Naomi Watts ha visto claro que la menopausia no es solo una etapa a reivindicar, que puede enfocarse como una etapa feliz y positiva en la vida de la mujer, sino que también puede ser un lucrativo negocio. Por eso hace unos mesos creó Stripes un marca de productos al más puro estilo Goop de Gyneth Paltrow, que está pensada en las mujeres que, como ella, comienzan a manifestar los primeros síntomas de la menopausia en la piel. Entre los productos que comercializa se incluyen una bruma facial refrescante, un gel vaginal hidratante y diversos suplementos probióticos. Pero más allá de sus ingredientes (entre los que destacan una combinación de ectoína y escualano para retener la humedad) la marca de Watts puede presumir de distinguirse de las demás por un tercer motivo. El de amplificar un tema hasta hora envuelto de tabú para construir una comunidad y romper el estigma que le rodea.
Según ha contado la propia Watts en redes sociales y en diversas entrevistas, la menopausia es una fase de la vida tan envuelta en el secreto que no la vio venir cuando desarrolló los síntomas por primera vez, con solo 36 años. Lo primero fue la piel del rostro. Irritada, hipersensible, seca, con brotes. En aquel momento la actriz sentía que había encontrado a la pareja adecuada y había decidido crear una familia: “No sabía que probablemente estaba en la perimenopausia y mientras me preparaba para tener hijos no tenía ni idea de lo que debía hacer”, ha contado). Así que, asegura, su marca no va solo de qué es lo que te pones en la piel, sino de abrir un diálogo y crear un lugar colectivo para que cualquiera pueda encontrar apoyo e información “Se trata de todo el enfoque: hacer un buen producto, pero también tener el espíritu, los valores y una campaña publicitaria en la que las consumidoras vean reflejada su historia desde la honestidad”, dice en esa entrevista publicada en la revista digital de Rachel Zoe.
Su plan, cuenta, es recopilar todos los datos e investigaciones actuales y compartir su aprendizaje. Teniendo en cuenta los números (solo en España, unas 300.000 mujeres entran cada año en la edad media de la perimenopausia, los 45 años, según el último censo del INE; y serán aproximadamente mil millones las mujeres que tengan la menopausia en todo el mundo para el año 2025) el momento para una marca como Stripes parece más bien ajustado. «Quería crear un lugar que fuera un centro de ayuda para las mujeres que están en el viaje de la menopausia y que al mismo tiempo fuera aspiracional. Hay una gran cantidad de gente viviendo esto que se merece estar representada», ha explicado la actriz.
Coincidiendo con el lanzamiento de su marca, Naomi Watts presentó New Pause, un primer simposio sobre la menopausia en Nueva York, como fundadora y CCO de Stripes, en el que por 150 dólares se podía conocer la información más reciente sobre el tema con expertas médicas, científicas y escritoras. Como Watts, otras han puesto sus ojos sobre este mercado.
Gwyneth Paltrow, conocida por su particular –y lujoso– enfoque al wellness, no podía faltar en esta conversación. De su relación con la menopausia (y sus efectos en la piel) habla en este podcast. Lo cierto es que aunque la polémica siempre envuelve a los productos que vende en Goop, no se puede negar que está utilizando esta plataforma para crear conciencia sobre los asuntos de salud de las mujeres. En una entrevista en Vogue USA , Paltrow abría recientemente el melón de la menopausia: «Creo que la menopausia tiene muy mala reputación y necesita un poco de rebranding”, y añadía: «No creo que tengamos en nuestra sociedad un gran ejemplo de una mujer menopáusica aspiracional».
Así, Goop ha lanzado Madame Ovary, un paquete de vitaminas y suplementos supuestamente diseñado para ayudar a regular las hormonas en mujeres de 40, 50 y 60 años. En colaboración con el experto en medicina preventiva y antienvejecimiento, el Dr. Dominique Fradin-Read, su fórmula mezcla nutrientes de vitaminas esenciales y fitonutrientes, e incluye el adaptógeno calmante rhodiola rosea, los ácidos grasos omega-3 y hierbas de apoyo como la agripalma –que promete atacar los síntomas de la menopausia– y el cohosh negro -que supuestamente modula el estado de ánimo-. También se incluye yodo, selenio, zinc y cobre que ayudan a la función tiroidea.
Paltrow, además, es una de las celebridades que están financiando un proyecto especialmente diseñado para las mujeres en la fase de menopausia. Junto a ella, Drew Barrymore (a quien Naomi Watts dio un «masaje menopaúsico facial» en su show televisivo el pasado octubre), Cameron Diaz, Glennon Doyle y Abby Wambach han contribuido a recaudar 28,5 millones de dólares para Evernow, una empresa de telemedicina para consultas médicas relacionadas con este tema.
Por otro lado, la firma de capital de riesgo de la superestrella del tenis retirada Serena Williams, Serena Ventures, ha invertido en Wile de la actriz Judy Greer, una marca de suplementos a base de plantas para aliviar los síntomas de la perimenopausia y la menopausia, que se vende en la cadena Whole Foods.
La menopausia es un proceso biológico natural en el que los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos y producen menos estrógeno y progesterona que se sitúa cuando una mujer lleva más de 12 meses sin la menstruación. La edad promedio a la que ocurre en los países desarrollados es entre los 51 y 52 años, según la Clínica Universitaria de Navarra. Los síntomas de la menopausia son diversos y afectan a cada mujer de diferente manera, pero se resumen en sofocos, sequedad vaginal, episodios de ansiedad, depresión, irritabilidad, pérdida de memoria e insomnio, disminución en la libido, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y osteoporosis. Una de las primeras manifestaciones de este gran cambio hormonal se hace visible en la piel, y al igual que el resto de síntomas, puede aparecer alrededor de los 45 años, e incluso antes, en la conocida como perimenopausia.
La piel es un barómetro de nuestra salud hormonal, una ventana a lo bien que nuestro cuerpo está afinando ese equilibrio, con lo que es uno de los órganos que más acusan la llegada de la menopausia. Se conoce a la década de los 40 como los años perimenopáusicos y en esta fase el estrógeno -la hormona que afecta directamente la función de las células clave para proteger la piel, como las que producen colágeno y elastina- comienza a disminuir lentamente. Durante estos años se nota una pérdida del tono uniforme, un aumento de las arrugas y posibles crecimientos de la piel (hiperplasia sebácea y queratosis actínica), por lo que claramente es hora de tomarse en serio el cuidado de la piel, si aún no se estaba haciendo. Cuando llega la menopausia, alrededor de los 50, lo hace con una grave caída de estrógeno, un antiinflamatorio natural. Esto significa que la piel puede volverse cada vez más reactiva y sensible. El estrógeno también es responsable de mantener el agua en la dermis, lo que hace que la piel se vea tersa), por lo que una vez que disminuye, las arrugas se vuelven más pronunciadas. Así lo describe el dermatólogo Pedro Jaén en su libro Una piel para toda la vida (ESPASA): “Los estrógenos están relacionados en la síntesis de colágeno y elastina. De la misma manera, su merma repercute en la aparición de arrugas, pérdida de todo muscular y flacidez de los tejidos”.
Según la Asociación Española de Dermatología y Venerealogía (AEDV) un 87% de las mujeres nota cambios en su piel durante este tiempo, y señala que la menopausia trae como consecuencia una piel seca, deshidratada y con arrugas, ya que que el 5% del colágeno se pierde durante los primeros 5 años. La dermatóloga María José Alonso, dermatóloga del Hospital Torrecárdenas de Almería, habla del enlentecimiento celular que ocurre en la menopausia: “Disminuye la capacidad de reparación de los tejidos, aumenta la laxitud cutánea, sobre todo en aquellas mujeres que no siguen un tratamiento hormonal sustitutivo y quienes reciben gran cantidad de radiación ultravioleta a lo largo de su vida. Al haber menos colágeno, la piel es menos elástica: el 5% de aquel se pierde durante los primeros 5 años. Aminora la elasticidad y aparece la flacidez, sobre todo en el rostro, brazos y muslos”.
La sequedad y los picores en la piel son algo habitual en esta fase. Entre los efectos menos usuales, pero también posibles, de los cambios de la piel está un fenómeno llamado “formicación”. La ginecóloga Susanna Unsworth, experta de Intimina (una marca sueca nacida en 2009 que ofrece una gama de productos de cuidado para la salud ginecológica de las mujeres) explica a través del email que esta condición “se trata de una alucinación tópica o la sensación de que hay insectos paseando por la piel. Antihistamínicos, TRH y cremas emolientes suelen ser lo mejor para tratar este síntoma”.
Aunque la reacción de cada una es personal, la farmacéutica especialista en cosmética Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, resume a través del email seis puntos clave que identifican los efectos de la menopausia en la piel:
– La piel está más deshidratada, pierde elasticidad y tiene un aspecto más seco, y una textura áspera.
– Aparecen arrugas más profundas: las fibras de elastina y colágeno se degradan, lo que provoca la aparición de las arrugas.
– Mayor flacidez. Junto a las arrugas, aparece la temida pérdida de firmeza, asociada también a la degradación del colágeno y la elastina.
– La piel está más frágil, se afina, y por lo tanto es más propensa a lesiones.
– Pérdida de luminosidad: se aprecia un tono desigual, fruto de las manchas que pueden potenciarse en esta época de cambios hormonales. La piel pierde la frescura y turgencia de la juventud y se muestra más opaca y menos luminosa.
– Pueden aparecer brotes de acné en pieles grasas por los cambios hormonales.
¿Qué se puede hacer al respecto? “La hidratación es esencial. Hay que hidratarse por dentro bebiendo agua, tomando fruta, pero también por fuera con cremas y lociones. Todo el cuerpo tiende a estar más reseco, así que es aconsejable hidratar la piel del cuerpo a diario, haciendo especial hincapié en zonas sensibles como los codos, los talones, las rodillas…”, dice Rocío Escalante. Y continúa: “En el rostro, además de hidratación, con cremas que contengan ácido hialurónico, lípidos y ceramidas, necesitaremos cremas antiedad, más untuosas, que ayuden a combatir la pérdida de firmeza, que rellenen las arrugas, que unifiquen el tono de piel y aporten luminosidad”. Es buena idea, también, usar cremas con ingredientes calmantes como el té blanco, el té verde, el extracto de regaliz y la manzanilla. La limpieza también resulta esencial: “Por supuesto, hay que llevar una rutina diaria de higiene facial por la mañana y por la noche. La protección solar es fundamental siempre, y más en esta etapa en la que la pigmentación de la piel, por el paso del tiempo y los cambios hormonales, es más habitual”, añade esta farmacéutica. Por la noche la piel también agradecerá cuidados específicos: “Según el estado de la piel, aconsejamos usar activos transformadores y despigmentantes: retinol, alfahidroxiácidos, etc.”, asegura. De hecho, en esta etapa, la piel se beneficia especialmente de la exfoliación, con lo que se puede aumentar a dos o tres veces por semana, con algún exfoliante suave: el ácido glicólico sin alcohol, utilizado por la noche, puede ser un buen aliado. “Es importante, además, prestar especial atención a zonas más sensibles como el contorno de los ojos, el cuello y el escote, las manos y los labios que también sufren deshidratación y que se suelen olvidar. Para tratar los brotes de acné, conviene consultar a un dermatólogo para que valore de forma personal el problema y paute la mejor solución”, recomienda.
La dieta también juega un papel importante a la hora de cuidar la piel y alimentos ricos en grasas saludables como las almendras, el salmón y los aguacates pueden ayudar a mantener la piel hidratada, flexible y brillante. Es importante recordar que de la misma manera que no hay dos cuerpos iguales, cada persona responderá de manera diferente a la actividad hormonal, así que lo ideal es consultar con un dermatólogo experto para encontrar el equilibrio que cada piel necesita.
“La piel presenta también una serie de modificaciones asociada a la deficiencia de estrógenos que, principalmente, provoca lo que denominamos como una cascada en la rotura de colágeno y elastina, perdiendo mucha firmeza y dando pie a la aparición de arrugas y pliegues profundos”, explica a través del email Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD. “Tengamos en cuenta que la piel está regulada por estrógenos que influyen en su grosor, niveles de hidratación, en la pigmentación y en la producción de lípidos. Además, son responsables también de la renovación natural de la piel, algo que se ve reducido en este período”, comenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Aunque en el mercado hay numerosas marcas cosméticas que centran sus formulaciones en la teoría antiedad, no todas dan en la diana de los problemas asociados directamente a la menopausia. Uno de esos casos es el de las fórmulas con Glutatione o Glutatión, “considerado el principal antioxidante de nuestro organismo y el cual decae con la menopausia. Lo mismo ocurre con la vitamina F, rica en Omegas 3, 6 y 9 y fundamental para equilibrar la barrera hidrolipídica de la piel, la cual se ve comprometida por la ausencia estrogénica produciendo declives de nutrientes y humedad, produciendo así un envejecimiento repentino”, añade la experta de Perricone MD, firma que ha diseñado una línea completa con este foco.
El espacio de la “menopausia-bienestar” está listo para vivir su momento: según un informe de tendencias reciente de Global Wellness Summit, se prevé que el negocio de la menopausia sea un mercado de 600 mil millones de dólares para 2025. Marcas como No7, Clarins, Elemis y Lancôme, por ejemplo, han puesto la perimenopausia en su punto de mira científico. Otras firmas que están cosechando éxito con su pack de cosméticos y comunidad en redes sociales como Instagram o TikTok son State Of, liderada por la estilista hollywoodiense Stacey London, o Pause Well, una línea de cuidado de la piel que tiene como objetivo eliminar el estigma del proceso de envejecimiento fundada por Rochelle Weitzner, una veterana de la industria de la belleza y ejecutiva C-suite que ha liderado marcas como Erno Laszlo, Laura Mercier y RéVive Skincare.
En teoría, la menopausia (y el cuidado de la piel en esta fase) es un mercado enorme, pero se necesita a una consumidora dispuesta. Una celebridad por sí sola no va a hacer que cambie la óptica sobre la menopausia y si la marca de Watts era necesaria o no es algo que decidirán las mujeres que la compren, pero lo que no se puede negar es que su lanzamiento está llamando la atención y normalizando la conversación. Y eso es un avance.