En Navarra viven casi 71.500 personas con nacionalidad extranjera (año 2021), que aportan a la economía mucho más de lo que se invierte en ellas. En concreto, un estudio elaborado por la consultoría Red2Red por encargo del departamento de Políticas Migratorias y Justicia sostiene que, por cada euro neto invertido en políticas y servicios públicos, los inmigrantes generan dos. El trabajo afirma también que la inmigración ha supuesto un incremento anual positivo del 0,5% del PIB de la Comunidad foral como promedio entre los años 2012 y 2021. Hay que tener en cuenta que estos datos se refieren exclusivamente a aquellos inmigrantes con nacionalidad extranjera. Si se hubiera incluido también a los que han obtenido ya la nacionalidad española , estaríamos hablando de un colectivo de 108.500 personas, “y los datos serían aun más positivos”.
El consejero Eduardo Santos presentó este viernes el informe acompañado de dos de sus autores, el economista, experto en Relaciones Internacionales y director de Red2Red, José Moisés Martín; y Anabel Suso, socióloga e investigadora. Santos matizó que en ningún caso el trabajo pretende “acotar el debate de la migración como un hecho simplemente utilitarista”, ya que “migrar es un derecho fundamental de cualquier persona”. Pero sí destacó “el valor de estas conclusiones para el debate social”.
MANO DE OBRA Y DESPOBLAMIENTO
La inmigración aporta mano de obra al medio rural, frena el envejecimiento y la despoblación territorial. El 58% de los inmigrantes reside en municipios de menos de 20.000 habitantes; en aquellos de menos de 10.000, el 40%. Su presencia se concentra con mayor intensidad en la zona de la Ribera y la Ribera alta, teniendo un gran protagonista en el sector agrario. Ocho de cada diez se encuentra en edad activa (20-60 años).
NATALIDAD Y PROYECCIÓN DEMOGRÁFICA
En 2020, el 26,5% de los nacimientos fueron de madre extranjera. “Su presencia contribuye a revertir el fenómeno del descenso de la natalidad en la población autóctona, porque tienen más hijos a edades más tempranas”. La llegada de personas de otros países se va a seguir produciendo, y es necesario que así sea para equilibrar una pirámide poblacional “que arroja un panorama muy preocupante”. Las migraciones aportarán un saldo neto de más de 7.000 habitantes al año durante los próximos 10 años.
SECTOR AGRARIO Y DE LOS CUIDADOS
El incremento de la población activa en Navarra “se ha nutrido de una masa notable de oferta laboral extranjera en los últimos años: el 41% del crecimiento de la población activa corresponde a personas de nacionalidad extranjera”. Tienden a concentrarse en dos sectores: el agrario y el de los cuidados, “en los que existe menor oferta de mano de obra de personas autóctonas”. Sus condiciones laborales son “claramente más precarias”, con mayores tasas de empleo parcial y temporal.
EL 17% DE LA RENTA GARANTIZADA
La población extranjera es beneficiaria del 11,3% de las prestaciones: el 11,8% de las prestaciones contributivas, el 9,8% de los subsidios, y el 17,5% de la Renta Garantizada. Reciben solamente el 1,7% de las pensiones contributivas de la Seguridad Social, percibiendo la mitad de ingresos, y el 7,8% de las pensiones no contributivas de la Seguridad.
VIVIENDA: A MENOS EXTRANJEROS, BARRIOS MÁS CAROS
La población extranjera impacta menos en la evolución del mercado de la vivienda que la población local. Según el informe, “el principal motivo del aumento de los precios en el mercado de la vivienda no es el aumento de población migrante, si no las preferencias de la población nativa y sus rentas”. De hecho, “el precio tiende a ser más alto en los barrios con menos población extranjera”.
SOLO EL 5% DE SANIDAD; EL 15% DE SERVICIOS SOCIALES
Si se analiza el impacto sobre el gasto público directo, esta población supone el 9,8% de la inversión en educación no universitaria; el 4,3% en la universitaria; el 15% del de los servicios sociales, y el 5,1% de la sanidad. “Aunque tienen los mismos porcentajes de hospitalización y de atención en urgencias, tienen muchas menos citas con especialistas y en Primaria”.
José Moisés Martín, economista y autor del informe: “Ni generan más paro ni hacen que caigan los salarios”
Si hay un tema que alimenta el rechazo al inmigrante es el empleo. Más bien, el convencimiento de que son personas que vienen “a quitarnos el trabajo” o a precarizar las condiciones laborales. Según este estudio, nada de eso es cierto. Y no es que Navarra sea una excepción, sino que los resultados son coherentes con “la literatura empírica y académica en todo el mundo”.
El informe concluye que “una mayor contratación de la población migrante no afecta al nivel de desempleo de la población autóctona”. También que “no hay una relación entre el nivel de contratación de personas inmigrantes con los salarios”. “Ni generan más paro ni generan caída de los salarios”, zanjó Martín.
Es más, el trabajo apunta en la dirección contraria. “Todo parece indicar que existe una relación positiva en los sectores donde hay una relación directa y significativa entre la contratación de migrantes a la par que la de personas nativas. La población migrante aporta dinamismo al mercado laboral y no sustituye a trabajadores con nacionalidad española. La única excepción es el sector de la agricultura y en puestos no cualificados donde la empleabilidad de la población migrante es más significativa”.