Uno de los temas más candentes en el sector cripto a día de hoy tiene que ver con las recientes caídas de las empresas FTX y Alameda Research, un criptobanco (Exchange) y un fondo de inversión blockchain, respectivamente.
No es de extrañar que haya sido un tema que ha copado tantos titulares, ya que hablamos del segundo mayor Exchange del mundo, y uno de los mayores fondos de inversión en el sector blockchain. Y ambas empresas tenían un nexo de unión entre ellas, su CEO Sam Bankman. Se trata de un joven estadounidense que había conseguido en apenas 5 años posicionarse como una de las personas más ricas del planeta, alcanzando una fortuna total de 20.000 millones.
En 2017, con apenas 25 años, fundó la empresa Alameda Research y dos años más tarde el criptobanco FTX, que en poco tiempo se convertiría en el segundo mayor del mundo por volumen. Antes de continuar, hay que entender que esta empresa poseía su propia criptomoneda llamada FTT, la cual, jugó un papel importante.
Todo era muy idílico hasta el pasado 9 de noviembre, cuando la empresa FTX se enfrentaba a una grave crisis de liquidez debido a la venta masiva de su token FTT, lo que hizo que su cotización se desplomase más de un 80% en apenas tres días. Y, como si fuera un efecto dominó, este colapso afectó a su otra empresa, Alameda Research, poseedora de una gran cantidad del token FTT. Además de esto, Alameda perdió con anterioridad miles de millones en el mercado, los cuales fueron posteriormente repuestos por los clientes de FTX, obviamente sin su consentimiento. Lo que significa que este fondo gestionó mal sus inversiones, y en vez de asumir las pérdidas, su CEO, Sam, decidió reponer ese capital perdido con depósitos de clientes provenientes de su Exchange FTX. Todo un maestro…
Este suceso no solo afectó a estas dos empresas, arrastró a todo el mercado cripto, produciéndose importantes caídas en los precios de todas las criptomonedas. Y lo peor no es que los precios hayan caído, ya que se trata de un mercado muy volátil. Lo más grave ha sido que los usuarios que poseían el dinero en este Exchange han perdido su dinero, ya que no poseían la liquidez aportada por los usuarios. En resumen, actuaron de la misma forma que actúan los bancos tradicionales, utilizando los depósitos de los clientes para obtener una rentabilidad de ese dinero parado en el banco. Esto provoca que solamente exista un pequeño porcentaje de dinero disponible, lo que se conoce como reservas mínimas (1%). De esta manera, si hay una situación de pánico, y los clientes quisieran retirar su dinero, no habría efectivo disponible y tendría que intervenir el Banco Central Europeo. Solo que, en este caso, al no existir un organismo central que acuda al rescate, los clientes se quedan desamparados y sin posibilidad de recuperar su dinero.
En este punto debemos cuestionarnos si realmente lo malo es que no exista un ente central que acuda al rescate o debería estar prohibido este tipo de prácticas bancarias, tanto en el mercado cripto como en el tradicional. ¿Deberían los bancos y los criptobancos tener una mayor cantidad de reservas para minimizar al máximo este tipo de situaciones? Lo que sí está claro es que debería entrar la regulación en el mercado cripto para impedir este tipo de prácticas que ponen en riesgo el capital de los clientes.
Los criptobancos centralizados, como Binance, FTX, Crypto.com entre otros, tendrían que tener una mayor recurrencia en sus auditorías para evitar este tipo de prácticas bancarias. Los clientes confían en este tipo de empresas porque se supone que son fiables y facilitan el acceso al mercado cripto, y por ello estas entidades tienen una responsabilidad con la persona inversora. De hecho, en el momento de escribir este artículo, otra empresa cripto llamada BlockFi se ha declarado en quiebra. Este nuevo suceso reafirma todavía más la necesidad de una regulación en este sector.
En teoría, con la llegada de la Regulación de Mercados de Criptoactivos de la Comisión Europea, conocida como Ley MiCA, todas estas prácticas fraudulentas no serán posibles, ya que existirá un mayor control para evitar este tipo de situaciones. Pongamos en contexto este reglamento y lo que supondrá para el mercado de los criptoactivos.
La Ley MiCA tiene como objetivo armonizar el marco europeo para la emisión y el comercio de varios tipos de tokens criptográficos como parte de la estrategia financiera digital de Europa. Al fin y al cabo, la Comisión Europea impulsó la Ley MiCA para garantizar que los consumidores de la UE tengan acceso a criptoactivos innovadores pero seguros y sin comprometer la estabilidad del mercado. Podría decirse que la protección de los usuarios de criptomonedas es su principal preocupación, que debe equilibrarse con la necesidad de productos de inversión más innovadores, así como con los riesgos regulatorios y financieros que conlleva.
Con esta reglamentación el final de la mala praxis, o de prácticas poco claras, está cerca. Esto facilitará el acceso de los usuarios a este tipo de mercados de una forma más segura, lo que se traducirá en una mayor adopción de las criptomonedas y a su vez de la tecnología que se encuentra detrás de ella, la blockchain.
Habrá que esperar hasta 2024 para que esta regulación entre en vigor, pero por lo menos parece que la UE va por buen camino en el sentido de la regulación. l
El autor es cofundador de Blockbit Capital