Tiene mucho mérito observar cómo son muchos los ciudadanos que, en épocas de crisis económica como la que ahora nos encontramos, deciden dar un paso adelante y arriesgan el dinero que tienen, o se embarcan en un crédito bancario para cumplir su objetivo de abrir un negocio, o seguir haciéndolo con otros que ya tienen.
Fácil, o al menos no tan arriesgado, es que épocas de “vacas gordas”, donde todo lo que se invierte se rentabiliza con rapidez al moverse el dinero con alegría, se abran negocios. Pero lo complicado es hacerlo donde predomina la incertidumbre y la inseguridad acerca de por dónde van a girar los derroteros económicos y con dudas de todo tipo en el horizonte. Habría que poner un monumento, por ello, al emprendedor. A ese ciudadano que tiene una idea, un objetivo y está seguro de que le va a salir bien. Y ello, pese a la situación que estamos viviendo. Y es esa seguridad en su idea y proyecto, así como en sus capacidades profesionales para saber explotarlo bien, lo que les lleva a invertir dinero, que no suele ser poco, además, para abrir ese negocio. Y no solamente esto, sino que, además, da trabajo a las personas que contratan.
Pues bien, la realidad es que si la recuperación económica depende de algo, esto es, sobre todo, de los emprendedores. De tantas y tantas personas que hay, sobre todo en una provincia tan emprendedora como la de Alicante, donde día sí y otro también se abren negocios y ponen en práctica ideas creativas para dar una vuelta más de tuerca a esta aspiración de que la situación económica mejore y descienda la bolsa de desempleo. Por ello, el emprendedor debe ser ayudado lo máximo posible, y no ponerle trabas a que pueda abrir su negocio. El emprendedor es un “ser” a cuidar y arropar cuando tomen la decisión de seguir apostando por la recuperación económica, porque sin emprendedores ésta es imposible.
Se ha dicho por Findstack, y con acierto, que sin emprendedores, habría menos innovación, menos oportunidades de trabajo y menos productividad. Y que existen 582 millones de emprendedores en el mundo entero. Y esto es una gran verdad, porque cuantos más emprendedores existan más oportunidades de incremento del empleo habrá, y cuantos menos más difícil y complicada será la recuperación económica. Además, los modelos de emprendedor han evolucionado en los últimos tiempos, y, así, destacan las startup como modelo de empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes posibilidades de crecimiento.
Importante también es el dato que destaca findstack acerca de que un informe de American Express de 2018, Estado de las empresas propiedad de mujeres, estudió los años: 2007, 2012, 2017 y 2018 para comparar estadísticas pertenecientes a empresas propiedad de mujeres en los EE. UU. Entre sus muchos hallazgos, incluido el anterior, se encuentran que entre 2007 y 2018, las empresas propiedad de mujeres “Aumentó un 58%, mientras que todas las empresas aumentaron un 12%”. El informe también encontró que los ingresos totales generados por las empresas propiedad de mujeres aumentaron un 46% en comparación con un aumento de solo el 36% para otras empresas. Hay 7 mujeres emprendedoras por cada 10 hombres emprendedores que inician una empresa.
Con ello, el despegue de quienes están apostando por darle la vuelta a esta situación es evidente y las iniciativas son de distintas características y tipos con nuevas modalidades de negocio inspiradas en los cambios que la tecnología nos ofrece y pensando en lo que necesita el resto de los ciudadanos y es demandable por ello. Porque en este tema lo difícil está en “acertar” qué es lo que quiere el público y en invertir en ello. Pero el problema en todo esto está en el acierto o desacierto de la decisión de apostar por un tema en concreto. Y, por ello, da pena ver cómo negocios que se abren se ven obligados a cerrar en un espacio breve, porque es imaginable la desilusión que habrá llegado a quienes apostaron por una idea que, luego, ven que no ha funcionado. Y esto se comprueba en ocasiones al ver locales donde se vuelve a poner el cartel de “se alquila” cerrando ese negocio que con tanta ilusión se había abierto.
Por todo ello, debe ser máximo el reconocimiento a los emprendedores y máximas las ayudas públicas a quienes se decidan por abrir negocios. La clave de la recuperación económica y del empleo pasa por ellos.