad y del bono (de deuda) sostenible que de alguna manera estamos poniendo a convocatoria y puesta a punto de los inversores para que nos den su feedback. En general, fue muy positiva la devolución de muchos inversores y muchos fondos de inversión reciben de sus clientes ese mandato de invertir en instrumentos verdes y, en ese sentido, hubo muchísima receptividad para con el país y para con el instrumento. También el director de la Unidad de Gestión de Deuda, Herman Kamil, tuvo reuniones bilaterales con los inversores y en general hubo mucha receptividad, así que vinimos de esas reuniones para redoblar esfuerzos y seguir trabajando en este instrumento que es innovador. Si bien Chile ahora sacó algo parecido porque emitió un bono atado a sus metas ambientales, no está la pata del step down. Es decir, sí no se cumplen las metas ambientales Chile tiene que pagar una tasa de interés mayor. Nosotros estamos pregonando también el step down, de que los países tienen que tener un incentivo financiero de pagar menos intereses si se cumplen las metas. Además, va también con la prédica de los organismos multilaterales, y en particular el Banco Mundial, de que las deudas sean sostenibles. Entonces en la medida en que vos puedas pagar menos intereses eso de alguna manera te va a ayudar a generar un círculo virtuoso de: pago menos intereses, tengo más dinero en las cuentas públicas para invertir en esos bienes públicos y que las deudas sean sostenibles y los países estables.
-¿Cómo fue la instancia en que la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche presidió el Comité de Desarrollo del BM y el FMI?
-De alguna manera íbamos preparados para hablar de todos los temas, de bienes públicos, del tema de la sostenibilidad y cae este conflicto (Rusia-Ucrania) y la realidad es que fue una situación bien compleja de manejar con mucha tensión porque Rusia estaba presente. Uruguay cumplió, y la ministra en particular cumplió, un papel muy destacado y dejó muy en alto el país por la solvencia con la que se manejó esta tensión que se vivía en Washington por la presencia de Rusia que está generando todos estos impactos a nivel global. La ministra tuvo ese manejo tranquilo, prudente en el Comité de Desarrollo. Estaba también la número uno del FMI (Kristalina Georgieva), estaba el número uno del BM (David Malpass), estaba la número uno de la OMC y se pudo manejar de forma muy ordenada, tranquila y calma una sesión que tenía su tensión.
-Yendo a lo que ocurre actualmente, ¿ven con preocupación el escenario económico tras la invasión de Rusia a Ucrania y lo que está pasando en China con la política de cierres por covid que está afectando de vuelta a la cadena de suministros a nivel global?
-Creo que es un momento nuevamente de gran incertidumbre, ya lo vivimos por la pandemia y nos llegó el segundo cisne negro, que es el conflicto Rusia-Ucrania y este tema de China que obviamente se agrega. Por ahora no lo estamos viendo a nivel de la economía, de los indicadores económicos, pero sin lugar a dudas que es un frente de incertidumbre adicional que tenemos que incorporar en nuestros análisis y manejarlo. Esa ha sido la tónica de estas autoridades desde que asumimos, manejar estos cisnes negros que de alguna manera desenfocan un poco de lo que sería la situación normal. Y así se ha estado reaccionando y así se ha reaccionado con esta suba de precios de los alimentos. Se ha reaccionado con las exoneraciones de IVA en los panificados, en los temas de la carne y con lo que creemos que es la forma más directa de llegar al bolsillo de la gente, que es lo que respecta a salarios públicos y pasividades y entendemos que hay buena predisposición de algunos de los sectores, sobre todo los que están en mejor situación, de también adelantar esos correctivos (por inflación) que corresponderían el año que viene en materia salarial.
-¿Es suficiente con eso o dicen “vamos a ver qué pasa con esto y después vamos a tomar alguna otra medida”?
-Al igual que pasó con el covid, siempre tenemos medidas sobre la mesa. El presidente (Luis Lacalle Pou) lo adelantó en la conferencia de prensa que dio el lunes 18 de abril y sí tenemos otras medidas que estamos analizando y que oportunamente serán comunicadas. Así como ocurrió durante el covid, había pedido de medidas y a veces uno recibía de la oposición un listado de medidas que a la larga hoy ha quedado demostrado que realmente hubieran endeudado al país de forma disparatadamente elevada sin necesariamente tener mejores resultados. Porque, insisto, los países que gastaron más de lo que gastó Uruguay obtuvieron resultados iguales o peores de los que obtuvo nuestro país. El gobierno lo anunció en ese momento del covid, estudiando medidas que luego se implementaron, que fueron efectivas y que hoy estamos con una economía en recuperación, porque el mundo recupera y por las medidas que se tomaron en tiempo y forma. Así también estamos en este momento analizando distintas medidas alternativas y se comunicarán oportunamente cuando sean validadas.
-¿Vienen por el lado fiscal o por el lado de acuerdos de precios como se hicieron en su momento bajo este gobierno en 2020?
-Vienen por varios lados. No me gustaría adelantar en este momento. Por el lado fiscal siempre, las medidas en general, así como tuvimos en el covid que las medidas se encapsularon en el Fondo Covid, sin duda que en este caso la resignación de IVA (a panificados, fideos y asado) o lo que es el adelanto (a cuenta del próximo aumento en enero) de salarios públicos y jubilaciones, tiene un impacto fiscal. Se aumenta seis meses antes (del ajuste de enero) para paliar esta situación.
-¿No le hizo ruido en eso que esta propuesta de ajustar salarios públicos, ajustar las jubilaciones y convocar a los privados a que adelanten correctivos por inflación en los salarios la hizo el senador de la oposición Daniel Olesker antes?
-A ver, ¿quién dice que la hizo Olesker antes?
-Bueno, Olesker lo planteó en marzo.
-Hacía muchas semanas que estábamos trabajando en distintas alternativas, o sea que no ha lugar esa adjudicación de que esta medida la propuso Olesker, no corresponde.
-Pero, ¿no les hizo ruido que en ese momento también la proponía Olesker?
-No nos hizo ningún ruido porque nosotros trabajamos con independencia. A ver, tomamos en cuenta todas las medidas que claramente se hacen, pero muchas veces, y casi siempre diría, trabajamos en paralelo mucho antes de que llegue a la prensa este tipo de pedidos o este tipo de anuncios. Fue lo que ocurrió en el covid. Uno puede pedir una serie de medidas siendo oposición, no tiene por qué cuantificarla, que fue lo que ocurrió en ese caso. No hubo ningún tipo de cuantificación ni en los pedidos de Olesker, ni en las medidas del Frente Amplio. Nosotros, como cuidamos el dinero de los uruguayos, tenemos la responsabilidad de cuantificar y por lo tanto en general nos tomamos ese tiempo de ver todos los impactos que puede llegar a tener esta medida. Desde ya, te afirmo y te asevero que este gobierno ya venía trabajando en estas medidas bastante antes de que surgiera la noticia o el comentario o el pedido de Olesker.
Hay un tema importante que me gustaría resaltar, que es que hoy el gobierno puede tomar estas medidas que tienen su costo en lo fiscal, gracias al manejo prudente que se hizo en los años anteriores y, que insisto, no por haber sido prudentes y haber cuidado el dinero de los uruguayos se obtuvieron resultados peores que el resto de los países. Al contrario, si uno mira lo que es la evolución de la masa salarial en los dos años de pandemia, Uruguay fue el que tuvo la mejor evolución en la región. Los países de la región tuvieron una mayor caída de la masa salarial en términos reales de lo que ocurrió en nuestra economía. La prudencia fiscal es muy importante, es lo que hoy nos permite ser bien vistos por parte de los inversores en el mundo y por lo tanto pensar en Uruguay como un destino de inversiones y es lo que hoy nos permite reaccionar ante este escenario imprevisto de suba de precios de los alimentos con medidas concretas, que sin dudas que tienen su costo fiscal, pero que de alguna manera se pueden costear gracias a esa prudencia y ese cuidado del dinero de todos.
-También se pueden costear porque hay más inflación y eso genera que la recaudación sea mayor.
-Sin duda, también hay un tema de recaudación este que está permitiendo costearlo. Pero insisto, si no hubiéramos tenido la prudencia de los años anteriores, esa recaudación hoy la tendrías que utilizar para corregir los desvíos de los años previos. Porque al final del día, en algún minuto esa prudencia hay que tenerla.
-¿El gobierno piensa seguir con medidas de tipo heterodoxas como esta de ajustes de salarios y pasividades?
-Estas son medidas excepcionales por un contexto excepcional. Me parece importante dejar eso bien en claro, son medidas extraordinarias para momentos extraordinarios como el que se está viviendo. Y eso no altera para nada el rumbo en lo que es la convergencia en el caso de del Banco Central al rango meta de inflación, ni altera para nada los planes de converger a una mejor situación fiscal y de alguna manera estabilizar o detener ese aumento muy fuerte que venía del endeudamiento público y que al final del día había terminado con incremento de impuestos en el 2017. Esto no altera para nada ese rumbo, simplemente son medidas puntuales, transitorias, excepcionales para este contexto excepcional que se está viviendo.
-Teniendo en cuenta que generalmente entre los empresarios la evaluación del gobierno es muy buena, como lo refleja la encuesta de Exante, ¿los sorprendió la crítica de los empresarios a estas medidas?
-Aceptamos todas las críticas, de empresarios, ciudadanía, legisladores, analistas. En ese sentido, por supuesto que son libres de pensar, de opinar y de decir lo que de alguna manera sienten. Ahí me gustaría distinguir que obviamente hay empresarios y hay sectores que quizás no se estén recuperando y no están recuperando como está recuperando la economía en su conjunto y por esa razón es justamente que se abren las mesas y el Poder Ejecutivo de alguna manera solicita esa posibilidad de ver si se pueden adelantar o no esos correctivos. En caso que se dieran en el 2023, a la luz del incremento de inflación de este año, serían muy grandes también el año próximo. Entonces es evidente que al abrir las mesas y al solicitar que se evalúe, se está atendiendo la situación de cada uno de los sectores y aquellos que realmente no estén en condición de darlo, seguramente no lo darán. Lo que nos parecía importante era nuevamente atender a esta situación extraordinaria con una medida extraordinaria y que de alguna manera lo único que pretende es cuidar el poder adquisitivo del trabajador y también regular los incrementos que va a tener que dar el empresario en un momento del tiempo, que en este caso serían en julio del 2023, porque los correctivos se acumularían. Nos parece que es algo que es oportuno y es sensato que todos evaluemos y que en la medida en que las empresas lo puedan dar lo otorguen y en la medida en que no lo puedan dar, porque su sector no está yendo de buena forma, pues no lo podrán dar. También es muy importante resaltar que en el mercado laboral importa el salario e importa el empleo, y el empleo sufrió mucho el año pasado y afortunadamente se han podido recuperar todos los puestos de trabajo perdidos en la pandemia. Si uno toma en promedios anuales todavía la recuperación no fue tal, pero si uno mira el “punta a punta”, ya estamos como unos 16.000 puestos de trabajo por encima de los niveles de pre pandemia. Entonces, en la medida en que un empresario diga “no, yo no puedo dar este aumento porque si no tengo que despedir gente”, creo que es de rigor de todos los trabajadores entender y atender a esa situación, porque nadie quiere que un compañero pierda todos sus salarios, ¿no? Son cosas que a veces el Poder Ejecutivo al estar mirando la macro, no logra vislumbrar totalmente y de ahí la necesidad de discutir y conversar estas cuestiones en cada una de las mesas.
-El líder de Cabildo Abierto, Guido Manini presentó una minuta de comunicación pidiendo al Poder Ejecutivo la exoneración de IVA a 19 productos por seis meses y eso tuvo el respaldo unánime de los senadores, ¿es viable algo así?
-Vuelvo a responder lo que el presidente dijo ese lunes 18 de abril: la medida más efectiva para llegar al bolsillo de la gente es por la vía del aumento de salarios y de pasividades. Las exoneraciones de IVA no son tan directas en ese sentido, pero por supuesto que todas las propuestas y las medidas son atendibles. Lo que nosotros entendemos, y lo que el presidente mismo dijo, es que la forma más directa de llegar es vía salarios y jubilaciones y eso fue lo que se hizo.
-El senador de la oposición Alejandro Sánchez decía que, si el gobierno no accede a esta exoneración de IVA, la ministra Arbeleche tendría que renunciar porque todos los senadores de la coalición de gobierno apoyaron la medida.
-Son cosas políticas que se dicen. Insisto, el gobierno ha tomado medidas muy contundentes, más contundentes aún que la exoneración de IVA con estos aumentos de salarios y de jubilaciones y con este pedido al sector privado de que adelante correctivos. Lo demás son palabras, son juegos o temas políticos en los que no me compete a mí.
-Los exportadores expresan preocupación por la baja del dólar, lo que dicen es que no a todos los sectores les llegó este beneficio que es la suba de precios de commodities, ¿piensan en alguna medida de ese tipo para ayudar a esos sectores que no tienen este beneficio y además se ven afectados por la por la caída del dólar?
-¿Medida de qué tipo?
-Fiscales, de ayuda o más devolución de impuestos a la exportación, por ejemplo.
-No, no se está pensando en ese tipo de medidas. Estas son cosas que ocurren en estos momentos, en la medida que uno comienza a subir la tasa de interés, para preservar los guarismos inflacionarios, sin lugar a dudas que ocurre esto. Pero esto no ocurre solo en Uruguay, esto ocurre en todas partes del mundo, se está viendo una apreciación de las monedas y en ese sentido, creo que es muy importante mencionar que el tipo de cambio real de Uruguay este muy en línea con los niveles de equilibrio. Por supuesto que cuando uno mira al vecino Argentina, que es algo muy particular y es una economía muy particular, uno obviamente encuentra un desalineamiento de precios relativos en ese sentido. Pero, si uno mira al resto del mundo, incluso lo que ha ocurrido en nuestra economía vecina Brasil que ha tenido una apreciación de su moneda mayor que la nuestra, la realidad es que hemos ganado competitividad en términos de tipo de cambio real y no perdido competitividad pese a la baja del dólar. Así que en ese sentido nosotros no estamos viendo un desalineamiento del dólar y todo es relativo, hay que mirar lo que está pasando en los demás países del mundo y por lo tanto es parte de los movimientos de precios relativos que ocurren cíclicamente.
-¿Les preocupa esta situación de Argentina justamente ahora con fronteras abiertas y la posibilidad por un lado del turismo de compras y por otro lo que ocurre con la frontera y los comercios de frontera?
-Las políticas de frontera se han atendido y se han implementado beneficios a los comercios de fronteras, justamente para paliar esa situación. Es una política que está presente y que se ha sostenido y se ha fortalecido. En lo que respecta al consumo, si me está preguntando respecto al eventual desvío de consumo que pueda haber desde Uruguay hacia Argentina, eso es parte nuevamente de la historia de nuestros países y de ninguna manera debería de generar una caída en el consumo en Uruguay. Porque esto no es sólo una medida, y es que en general en estos momentos de abaratamiento relativo hay parte de los consumidores uruguayos que consumen parcialmente algunos productos en Argentina, transitoriamente por el tiempo que se van. Esto ocurre al mismo tiempo en el cual los salarios empiezan a recuperar en el país y el empleo sigue recuperándose, o sea que hay una recuperación de la masa salarial que también tracciona al consumo. Lo que diría es, no, no vemos con preocupación este tema. Ya ha ocurrido en el pasado y es parte, así como hablamos de esta fluctuación del dólar en estos contextos, de las dinámicas de precios relativos que históricamente han ocurrido en Uruguay. El vínculo con Argentina en todo caso está mucho más acotado que en el pasado. En ese sentido es por el lado del turismo y es por el lado de algún desvío de consumo que pueda haber, pero para nada lo estamos viendo como algo preocupante porque la película total es de una mejora en el consumo de los hogares a medida que el empleo sigue recuperando y los salarios también.
-Con la Rendición de Cuentas que se viene, ¿hay espacio para incrementar el gasto más allá de lo que ya está otorgado vía ley de Presupuesto y vía la ley de Rendición de Cuentas anterior?
-No, las cifras fiscales fueron las que se publicaron, la ministro actualizó de alguna manera esas cifras fiscales en su presentación del 15 de febrero. Tenemos cifras fiscales programadas hacia adelante que son consistentes con el escenario de mejora fiscal y de estabilización de la deuda pública, tenemos una Regla Fiscal que cumplir y no por cumplirla en sí, no por enamorarnos de ese número, es para eventualmente evitar tener que subir impuestos si se incumplen los números fiscales. De alguna manera mi respuesta es que los números fiscales son los que son y eventualmente podrán tener algún desvío muy marginal de estas medidas que se están tomando, que como decimos están financiadas en algunos casos por la mayor recaudación de los últimos meses o prevista también por el crecimiento y el incremento nominal de los precios.
-O sea, el mensaje es: no hay más dinero para repartir del que ya se repartió en su momento.
-Sin duda.
La situación de la pobreza y la polémica por el manejo de los datos del primer semestre de 2021
-La inflación obviamente afecta las tasas de pobreza, en ese sentido, ¿les preocupa que haya un aumento del indicador o creen que con las medidas que se tomaron y alguna otra eso se puede estabilizar?
-El tema de la pobreza siempre es algo que nos ocupa y preocupa. Se ha hablado mucho el tema pobreza en los últimos meses. No hay que perder de foco que la pobreza bajó en el 2021 con respecto al 2020 y eso es muy importante de destacar. Sin lugar a dudas que todavía tenemos un guarismo de pobreza que nos gustaría ver bajar. Obviamente eso no es solo en Uruguay, ocurrió en todo el mundo, fue producto de la pandemia y en ese sentido nosotros estamos trabajando en lo que son los programas de transferencias. Vuelvo a destacar el programa de primera infancia que básicamente apunta a llegar a esos hogares más vulnerables con niños de 0 a 3 años y que es un refuerzo monetario para contener de alguna manera esa situación de vulnerabilidad en esos hogares, que tienen a esos niños que van a ser los trabajadores del futuro y que hay que preservar. Ese foco de la pobreza está y tan así que se incorporó en el programa de primera infancia que son US$ 50 millones por año. También con la recuperación del empleo en la medida en que podamos focalizar y seguir focalizando políticas de empleo y de recuperación de empleo, eso tracciona también a esos hogares vulnerables y es en lo que estamos trabajando y seguimos trabajando con medidas puntuales, con medidas macroeconómicas. Todas estas medidas que estamos hablando, de cuidar el dinero de los uruguayos, para tener una mejor calificación, para no tener que subir impuestos, para que vengan más inversiones, apuntan al final del día a tener más crecimiento, más empleo, menos pobreza.
-¿Hubo un apresuramiento por parte del MEF con aquellas cifras del primer semestre de 2021…?
-Para nada.
-…cuando después en el año se confirma que en realidad frente al 2019…
-Para nada. Se informó el dato que se tenía en ese momento.
-Pero por lo que decían algunos analistas de que los datos semestrales pueden tener este tipo de volatilidades…
-Pero y si se publican, ¿no se informan? Si el INE los tiene, los publica, ¿no hay que informarlos? Para nada. No, no hubo ningún apresuramiento. El MEF informó en ese momento el dato que se publicaba, era el dato en ese momento. Luego se publicó el dato del segundo semestre y lo que se vio en el año es que la pobreza bajo un punto, de 11,6% en 2020 a 10,6% en el 2021 y esa es la conclusión. Lo demás me parece que es enredar, es enredar. Para nada pensamos que nos apresuramos, le informamos a la población la información oficial.
-Pero hicieron una comparación de un semestre contra 2019 que era el año completo.
-Era la comparación que en ese momento decían los datos.
-¿Lo volverían a hacer lo de comparar contra un año cuando el INE publique los datos del primer semestre de 2022?
-No sé si volveremos a hacer o no volveremos a hacer. Veremos lo que se publicará en su momento, pero me parece que las comparaciones siempre son importantes de hacer y en ese momento se hizo la comparación del primer semestre porque eran los datos que se tenían y me parece que hay que desmitificar de que nos apresuramos, de que el dato no era. No nos apresuramos, el dato era el que se informó y la conclusión principal es que la pobreza bajó en el 2021 con respecto al 2020 que era lo que se esperaba en el contexto de recuperación económica que se está transitando, de recuperación del empleo y de refuerzo de partidas y de transferencias monetarias a los hogares vulnerables. Creo que eso es lo que realmente ocurrió y es lo que realmente hay que informar. Porque lo demás me parece que es un poco de ruido innecesario con temas tan delicados.
La promesa de revisar el IRPF y el IASS
-El presidente planteó en su momento que, si la economía se comportaba de acuerdo a lo esperado, se podría pensar en revisar el IRPF y también el IASS. Con los hechos que han ocurrido en los últimos meses, ¿sigue estando en pie o ven que ya es más complicado?
-Por supuesto que sigue estando en pie, lo dijo el presidente y como palabra del presidente por supuesto que sigue estando en pie. Tendremos que verlo en su momento, esperar a que transcurra un poco el año, sobre todo a raíz de este conflicto (Rusia-Ucrania) que de alguna manera era inesperado y sobre todo el impacto mundial como decíamos al principio. Y la extensión que todavía no sabemos, que se pensaba en su momento que iba a ser un conflicto relativamente corto y que realmente hoy es otra de las conclusiones que sacamos de Washington, que parecería que se va a extender más de lo previsto. Entonces, llegado el momento se hará la evaluación de cómo evolucionó la economía, cómo evolucionaron las cuentas fiscales y el presidente tomará la decisión, porque al final él tiene la última palabra.
-¿Hay una prioridad de un impuesto sobre otro?
-Siempre se habló de los dos en simultáneo.