“Rompiendo los paradigmas del concepto de hotel de lujo” es, sin duda, una de las frases que mejor representa a la filosofía de la cadena Hamak Hotels, que hoy opera en destinos como México y Colombia.
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Alberto Ramírez, CEO de Hamak Hotels, destaca que desde los inicios de este negocio, en 2002, la idea era ofrecer una experiencia de lujo que expresara la esencia local del lugar en donde se ubica la infraestructura hotelera.
Fue así como el primer hotel de lujo que abrieron en la Riviera Maya, hace ya 20 años, logró tener un gran éxito, ya que mezclaba confort y las mejores experiencias de esta zona mexicana, que incluían su gastronomía.
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“Hamak nació luego de que a un par de amigos y a mí se nos ocurriera la idea de comprar un terreno en la Riviera Maya y construir un hotel lujo, sin tener ninguna experiencia en ese tipo de hotelería”, comenta Ramírez en entrevista con Portafolio.
“Eso sí”, añade, “teníamos claro nuestra visión de que queríamos romper los paradigmas del concepto de hotel de lujo y trabajar con diseñadores, materiales y personal local. Este proyecto llamado Ikal del Mar fue todo un éxito, luego llegó el proyecto del Hotel Esencia, y a partir de eso las personas nos empezamos a buscar y creamos una operador”.
En toda esa trayectoria, narra Ramírez, han podido consolidar la operación de nueve hoteles, seis en México y tres en Cartagena, todos bajo un concepto hecha a la medida.
“Todas las operaciones en los hoteles las realizamos nosotros, así nos aseguramos de que le ofrecemos a los huéspedes nuestra identidad. La filosofía de Hamak es siempre intentar ser los mejores en la plaza en la que estemos, y ofrecer un concepto especial, por ejemplo, en Cartagena, no solo los visitantes podrán disfrutar de maravillos espacios en los hoteles, sino también de un recorrido curado por nosotros por el Mercado de Bazurto o disfrutar de un pescado frito al frente del mar”.
Si bien la pandemia representó un fuerte golpe para el sector hotelero, Ramírez afirma que ya se ha visto una reactivación total en los últimos meses, en especial en Cartagena. Además comenta que el nicho de lujo está pasando por un buen momento en México.
“Durante la pandemia Hamak cerró completamente su operación en el mercado colombiano. Sin embargo logramos sobrevivir y hoy en día vemos una reactivación total con tasas precovid. En el caso de México fue totalmente diferente. Cuando se lograron abrir las fronteras, el nicho de lujo tuvo un auge importante, la mitad del 2020 y todo el 2021 reportamos un récord histórico en visitantes que escogían nuestro hoteles ubicados lejos de las ciudades. Para nosotros ha sido un tiempo muy bueno”, sostiene.
Entre los planes que tiene la empresa para este año se encuentra llegar a otros países. Además de cerrar con 18 propiedades, en la que se destaca abrir una cuarta en Cartagena.
“Esperamos invertir unos US$35 millones en los desarrollos de Hamak en Colombia. Actualmente el equipo está compuesto por 95 colaboradores y para finales del 2023 esperamos consolidar un equipo de 280 personas, aproximadamente. Cartagena es un destino maravilloso y que cuenta con un potencial de lujo muy grande. Por otra parte, estamos viendo posibilidades en Medellín, que es un destino que nos encanta y que se está poniendo de moda por todo el tema de la música. Asimismo, estamos explorando destinos como Barú y el Tayrona”.
NUEVAS TENDENCIAS
De acuerdo con el CEO de Hamak, hoy día los viajeros de lujo buscan interactuar y disfrutar de experiencias enriquecedoras, que incluyan un acercamiento cultural.
“Claro que buscan un hotel que ofrezca todas la comodidades, pero hoy los huéspedes buscan acercarse a esa cultura, como a esa señora que te cocina en leña, ese spa que te ofrece un masaje, pero a la vez un ritual ancestral”, concluye Alberto Ramírez.
JOHANA LORDUY
PORTAFOLIO