Si el bitcoin fuera un boxeador, sería uno que se niega a rendirse, pese al derechazo que acaba de recibir.
En las últimas semanas la criptomoneda ha recibido una paliza con el colapso del gigante de la industria FTX y el arresto de su fundador, Sam Bankman-Fried, en el Caribe.
El bitcoin está acostumbrado a recibir golpes, pero este luchador “antisistema” ya estaba contra las cuerdas después de su año más doloroso hasta el momento.
Siguiendo con el símil, si la criptodivisa fuera un boxeador, estaría acostado de espaldas en la lona viendo estrellas.
Está tumbado, pero ¿está acabado?
De la pobreza a la riqueza
El bitcoin tiene una historia que encaja con una trama al mejor estilo de Rocky.
Cuando comenzó en el mundo sin ley de los foros de internet en 2009 era solo una prospecto de peso pluma.
Hubo una chispa, pero solo dentro de un nicho ruidoso de fanáticos que eran verdaderos creyentes y que no sacaron casi nada: unos pocos centavos al principio.
Sin embargo, a lo largo de los años sus promotores aumentaron, ayudando a desarrollar el bitcoin y luchando contra el sistema.
El valor de la criptomoneda subió a miles de dólares y empezó a ser reconocida y bienvenida en ciertos lugares. Empezó a ser aceptada en webs especializadas o en cafeterías de moda.
Lentamente, y contra todo pronóstico, el bitcoin se convirtió en algo buscado, como un preciado boxeador.
También surgieron miles de imitadores como ethereum, dogecoin y litecoin, antes de que en 2021 el bitcoin alcanzara una fama y valor extraordinarios.
La gente invertía dinero en ella y en todas las demás criptomonedas. Un bitcoin costaba casi US$ 70.000.
El sistema convencional también se empezó a abrir a la posibilidad de invertir en ella y en otros proyectos criptográficos.
Pero luego, en noviembre de 2021, el bitcoin comenzó a sufrir pérdidas y desde entonces ha seguido empeorando, con continuos golpes y escándalos que lo han dejado en su punto más bajo en años en cuanto a valor, confianza y emoción.
“Este es un momento terrible para el espacio de las criptomonedas y es posible que veamos días aún peores después del reciente escándalo de FTX. Es un momento decisivo para las criptomonedas”, declaró Stefen Deleveaux, presidente de Caribbean Blockchain Alliance.
El colapso de FTX el mes pasado ha sido el mayor revés para las criptomonedas en años.
Fue el segundo intercambiador más grande del mundo: el punto de entrada para que millones de personas ingresaran en el mundo de las criptomonedas.
Fue vista como una de las plataformas más confiables, pero colapsó días después de que se revelara que sus finanzas eran inestables.
El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, ahora está bajo custodia, acusado por Estados Unidos de construir “un castillo de naipes sobre una base de engaño, mientras les decía a los inversores que era uno de los edificios más seguros en criptografía”.
Bankman-Fried declaró a la BBC que esperaba no haber matado las criptomonedas.
Sin duda, FTX ha supuesto un duro golpe, pero 2022 ha aporreado repetidamente a las criptomonedas.
“Nunca antes habíamos visto algo así en las criptomonedas”, afirmó la profesora Carol Alexander, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sussex.
Ella predijo el año pasado que las criptomonedas colapsarían en 2022, pero admitió que se sorprendió por la secuencia de eventos.
Golpe tras golpe
El primer gran golpe se produjo en mayo con el repentino colapso de dos monedas digitales populares que provocaron la eliminación de US$400.000 millones del valor de bitcoin y el ecosistema criptográfico.
Do Kwon, el fundador de las dos monedas terra, ahora es buscado por las autoridades de Corea del Sur, que lo acusan de esconderse en Serbia.
Numerosos otros escándalos más pequeños han sacudido la confianza en el ecosistema de las criptomonedas, como que Kim Kardashian haya sido multada con US$1,26 millones por promocionar una moneda en problemas.
También se ha producido el colapso del mercado de tokens no fungibles, que anteriormente estaba en auge, con NFT que antes obtenían millones y ahora luchan por venderse.
Los pirateos informáticos masivos en las empresas de cifrado también han afectado la confianza, y los piratas informáticos robaron US$600 millones de la red Ronin.
Con el hundimiento del valor del bitcoin y las demás criptomonedas, grandes empresas del sector como Celsius, Three Arrows Capital y BlockFi se han declarado en quiebra, dejando a los pequeños y grandes inversores sin dinero, y a la policía investigando lo sucedido.
El precio de un bitcoin, a menudo visto como un barómetro de cómo le está yendo a todo el ecosistema, ahora ronda los US$18.000, una caída del 70% desde su momento más alto en noviembre de 2021.
¿Reaparecerá el cripto?
La caída de FTX y otros deja un gran vacío en la industria y mucho nerviosismo sobre otros actores.
El pasado martes 13 de diciembre, se retiraron más de US$1.400 millones de Binance, aparentemente como resultado de los titulares negativos sobre las criptomonedas.
El director ejecutivo de la compañía, Changpeng “CZ” Zhao, instó a la calma en Twitter y dijo que era “lo de siempre”.
Pero Andy Renshaw, vicepresidente senior de gestión de productos de Feedzai, aseveró que las criptomonedas requieren de un grupo de intercambios sólido y diverso para sobrevivir a esta lucha en curso.
“Sin un lugar creíble y confiable para intercambiar de manera segura, es poco probable que las criptomonedas regresen al estado de lucha por el título, sin importar el título”, explicó.
Las monedas digitales son, por supuesto, solo una parte del ecosistema criptográfico, pero la mayoría de los pronósticos sobre el aumento de su valor en el corto plazo son pesimistas.
El profesor Omid Malekan, de la Escuela de Negocios de Columbia, reconoció que las cosas se ven sombrías para las criptomonedas como activo especulativo.
“Los precios han bajado y muchos de los mayores proveedores de servicios relacionados con inversiones han estallado”, dijo.
Tras recordar que las criptomonedas siguen siendo, ante todo, una tecnología, el experto aseveró que si se mira solo ese aspecto el balance es positivo. “Les está yendo bien, en algunos aspectos mejor que nunca”.
Malekan recordó que la adopción del bitcoin y las llamadas monedas estables en países en desarrollo sin una infraestructura financiera confiable muestra que la tecnología está mejorando vidas.
Deleveaux también negó que los violentos auges y caídas de las criptomonedas desmientan el progreso general de estos instrumentos.
Y señaló cómo las organizaciones benéficas están utilizando criptografía para llevar fondos a lugares donde el dinero normal no puede llegar debido a conflictos o represión.
También explicó que los últimos escándalos son “una oportunidad para purgar a los estafadores” de las criptomonedas.
“Cripto es básicamente una palabra muy corta para el futuro de la economía global digital”, apuntó el profesor Alexander, citando el uso de la tecnología cripto en la construcción de entornos de metaverso que algunos piensan que serán el futuro del trabajo y la vida.
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