Desde ya bastantes años existen numerosos sistemas de inteligencia artificial capaces de mantener una conversación, responder preguntas y escribir textos de una manera fluida, sin embargo el nombre de ChatGPT se ha convertido rápidamente en el chatbot de referencia ocupando, casi a diario, portadas y artículos en todos los medios de comunicación.
Su ascenso y fama ha crecido tanto que Microsoft acaba de anunciar una inversión multimillonaria en su desarrollo. Su rapidez y capacidades han abierto un sinfín de posibles aplicaciones y, como vamos a escuchar su nombre durante bastante tiempo, resulta conveniente dedicar algo de tiempo a explicar qué es ChatGPT y cuáles son las claves de su repentino éxito.
Empecemos por lo más básico… ¿Qué es ChatGPT?
Cualquiera que haya utilizado los servicios electrónicos de un banco, de una compañía de seguros o de la propia Seguridad Social estará familiarizado con sistemas de atención al público en los que el usuario realiza una pregunta y consigue una respuesta automática. Estos servicios de ayuda para coger cita o para resolver alguna duda llevan con nosotros desde hace mucho tiempo recibiendo la información, procesándola y ofreciendo una respuesta.
A grandes rasgos ChatGPT no es muy diferente: un sistema de Inteligencia Artificial capaz de responder preguntas con respuestas elaboradas y convincentes. Ni más ni menos… aunque la clave de su éxito es que su nivel de comprensión, su facilidad para contextualizar y su sorprendente capacidad para innovar en las respuestas la hacen, en muchos casos, indistinguible de lo que un ser humano (o incluso un experto en el tema) podría ofrecer.
De hecho, si queremos saber de primera mano qué es ChatGPT, lo más directo que podemos hacer es entrar en su web (siempre que no esté saturada de peticiones gracias a su éxito) y preguntarle a él mismo: ChatGPT, ¿Qué eres?
Soy un modelo de lenguaje entrenado por OpenAI. Mi función es responder preguntas y ayudar a la gente con sus consultas, lo más precisa y claramente posible. Estoy programado para responder preguntas sobre una amplia variedad de temas pero mi conocimiento se limita a lo que se me ha enseñado a través de mis entrenamientos. No tengo acceso a internet, por lo que no puedo buscar información adicional más allá de lo que ya sé. ¿En qué puedo ayudarte?
A mediados del siglo XX, cuando la computación comenzaba a avanzar en serio, surgió una cuestión muy interesante desde el punto de vista tecnológico, social o incluso filosófico: ¿Llegará el momento en el que no podamos distinguir un ser humano de una máquina? Para intentar contestar este dilema, el matemático y pionero de la informática Alan Turing propuso una prueba que hoy todos conocemos como “El Test de Touring”. Un sencillo experimento en el que un evaluador realiza preguntas a un ser humano y a una máquina sin saber quién da cada respuesta. Si una máquina es capaz de engañar al evaluador hasta el punto que no se puede distinguir de las respuestas que daría un ser humano, se entiende que esa máquina exhibe un comportamiento que podemos denominar inteligente.
Durante los últimos años muchos de estos sistemas de Inteligencia Artificial han superado el Test de Touring, pero las capacidades de ChatGPT llegan a tal punto que es capaz de engañar a expertos en su propio campo. Hace tan solo unos días, un estudio publicado en BiorXiv, comparaba abstracts científicos realizados utilizando ChatGPT con resúmenes reales escritos por científicos… La conclusión era que ChatGPT es capaz de engañar a revisores de artículos científicos.
No hablamos de un futuro lejano, las capacidades de este sistema de lenguaje creado por Inteligencia Artificial son ya tan fascinantes como inquietantes y sus aplicaciones reales son tan amplias como la imaginación de quien la use.
(VIDEO) El problema ético del ChatGPT
ChatGPT es capaz de usar el humor (e incluso inventarlo) escribiendo chistes, es capaz de redactar un texto sobre cualquier tema con un nivel de precisión y naturalidad que a cualquier profesor le será imposible distinguir si ese trabajo lo ha escrito un alumno, puede redactar guiones de cine en apenas unos segundos, obras de teatro, puede ofrecer textos e ideas innovadoras para anuncios de televisión o redactar notas de prensa para una presentación, un discurso político…
Por si fuera poco, el sistema es modulable y se le pueden añadir texturas, inclinaciones políticas o acentos regionales. Imagine: ChatGPT, quiero una conferencia sobre la cría de calamares, utilizando citas científicas y redacta el texto como si fueses andaluz…
Les aseguro que este artículo lo he escrito yo pero, a estas alturas, más de un lector estará dudando y se preguntará: ¿Y si Javier tan solo ha dicho: Ey, ChatGPT escribe un artículo para Yahoo, en español y explicando tus capacidades?