Estados Unidos tiene dos capítulos tristes en la historia de su economía. El primero ocurrió en el año 1929 y se le llamó la Gran Depresión, un fenómeno que explotó por la quiebra de Wall Street y el derrumbe del sistema bancario del momento, lo que costó miles de millones de dólares y sucumbió al país en la pobreza. El otro fue la Gran Recesión, que inició en el 2008 y es la crisis que dio como nacimiento a Bitcoin, así como dejó en la quiebra a miles de estadounidenses y generó inseguridad en el mercado inmobiliario.
Sin lugar a dudas, fueron dos eventos que cambiaron para siempre la vida de los estadounidenses en ese periodo y que tuvieron un impacto en la economía mundial. Por ello, no resulta descabellado que las palabras «inflación», «desempleo», «crisis» y «recesión» generen terror en la población. Un miedo que se está sintiendo actualmente en las calles de Estados Unidos.
Según una encuesta de la firma Alianz Life, 6 de cada 10 estadounidenses siente que una recesión está a la vuelta de la esquina. El término «recesión» significa que la economía de un país experimenta una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos trimestres consecutivos. En la actualidad, la economía de Estados Unidos se contrajo en los primeros tres meses del 2022, registrando una de las inflaciones más altas en los últimos 40 años y con el mercado de valores en plena caída.
Por si fuera poco, reportes del Instituto de Manejo de Productos (ISM), confirman que el panorama se puede complicar aún más. Las tasas hipotecarias, que se refiere al precio de la vivienda en Estados Unidos, se encuentran disparadas en niveles históricos.
La mano de obra en sectores industriales también es escasa, por lo que su demanda es alta y su precio bastante costoso. El nivel de desempleo en Estados Unidos es muy bajo en la actualidad, a pesar de los problemas económicos que ha atravesado el país, mientras que los salarios han tenido que aumentar para recuperarse del repunte de inflación.
Todo esto ocurre mientras los negocios crecen con más lentitud y se ralentiza la demanda de productos debido a las medidas económicas impuestas por el Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), quienes han aumentado las tasas de interés a un 0,5%. Esta serie de situaciones podría provocar un fenómeno de estanflación en el país americano, palabra que describe el proceso mediante el cual se acelera la inflación, crecen las tasas de desempleo y se estanca la economía.
Si tomamos en cuenta estos datos, se podría decir que el país norteamericano se encuentra en alerta ante la posibilidad de que este nuevo trimestre también tenga números negativos. De llegarse a cumplir, Estados Unidos se enfrentaría a una situación económica incluso más complicada que la que vivió en el 2020 luego de decretarse la pandemia de Covid-19. Pero, ¿qué dicen los especialistas sobre este tema?
Para este año tal vez no, pero para 2023 es posible
Los economistas que siguen el caso de Estados Unidos no están esperando una recesión para 2022, principalmente porque confían en la decisión que ha tomado la Reserva Federal de aumentar las tasas de interés, lo que desaceleraría la crisis financiera. Al aumentar los costos de los préstamos se podría reducir la demanda de los consumidores, una estrategia que tendría la capacidad de desacelerar la inflación producida por la impresión de dinero inorgánico.
Aunque los expertos en el tema reconocen que Estados Unidos tiene una economía aún fuerte y un mercado laboral saludable, afirman que las medidas de la FED podrían también tener un gran impacto en los negocios nacionales que ya sufren los primeros estragos de la crisis económica. En este sentido, se pronostica que hay más peligros de recesión para el año 2023 cuando la situación será más precaria para los comerciantes. En el caso del economista Matthew Luzzeti cree que, si se termina de dar una recesión para 2022, será leve.
Bajo esta misma óptica, los expertos Larry Summers y Alex Domash sostienen que actualmente hay una alta posibilidad de recesión en los Estados Unidos. Esto se debe a dos indicadores que han pronosticado anteriormente momentos de recesión en el país norteamericano, los cuales hoy en día están de nuevo en niveles que señalan un desbalance en la economía. Estos son una inflación disparada y una baja tasa de desempleo, lo que podría llevar a que a largo plazo colapse el sistema.
Mientras todo esto ocurre, economistas de otras partes del mundo se preocupan de las posibles repercusiones que tendrá esta situación en las finanzas de sus propios países. Ese es el caso, reportado por CriptoNoticias, de Juan Ramón Rallo, quien especula que si Estados Unidos entra en recesión este hecho tendrá impacto en las economías ya debilitadas de los países de Europa. No obstante, los negocios del continente europeo no serán los únicos que sufran el impacto, sino también las criptomonedas que últimamente bailan al son de lo que ocurre en Estados Unidos.
¿Cómo afectará todo esto al precio de Bitcoin?
Aquellos que no hayan estado siguiendo de cerca, en los últimos meses, el precio de Bitcoin, seguramente se estarán preguntando porqué la economía de los Estados Unidos tiene algo que ver con el valor de la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto. Sin embargo, para sorpresa de muchos, la realidad es que hoy en día el precio de Bitcoin está reaccionando a la par de las medidas de la Reserva Federal del país norteamericano y los comportamientos de la bolsa de Wall Street.
Esta situación principalmente se debe a que, desde que inició el 2022, Bitcoin está siendo considerado, a ojo de los inversionistas más que nada, como un activo de riesgo. En este sentido, se le ve como una inversión altamente especulativa, que se codea junto con algunas de las acciones más populares de las bolsas estadounidenses, como lo son las de las empresas de tecnología. Cuando Google, o Apple, o Telsa (e incluso Meta) han tenido movimientos bruscos en su precio, Bitcoin se ha comportado de manera similar; demostrando que ambos mercados tienen una alta correlación.
Esto tiene sentido sobre todo si tomamos en cuenta que varios de los inversionistas institucionales más importantes de Bitcoin son exactamente empresas que cotizan en las bolsas estadounidenses, como es el caso de Microstrategy, Block o Tesla. O sea, una buena parte del capital que ha ayudado a BTC a escalar a nuevos niveles de precios, proviene exactamente de estas firmas cuyo crecimiento depende en gran medida de cuán sana está la economía de los Estados Unidos.
Por si fuera poco, también hay que tener en mente que, con la prohibición de Bitcoin en China, un volumen importante de mineros se ubicó en territorio estadounidense. De esta manera, las regulaciones del país americano han empezado a tener cada vez más relevancia en el precio de la criptomoneda, puesto que sus cuotas de poder en el mercado han aumentado en comparación con años atrás.
Ante este panorama, no sería extraño que la actual situación económica de los Estados Unidos siga afectando al mercado de Bitcoin. La realidad es que, si los préstamos se vuelven cada vez más costosos, menos personas estarán dispuestas a pedir dinero para generar rentabilidad en los mercados de valores, incluyendo en este panorama a las criptomonedas. En momentos de crisis, en vez de arriesgar capital, no son pocos los inversionistas que prefieren los activos de refugio de valor.
En este sentido, es posible que la única manera que Bitcoin se vaya alejando poco a poco del maremoto que puede ser una crisis financiera en Estados Unidos, es que se afiance la narrativa del uso de la criptomoneda como activo de refugio de valor.
Una perspectiva que apoyan la comunidad de Bitcoin al considerar que la moneda tiene el potencial de aumentar su valor a largo plazo. En este sentido, se promueve la acumulación de BTC bajo la idea que dentro de algunos años serán aún más valiosos que el día de hoy. En la actualidad, aunque el precio se ha desplomado, aquellos inversionistas que aplican esta estrategia han llegado al nivel más alto visto en la historia de la criptomoneda.