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El gobierno se había puesto como objetivo llevar la inflación a 3,7% a fin de 2024. Sin embargo, a dos de haber asumido, la administración de Luis Lacalle Pou tiene una inflación de 9,38% en 12 meses a marzo. Eso lo llevó a adelantar ajustes de salarios públicos y jubilaciones y convocar a privados a hacerlo, ante la pérdida de poder de compra. ¿Cómo queda parado el Banco Central (BCU) con esto? ¿Qué va a hacer la autoridad monetaria? ¿Qué pasa con el dólar? De esto y más, habló el presidente del BCU, Diego Labat en entrevista con El País.
-Tras la suba de la tasa de interés del BCU (de 7,25% a 8,5%), el gobierno adoptó medidas que tienen que ver con recuperación de salarios públicos y jubilaciones en general y sugirió también convocar a los a los Consejos de Salarios del sector privado. Hay varios analistas y empresarios que se manifestaron contrarios o que ven contradicciones en esas medidas, pero ustedes responden como que no son contradictorias. ¿Por qué creen que igual empresarios y analistas siguen viendo esto como contradictorio con la medida del BCU?
-Son medidas que apuntan a distintos objetivos. Nosotros subimos la tasa en un momento en el cual la inflación ha tenido un empuje fuerte, las expectativas de inflación han subido y por ende era importante remarcar el compromiso de la política monetaria con la baja de la inflación en el mediano y largo plazo. En el corto plazo lo que tenemos es una presión de inflación que no la va a resolver en ese plazo la política monetaria. Y se podían haber tomado, y alguna se tomó, medidas muy puntuales de exoneración del IVA al asado o a los productos panificados o algunas otras que se propusieron, que ya sabemos que son medidas no de corto plazo, de cortísimo plazo, que tienen un efecto muy, muy menor. Parece que no tiene sentido, salvo un mitigante muy, muy corto. Entonces esto lo que hace no es atacar la inflación, es simplemente decir: “la inflación se dio más arriba de lo que se preveía en el momento de negociar salarios, bueno, se recuperan”. No es una medida antiinflacionaria, es una medida que lo que busca es devolver lo que de alguna manera los trabajadores habían perdido de poder adquisitivo en estos meses.
-El economista Pablo Rosselli dice que el BCU está subiendo la tasa de interés, correctamente, porque trata de anclar las expectativas, pero por otro lado esta medida de convocar a los Consejos de Salarios en el sector privado para que se adelante un correctivo por inflación que tenían los acuerdos previstos para fin del período, va en contra de lo que se quiso hacer. Y eso fue desindexar salarios de inflación y que aumentos transitorios de precios, como este que estamos viendo provocado en parte por la guerra entre Rusia y Ucrania, no se indexen en la inflación vía salario. ¿Qué opina?
–Un mínimo riesgo de indexación hay, eso es claro. Lo que pasa que los hechos son los hechos y la inflación estaba o está bastante más arriba de lo que se esperaba por varias causas, en su enorme mayoría externas y fuera del control local, digamos. Entonces, lo que esto puede terminar haciendo es ir enlenteciendo esa convergencia hacia una inflación más baja, pero no es la medida, sino que lo que enlentece es el shock que recibimos de afuera, básicamente precios de commodities. Primero provocados por los problemas de oferta, los problemas de la cadena de abastecimiento agravado por la guerra, más algunas cuestiones locales como el tema de las frutas por un problema climático. Pero sí, hay un shock muy fuerte que presiona sobre los precios y eso es lo que nos complica el escenario inflacionario donde este año claramente, vamos a estar fuera del rango (de entre 3% y 6%).
-El economista Carlos Sténeri en una reciente columna en Economía y Mercado de El País apuntó a que en estas circunstancias el resultado más potente de subir la tasa de interés, es presionar temporalmente a la baja el tipo de cambio real. ¿Coincide con esa visión?
-No, no, no. El principal objetivo que se busca con la suba de la tasa es reafirmar el compromiso e intentar anclar expectativas en el en el mediano y largo plazo cosa que hasta ahora no hemos logrado o que logramos transitoriamente durante unos cuantos meses, pero no logramos que siguieran bajando y ya hace tres o cuatro meses que están subiendo y ahora se estabilizaron. Entonces claramente el mensaje era anclar eso. Uno de los canales que opera es vía tipo cambio, pero opera vía los precios de los activos, opera por varios lugares. Es un mensaje que es consistente con lo que lo que están haciendo todos los países del mundo que claramente es dar esa señal. No parece haber otra receta seria, con la cual apuntar a las expectativas.
La barrera psicológica de la inflación en 10%
-¿Les preocupa hoy que la inflación pase la esa barrera psicológica del 10% o no es una preocupación en sí misma?
-Nuestra principal preocupación son las expectativas más que la inflación de corto plazo que está exacerbada. Está bastante más alta, no sólo la inflación, no solo el Índice de Precios del Consumo, sino distintas medidas, como la inflación subyacente, están más altas, entonces eso es una preocupación. No vemos una preocupación más allá de los niveles que está hoy, que a nosotros no nos deja conformes, pero no vemos que se vaya más allá.
-Pero volviendo a las medidas de ajustes de salarios y jubilaciones, ¿no generan un riesgo de desanclar expectativas? Porque son los propios analistas y empresarios, que luego consultan en las encuestas de expectativas, que las ven como contradictorias con la suba de la tasa.
-A ver, está bien, es un riesgo posible. Acá lo que hay es un adelanto (de correctivo por inflación en salarios) que en muchos sectores del sector privado se iba a dar de todas maneras porque ya lo tenían en sus convenios. Entonces se da en el sector público y se invita en algunos lugares del sector privado que no tenían esos correctivos. ¿Eso puede aumentar un poquito la indexación? Puede ser. Nuestras estimaciones dicen que es muy poco ese efecto. E insisto, los hechos son los hechos, o sea la inflación ya estaba en 9,4% contra 5,8% que es lo que se había tomado (para los ajustes salariales). Entonces parece razonable y se optó por ese camino. El riesgo que eso aumente o desancle expectativas puede estar, pero entendemos que es muy puntual. Esto quizás haya sido una medida no ortodoxa dentro del programa económico, pero claramente es una medida con una justificación muy clara y un racional atrás importante. Entonces cuando uno se sale de la ortodoxia, quizás requiere aumentar los esfuerzos de explicación. Y uno no se puede salir de la ortodoxia constantemente, pero creo que claramente el Poder Ejecutivo tiene el crédito suficiente y ha mostrado el compromiso suficiente en todos los aspectos como para tomar una medida, justificarla y aclararla.
-¿No se están atacando demasiados objetivos a la vez? Por un lado, la inflación vía anclar expectativas y por otro lado atacar la recuperación salarial a través de estas medidas.
-Ahí a veces me parece que lo que se confunde es qué quiere decir atacar la inflación. Yo digo que atacar la inflación implica como primer paso reconocer la importancia del fenómeno inflacionario y la importancia que tiene para el desarrollo o el desenvolvimiento de la economía uruguaya de tener una inflación baja y ser conscientes de que tenemos que ir en el mediano y largo plazo a una inflación más baja. Otra cosa es si hiciéramos disparates y pretendiéramos bajarla en 30 días, que no es lo que estamos haciendo. En estos dos años y pico hemos sido muy cautos, con un programa para bajar la inflación casi que de a un punto por año, que era una baja cauta, no agresiva. Las presiones de este año y del año pasado en algún momento nos van a llevar a recalcular ese programa claramente. Pero que uno sea cauto y no presione en exceso, no quiere decir que uno se tenga que olvidar del objetivo final.
-En lo que va del año, el peso uruguayo es una de las monedas emergentes que más se revalorizó ante el dólar. ¿Les preocupa la pérdida de competitividad teniendo en cuenta que otras no se han revalorizado tanto?
-En general casi todas las monedas de la región se han apreciado, el real bastante más que el peso uruguayo. Otras monedas de la región como las de Chile, Perú, Colombia en niveles parecidos a los de Uruguay. Hoy no es una preocupación. Nuestras estimaciones son que el tipo de cambio está alineado a fundamentos. Esto me he aburrido decirlo, pero el régimen de flotación es por lejos, lo mejor que puede tener Uruguay. Por suerte, creo que ya hace muchos años que lo mantenemos. Mientras no haya una volatilidad excesiva o no haya elementos que nos hagan pensar, entendemos que está muy bien como está flotando y esos niveles no generan esos problemas que mencionabas.
-¿El Banco Central no ve necesidades hoy de intervenir en el mercado de cambios?
-No, porque además hay mucha incertidumbre y hay muchos factores que están operando juntos. El principal desde hace cuatro o cinco meses tiene que ver con los altos precios de los commodities, en particular los relevantes para Uruguay como la soja, la carne, la celulosa un poquito más atrás. Y el propio real ha presionado a Uruguay. Hay una muy fuerte apreciación del real en Uruguay que ha hecho apreciar también al peso. Pero esas son condiciones que para empezar no están para siempre. Estamos viendo un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal y eso va a terminar influyendo en el mercado cambiario. Hay muchos factores y uno no puede apresuradamente estar yendo para un lado y para el otro. Tiene que haber claramente razones o desvíos muy fuertes para que haya una intervención.
-Y qué responde a los exportadores que manifiestan estar preocupados por esta caída y dicen además que hay que tener en cuenta que hay muchos sectores exportadores que no se ven beneficiados por esta suba de commodities, sobre todo las industrias que quizás son un poco más intensivas en mano de obra.
-Está bien y entiendo la preocupación que tienen esos sectores, sobre todo sectores intensivos en mano obra pueden tener una preocupación. Pasa que ahí es donde hay que pensar cuál es la herramienta adecuada y claramente no es la política monetaria o no es una intervención en el tipo de cambio para corregir quizás los sectores que están más afectados. Las medidas tendrían que venir por otro lado.
-Ahí la pelota está en otra cancha, la gobierno y no la del Banco Central.
-Si es que se entiende que hay algún sector que puede tener alguna dificultad. Porque lo que uno no puede, es poner el tipo de cambio…, que para empezar no se puede poner en cualquier nivel. No es que el nivel de tipo cambio es una decisión que el Banco Central la pueda tomar porque sí, pero el tipo cambio no va a estar acompañando al sector que le va peor de toda la economía. Justamente, el tipo cambio al final responde a los fundamentos, responde a la oferta y demanda y claramente con estos precios de commodities, parece difícil que ningún tipo de sostén se pueda dar en forma artificial.
-El economista jefe de mercados emergentes de la corredora BCP Securities de Estados Unidos, Walter Molano, planteaba en un análisis para sus clientes que Uruguay es uno de los carry trades más atractivos de la de la región. ¿Están viendo algún indicio de capital especulativo entrando a Uruguay?
-No, no, no. No hemos visto y de hecho son públicas las cifras de tenencias de títulos (de deuda en moneda nacional) por parte de no residentes y no hay un fenómeno de este tipo, que es un fenómeno que sí ha visto Brasil. No tengo tan claro que Uruguay tenga esas condiciones. Cuando uno mira las tasas (de interés) en forma comparativa con la región, Uruguay tiene tasas que en términos relativos no son tan altas como en otros países. Sí, claramente Uruguay tiene a favor ser un país estable, cumplidor y todo lo que conocemos, que es un atributo. Hoy no vemos ese escenario y no parece darse por lo menos en el corto plazo.
-Hoy la tasa de interés de referencia neutra del Banco Central sería de 9% y hoy está en 8,5% y es levemente expansiva, es decir todavía apuntala a la actividad. En el próximo Comité de Política Monetaria, ¿prevén llegar a una tasa que ya sea contractiva y se focalice en contener la inflación o todavía no?
-En el Comité de Política Monetaria pasado, dimos el signo que claramente vemos que va a haber nuevos incrementos de la tasa. Para la próxima sesión no dimos la cuantía, justamente porque la incertidumbre es tal que preferimos no dar ese dato a pesar de que nos gustaría para poder dar más información al mercado. Esa guía hacia adelante tiene que tener bastante firmeza en que lo que dice que va a ocurrir, si no hay ningún cambio importante. se va a dar. Hoy no tenemos elementos. Sí, parece claro que va a haber un nuevo movimiento hacia arriba en las tasas en el próximo comité, que es el 17 de mayo, se irá viendo la gradualidad de ese momento.
-En cuanto a la actividad, ¿ven que les da un poco de aire justamente para poder elevar la tasa de referencia? Es decir, teniendo en cuenta que ya el efecto de arrastre estadístico del año pasado es bastante alto y además este año hay algunos factores como los productos agrícolas con buenas cosechas y también el hecho de que UPM está como en su en su fase de máxima en cuanto a la construcción.
-Del entorno macro que tiene Uruguay hoy, como se está dando la actividad, vemos buenos indicadores por muchos lados. Puede aparecer alguna luz amarilla como, por ejemplo, la confianza del consumidor que ahora bajó, pero a veces hay cuestiones estadísticas que hasta que no se reafirme ese dato no se puede ir más allá. Sí parece que 2022 va a ser un buen año, con muy buenos precios de commodities, pero además creo que va a tener una cosecha de soja que va a ser va a ser récord. Entonces vemos un nivel de actividad que hoy no condiciona la política monetaria nuestra.
-En algún momento manifestó que sería deseable que el Banco Central tuviera una ley que le diera más autonomía de la que tiene hoy. ¿Eso es posible en este período o es algo que en base a distintos otros aspectos que han estado ahí sobre la mesa no es posible llevarlo adelante?
-Creo que es posible y obviamente creo que sería muy bueno. Lo importante es encontrar los tiempos adecuados. Hoy con una inflación en 9,4% y donde el tema inflación está de repente demasiado arriba de la mesa quizás no es el mejor momento de hacer algunos cambios que no fueron exitosos en las anteriores dos discusiones que se dieron de cambio de la Carta Orgánica en el año 1995 y en 2008. Entonces hay que encontrar el momento y no descarto que en este periodo se pueda dar, hay que encontrarlo.