Alberto Martín Martín. CEO de Gestintur | 28 de noviembre de 2022
Deja un comentario
En los últimos 60 años el sector turístico ha experimentado diversas revoluciones tecnológicas. La última revolución que ha llegado es la tecnología blockchain y todas sus aplicaciones posibles, NFT, cripto activos, trazabilidad, transaccionalidad, identidades digitales…
Son múltiples los artículos y proyectos que en esos momentos se están desarrollando, pero, ¿Es esta tecnología tan revolucionaria como se nos presenta? Creo que para ser justos deberíamos dar respuesta a esta pregunta desde la perspectiva que aporta evaluar las tecnologías “revolucionarias” que la precedieron.
La primera e indiscutible revolución fue la aparición de los GDS que permitieron poder distribuir y gestionar miles de reservas. Este primer hito conseguido apoyaba la distribución B2B pero no sería hasta el año 2000 cuando el sector diese otro gran salto en lo que a consecución de volúmenes de demanda se tratase, este segundo hito fueron los canales B2C.
Las OTAS eliminaron el “intermediario” del proceso de venta, tal fue el dinamismo que aportó que se eliminaron múltiples barreras que permitían al cliente final buscar ofertas disponibles por su propia cuenta, compararlas y formalizar la reserva.
La relevancia de las OTAS no solo se puede resumir a la dinamización e incremento de la demanda de servicios turísticos. Este hito abrió la puerta al concepto “rentabilidad” en el cual el prestador del servicio podrá decidir cómo gestionar su estrategia de precio, sus productos y definir a qué clientes quiere dirigir su negocio.
Para este propósito surgieron tecnologías como PMS, RMS, Rate comparisons, Rate shoppers, channel managers ….
Es por ello que la tecnología blockchain y todas sus aplicaciones deberían aportar soluciones tan disruptivas como fueron las que hemos explicado con anterioridad.
Si nos centramos en la tecnología blockchain, es indiscutible que su capacidad respecto a la trazabilidad y los smart contratos que ejecutan cláusulas de manera automática son una revolución respecto al ahorro de recursos y tiempo en el sector, ya sean seguros, alquileres …
Pero si nos centramos en los NFT, muchos son los que los ensalzan como una manera de revolucionar los sistemas de fidelización, pero lo cierto es que en la actualidad estos activos digitales no solucionan el problema de base de estos programas, que no es ni más ni menos que no aportan valor a los usuarios y por consecuencia los usuarios no los adoptan.
Esta afirmación la hago con permiso de las grandes cadenas americanas que son las número 1 en estos programas, no solo por su desarrollo sino por la cultura americana que es proclive a este tipo de productos.
En el caso de los sistemas que promueven la venta del inventario de las habitaciones. ¿Realmente aportan valor? ¿No intentan sustituir un intermediario por otro?
La realidad es que para poder crear un mercado secundario de NFT , primero hay que generar dichos NFT y posteriormente hay que transaccionarlos. Este proceso entendemos que tendrá un coste, ¿quién lo cubrirá? Además se habla de las virtudes de este mercado secundario, en el cual el cliente podrá transaccionar dicho NFT en caso de que no lo pueda o quiera utilizar.
Es decir que la tendencia de controlar el canal y el precio final del producto para poder gestionar la experiencia de calidad y la relación calidad precio con el cliente ¿ya no es importante?
Todas estas preguntas me vienen a la cabeza al leer un artículo sobre que la cadena IHG, uno de los gigantes mundiales ha lanzado su primera colección de 10 NFT.
Este activo digital ofrece múltiples ventajas: una noche de alojamiento en una nueva apertura, pertenencia a Platinum Elite y es una obra de arte de Claire Luxton. Es por ello que me pregunto de nuevo, ¿los NFT son tan disruptivos para la distribución hotelera?
Lo que es cierto es que esta tecnología ofrece un elemento democratizador un elemento que pone al alcance de todos los ciudadanos del mundo la posibilidad de invertir en el sector hotelero. Esta posibilidad antes solo estaba al alcance de un número selecto de grandes capitales o corporativos.
A través de la “tokenización” del valor de los inmuebles, se hace posible que las particiones sean accesibles a muchos inversores que pueden acceder con bajos montos de dinero. Queda mucho por ver de esta nueva tecnología y solo podremos evaluarla con la perspectiva que nos aporta el tiempo.